Nuevos disturbios en Roquetas de Mar tras la muerte de un senegalés
ABC. ALMERÍA
Actualizado Lunes, 08-09-08 a las 13:46
La segunda noche consecutiva de disturbios en el barrio de las 200 Viviendas de Roquetas de Mar (Almería) ha terminado con cuatro subsaharianos detenidos y con, al menos, un agente de la Guardia Civil herido, según ha informado la Subdelegación del Gobierno.
Los últimos arrestados por desórdenes públicos y delitos de atentado y resistencia grave a la autoridad, a los que se suman los otros cuatro apresados durante los incidentes acaecidos en la madrugada de ayer, proceden de Guinea Bissau y de Senegal.
Como ya avanzaron esta madrugada fuentes policiales, al menos uno de los agentes de la Guardia Civil que velaron por el restablecimiento del orden en las 200 Viviendas durante la segunda noche de disturbios resultó lesionado y precisó de atención en el centro sanitario de la localidad.
Las fuentes han señalado que, aproximadamente, a partir de las 02.00 horas de la madrugada se ha restablecido la normalidad en el barrio, bajo la vigilancia de los agentes.
Tras una tarde de domingo aparentemente en calma, la segunda noche de enfrentamientos empezó cuando un vecino que caminaba asustado por el barrio sufrió una caída accidental y precisó de atención sanitaria.
La ambulancia que se trasladó al lugar para auxiliar al hombre fue recibida por numerosos subsaharianos que trataron de atacar al personal sanitario a pedradas y botellazos. Una noche más, numerosas barricadas de contenedores ardiendo fueron levantadas en los alrededores de la Plaza de Andalucía, donde la Guardia Civil fue dispersando a los pequeños grupos que se formaban, con la orden de intervenir ante cualquier incidente.
Nuevamente, la noche estuvo salpicada de numerosas barricadas de contenedores ardiendo en una amplia zona situada en torno a la plaza de Andalucía, plagada de cristales rotos que evidenciaban los enfrentamientos que se han registrado durante estas dos madrugadas.
Además, los manifestantes volvieron a arrojar piedras y cristales, como pudieron comprobar los propios profesionales de la prensa, a los que han lanzado una botella de cristal desde el balcón de una vivienda.
Con la iluminación pública del barrio totalmente apagada, y mientras un helicóptero del instituto armado sobrevolaba el lugar, las patrullas fueron dispersando a los pequeños grupos que se formaron, con la orden de intervenir de inmediato ante cualquier incidente.
De hecho, a la una de la madrugada, los agentes tuvieron que desplegarse en la misma plaza, al formarse una amplia aglomeración de subsaharianos de la que provenían los gritos desgarrados de un hombre que, finalmente, según han apuntado las fuentes policiales y los propios compañeros de éste, sufrió simplemente un ataque de ansiedad por el que se requirió la presencia de una ambulancia.
Mientras todo esto ocurría, seis subsaharianos que permanecían expectantes en la plaza de Andalucía, muy próxima al lugar en el que murió el ciudadano senegalés, justificaban ante los periodistas su decisión de "echarse a la calle" en su deseo de que se haga Justicia con su compañero muerto, "porque sin Justicia, otro gitano matará a otro moreno y, otra vez, no pasará nada".
Los incidentes de esta madrugada se han producido después de que, a las 21.45 horas del sábado, O.K. muriera apuñalado en el transcurso de una pelea motivada en principio por un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas, que derivó en una primera serie de enfrentamientos que se saldaron hasta las 5.00 horas de la madrugada de ayer con tres agentes heridos y con cuatro subsaharianos detenidos.
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