Los rumanos se resisten a volver
Pese al paro y la crisis, la mayoría de los 700.000 inmigrantes de este país prefiere quedarse en España
El Gobierno de Rumanía promete «salarios como los españoles» para recuperar a sus trabajadores
Tras entrar en la UE, el país precisa mano de obra. Pero los rumanos no se creen «que las cosas vayan a mejorar tanto».
Rocío Ruiz
Forman la comunidad de extranjeros más numerosa en España (más de 700.000) y son los que proporcionalmente acusan más las crisis: 22.0000 están en paro, la mayoría del sector de la construcción, según datos de la embajada de Rumanía. Pero, pese a las nuevas perspectivas de crecimiento económico de su país, necesitado ahora, más que nunca, de mano de obra cualificada, la «llamada» del Gobierno rumano a sus emigrantes a través de campañas para que retornen no termina de cuajar.
«No sabemos cómo convencerlos», expone Dan Jurcan, director general de la Agencia de Estrategias Gubernamentales de Rumanía. Asegura que muchos empresarios están dispuestos a pagar salarios idénticos a los de España, pero «preguntan si también estarías en disposición de dar un empleo a su mujer, que a lo mejor trabaja en un hotel en España; y las cosas se complican cuando la familia tiene hijos que ya están escolarizados».
Forzados por las deudas
Jurcan no es el único que aprecia la resistencia de los inmigrantes a volver. «Los que ya llevan tiempo en España no están dispuestos a regresar. A lo mejor retornan algunos que se endeudaron con hipotecas altas; o los que vinieron solos, sin la familia, pero los salarios en Rumanía son bajos y no compensa el esfuerzo por el sueldo que percibes», explica Victoria Taram, una rumana de 47 años que llegó a España en 2004 para trabajar como interna y que ese año encontró en un español el amor de su vida. «Decidí venir porque me faltaban mil euros para saldar una deuda por la compra de un coche. No encontraba trabajo en mi país porque con 47 años en Rumanía eres vieja para trabajar, aunque rindas como un hombre», explica.
Marinela Paduraru, de la región moldava de Onesti, tiene una opinión similar. «Me gusta mi país, pero para venir de visita». Lleva seis años en España y durante todo este tiempo ha trabajado de niñera, camarera ycuidando a una pareja de ancianos, pero «no me creo que las cosas vayan a mejorar tanto como dicen».
El presidente del Parlamento rumano, Bogdan Olteanu, asegura que Rumanía necesita un millón de personas de mano de obra en los próximos años y 500.000 de forma inmediata. «En un plazo de cuatro años estamos dispuestos a duplicar el salario mínimo, de 450 euros a 900, porque creemos que la mejor forma de convencer a los cinco millones de rumanos que viven fuera para que vuelvan es contribuyendo al desarrollo económico del país».
Aunque Rumanía empieza a acusar la crisis, muchos empresarios españoles han aprovechado las oportunidades de crecimiento que ofrece el país del este. Es el caso del madrileño Daniel Álvarez, propietario de una inmobiliaria en Bucarest. «Vuelven pocos porque los salarios son bajos, el coste de la vida alto y la crisis ya la empezamos a notar pero, en cualquier caso, los rumanos que han emigrado prefieren estar en España mal que en la Rumanía de ahora», explica.
«Si un inmigrante se queda en paro, en España tiene un subsidio, sus hijos están escolarizados y la Seguridad Social es maravillosa en comparación con las prestaciones que ofrece este país, de modo que el Gobierno tiene que trabajar para que el rumano mejore la visión de su país y hace falta que vengan los que emigraron para que Rumanía cambie».
http://www.larazon.es/76968/noticia/...isten_a_volver
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Que no me abandone la Fe,cuando toque a bayoneta,que en tres días sitiamos Madridy en otros quince la capital, Lisboa.
Sic Semper Tyrannis
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