Respuesta: Evelyn Waugh

Iniciado por
Ordóñez
Y por curiosidad, ¿se relacionó Evelyn Waugh "explícitamente" para con la causa jacobita? Muchas gracias y disculpad mi ignorancia.
Estaba escribiendo al mismo tiempo. Pero veo que esta pregunta justifica mi postura en cuanto a conocer primero al autor. No se trata de hacer un semblante psicológico, sino conocer a la persona. Quien escribe es inevitable que vuelque sus ideas, experiencias, sentimientos, conocimientos, etc., siempre que sea alguien sincero y no un farsante, y alguno que otro me viene a la memoria.
Recuerdo que hace años viendo la versión original cinematográfica de "Mujercitas", hay una parte en la que la protagonista se va a Nueva York y conoce al melancólico y triste músico que luego se convertirá en su marido (lo siento no recuerdo los nombres de los personajes). Y él ante el empeño de ella de llegar a ser escritora le recomienda "escribe sobre lo que sepas". Es decir, quien escribe tiene que volcarse en su obra con más o menos intensidad, pero es inevitable que lo haga en alguna medida.
No tengo más datos biográficos sobre E. WAUGH que los aquí expuestos, pero reconozco que mi interés ha subido muchos enteros desde que se ha abierto el tema, y no tardaré en disponer de su biografía y de algunas otras de sus obras, además de la novela y serie tantas veces ya mencionadas.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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