Re: Garabandal
He estado en San Sebastián de Garabandal en varias ocasiones. La primera vez fue en agosto de 1989 en calidad de miembro de un grupo de investigación que actuaba por encargo expreso de una institución eclesial (de la que omito su referencia directa expresamente) a un centro de investigación sociológica.
En aquella ocasión me encontré con una pequeña aldea similar a las descritas en Peñas arriba de J.M. PEREDA, con una carretera de acceso cuyo firme era de cemento, todo un avance dado que hacía escasos años había que transitar por un camino con un todoterreno, a lomos de alguna caballería o andando. En la aldea había un par de fondas con viguería de madera renegrida de los humos de los hogares y de las más modernas cocinas de gas. En toda su extensión sólo un teléfono público la comunicaba con el exterior.
Allí pude ejercer mi trabajo de recogida de datos durante unos cuantos días, participé de experiencias inolvidables por parte de una gente sana, tanto los autóctonos como foráneos, y viví momentos personales que me dejaron una huella que no se puede transmitir a nadie, sólo se pueden vivir e interiorizar.
No voy a extenderme en descripciones de lo que hubo en su momento, porque no los viví (era muy pequeño entonces), pero sí tengo toda la constancia de que allí, mejor dicho, contra los acontecimientos de Garabandal sí hubo una auténtica conspiración para desacreditarlos, dándose situaciones esperpénticas e incluso de juzgado de guardia por parte de un grupo de personajes que deberían haber sido procesados o, cuando menos, algunos apartados de su misión.
No sé cómo será ese relato "novelado", si me hago con un ejemplar muy posiblemente pueda emitir un juicio crítico lo más objetivo posible. Y es que las mejores fuentes se escribieron hace ya unos cuantos años. Por su profundidad y detalle en el relato pormenorizado de los hechos, acontecimiento a acontecimiento en riguroso orden cronológico tenemos Se fue con prisas a la montaña de Eusebio GARCÍA DE PESQUERA, edición del propio autor que se puede conseguir actualmente en algún comercio del propio Garabandal. Son 558 páginas divididas en 27 capítulos más un apéndice y un epílogo, que narra en apretada letra los acontecimientos comprendidos entre 1961 y 1965.
Del mismo autor podemos encontrar Maran Atha ¡El Señor Vuelve! edición de Edit. CÍRCULO de Zaragoza. En esta obra se analizan los contenidos de los mensajes desde un enfoque escatológico, eso si, exento de morbo y ajustado a la Doctrina.
Otro autor esencial para el conocimiento de los hechos es el estudio del teólogo José Mª de DIOS que, además, y ahora hablo de memoria era canónigo de la Catedral de Tarragona y que publicó toda una serie de libros, todos en la mencionada Editorial CÍRCULO. Por ejemplo, de los que dispongo, destaco El gran portento de Garabandal, un análisis teológico de 431 páginas y Las apariciones de Garabandal ¿sin interés? en el que a través de otras 441 páginas analiza pormenorizadamente los análisis e informes médicos, las actitudes y acciones de ciertos miembros de la jerarquía eclesiática, y un sin fin de aspectos, muchos de los cuales, al igual que el análisis teológico en el anterior título citado, están planteados o comparados con los "criterios de credentidad" que aplica la "Comisión para La Doctrina de la Fe" (ignoro si este organismo del Vaticano sigue recibiendo la misma denominación hoy que entonces), en estos casos a efectos de determinar si se trata de fenómenos sobrenaturales, preternaturales o naturales. Aquí no caben las erróneas interpretaciones tan al uso, ni ese lenguaje que usa expresiones como "paranormal" para destacar lo que se sale de la "norma" y que es un cajón de sastre en el que cabe de todo.
Si alguien tuviese interés en aquellos acontecimientos, puedo proporcionar un enlace directo vía privada a un sitio que se ocupa ampliamente de todo. Desde luego, hubo momentos impresionantes y hay cuestiones sin resolver envueltas en un profundo misterio y que las autoridades de entonces y hasta las actuales, se encargaron de "sumergir" en un completo e interesado olvido.
Última edición por Valmadian; 04/12/2010 a las 20:22
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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