Excelente!!!!
Entrevista con el escritor e historiador Antonio Moreno Ruiz
Con motivo de la publicación del poemario de Antonio Moreno Ruiz “Clamores de un Español”, la ACT Fernando III el Santo ha aprovechado para realizarle una entrevista, en la que además de hablar sobre la obra en sí, analizamos las causas que han llevado a España a la degradada situación cultural y moral que hoy día padece.
Antonio Moreno Ruiz, nacido en la localidad Sevilla de Bollillos de la Mitación en 1981, vive desde hace varios años en Perú. Es Licenciado en Historia (con especialidad americana) además de profesor y traductor de lengua portuguesa. Ha publicado cinco títulos desde 2010, Los poemarios” ¿El amor es un embuste de poetas?” (Editorial El Taller del Poeta – 2010), “En voz alta” (Editorial Poesía eres tú – 2011), “Cosas de mi Andalucía” (El Taller del Poeta, 2013), “Clamores de un español” (Amazon, 2014) y la novela “Pasión Llanera” (Editorial Círculo Rojo – 2011).
ACT Fernando III el Santo – Antonio, con “Clamores de un Español”, tu cuarto poemario, reivindicas de alguna manera tanto las grandezas como las miserias de España, como fuente de sano Patriotismo. ¿Qué razón te ha inspirado a realizar esta obra en este preciso momento?
Antonio Moreno – Así es. La razón principal yo creo que se puede inspirar en la rebeldía ante la falta de amor propio y el desconocimiento de nuestra historia, de nuestra esencia. España es el único país del mundo donde el adjetivo “españolista” es despectivo, es que es de locos…
Con todo, no he escrito el libro en “clave política” por así decirlo, pues hay poemas inspirados y dedicados a figuras de nuestra historia muy diversa. Poetas como Gabriel Celaya o Miguel Hernández, que no pueden ser acusados precisamente de “fachas”, salen a relucir, por ejemplo. Puedo hablar del desastre del 98 como puedo hablar del color de los olivos o de los almogávares. He tratado de abarcar lo máximo posible en poco más de noventa páginas dedicadas íntegramente a nuestra patria.
ACT Fernando III el Santo – ¿Como definirías el poemario “Clamores de un Español”?
Antonio Moreno – Como un poemario que tiene distintas composiciones, pues aunque predominan formas de cuartetos o coplillas, también hay tercetos y versos libres, pero todo convergiendo hacia un mismo fin, y expresado a corazón abierto. En la reseña de Amazon expongo que “es un poemario que, de principio a fin, reúne un patriotismo hispánico tan autocrítico como sincero y ardiente, buscando la esperanza futura en el virtuosismo de las esencias tradicionales a través de unos versos que mezclan la lírica y la épica, las gestas y las tragedias, el terruño u el universo”. En verdad lucho contra la leyenda negra pero no con leyenda rosa, sino dentro de los términos más realistas posibles. Nuestra Historia tiene un conjunto de gestas y tragedias que debemos conocer y valorar para aprender y construir un futuro mejor. Pero por desgracia, al perder la conciencia colectiva, y al inculcarnos desde la más tierna infancia un absurdo, injusto y embustero complejo de inferioridad, hemos perdido toda idea de grandeza, y los valores básicos de nuestra gente son ninguneados, pisoteados, para acto seguido, estar regodeándonos en penas.
“Clamores de un español” es un grito por la justicia histórica y por el amor a la patria, por la comunidad de origen, por la tierra de los antepasados. Es un trueno contra la oscuridad del presente y un anhelo por un futuro mejor.
ACT Fernando III el Santo – ¿Consideras que la situación de falta de amor a la Patria es un problema español, o por el contrario es una enfermedad generalizada en occidente?
Antonio Moreno – En efecto, es generalizada en occidente, sobre todo desde la irrupción del progresismo, la herencia del llamado “marxismo cultural”, que curiosamente (o no…) se ha dado con mucha más virulencia en los países capitalistas. Álvaro D´Ors advertía ya en los años 80 que mientras que la brutalidad del comunismo podía dar mártires, el capitalismo no producía más que herejes y pervertidos. No obstante en España, todo pseudo-patriotismo que ha querido ir acompañando a la modernidad, necesariamente ha supuesto un brutal rechazo al pasado, a suponer que todo en España estaba mal y que la única forma que había de hacer un “país nuevo” era denostar y enterrar el pasado violentamente. Así, antes que la izquierda, el liberalismo había allanado el terreno. Y es que la izquierda no arraiga sino allá donde el liberalismo ha dejado su nefasta semilla. Mientras que en algunos países hispanoamericanos levantaban estatuas a conquistadores y virreyes, el masón Castelar decía que el imperio español había sido un inmenso sudario de sangre. Luego llegó el socialista Pablo Iglesias diciendo que su objetivo era la supresión de la iglesia, el ejército y la magistratura. El jacobino Manuel Azaña decía que había que acabar con la falsa historia propagandística de una monarquía católica imperialista. Así, los revolucionarios rojos recogieron el testigo de los liberales, cuyo problema ya empezó en el acomplejamiento que se experimentó en España con la Ilustración. en el siglo XVIII, lo cual censuraba el gran patriota José Cadalso, el cual decía en sus excelentes “Cartas Marruecas”:
“..la generación entera abomina de las generaciones que le han precedido. No lo entiendo.”
“Por lo que toca a las ventajas morales, aunque la apariencia favorezca nuestros días, en la realidad, ¿qué diremos? Sólo puedo asegurar que este siglo tan feliz en tu dictamen ha sido tan desdichado en la experiencia como los antecedentes.”
“Concédete cierta ilustración aparente que ha despojado a nuestro siglo de la austeridad y rigor de los pasados; pero, ¿sabes de que sirve esta mutación, este tropel que brilla en toda Europa y deslumbra a los menos cuerdos? Creo firmemente que no sirve más que de confundir el orden respectivo, establecido para el bien de cada estado en particular.”
A diferencia de los quejitas y auto-flageladores que van desde la generación del 98 a Pérez-Reverte (con todo el talento literario que tienen, que no lo niego), José Cadalso murió intentando recuperar Gibraltar para España. Era autocrítico pero, al igual que Gaspar de Jovellanos, amaba profundamente a su patria y estaba dispuesto a dar la vida por ella, cosa que no hacen los que tanto nos hablan de progreso y demás palabritas que ya sabemos cómo se traducen en la realidad. Y ese patriotismo tan tradicional como autocrítico de Cadalso y Jovellanos la verdad es que me ha inspirado bastante a la hora de elaborar este poemario.
Hay que pensar, asimismo, en cómo los revolucionarios españoles apoyaron el secesionismo en Hispanoamérica, mientras que los realistas americanos vencían las batallas solos, pues luego personajes como Morillo o La Serna desbarataron toda su obra, pactando la separación de la monarquía con la oligarquía criollo-mestiza y el imperialismo británico.
Creo, volviendo a la raíz posible de todo esto, que en la Ilustración se gestó un divorcio entre una élite ilustrada-neoclásica y un pueblo barroco que luego, tras la falta de autoridad que sufre el pueblo ante la invasión napoleónica, intenta ser aprovechado por los liberales, que se ven frustrados cuando el pueblo español acoge como libertadores a los Cien Mil Hijos de San Luis. Toda esa propaganda se vuelve rencor, y al no obtener el fervor popular, se transforma en la gestación de un auto-odio cuyo ridículo trágico hoy padecemos.
Es curioso, pero se da un paralelismo muy interesante con Rusia, gran nación a la que primero los señoritos liberales afrancesados y luego el leninismo le inyectaron exactamente el mismo veneno antipatriota. Luego vino el padrecito Stalin y no tuvo más remedio que hacer una suerte de patriotismo paralelo, como en España lo intentó el Frente Popular en la Guerra. Pero ya era tarde.
El caso de la izquierda alemana es similar en cuanto a agresividad antipatriótica. Lo que pasa es que en Alemania ya había calado una suerte de nacionalismo estatalista. En España y en Rusia, sin la figura de la monarquía y la vocación imperial, espiritual y federativa, heredado de la tradición romana, ha sido imposible crear nada paralelo.
ACT Fernando III el Santo – La España actual, no cabe duda de que padece innumerables problemas, de los cuales, la amenaza de secesión en algunas de sus regiones sea ahora mismo el más grave. Pero tampoco podemos olvidar que estamos a la cabeza en abortos y divorcios, corrupción o fracaso escolar por poner unos simples ejemplos. ¿Cuales crees que son las razones principales que han llevado a España a esta situación?
Antonio Moreno – Mmmm buena pregunta… En verdad creo que forma parte de lo que venimos hablando, es toda una reacción en cadena. Puede ser la consecuencia de malas políticas aplicadas desde hace mucho tiempo. La cosa está en que siempre había una resistencia espiritual y social fuerte. Al perderse casi por completo la espiritualidad, quedando muchas veces como vano recurso “folclórico”, y en muy buena medida gracias a un clero acomodaticio y traidor, que desde los años 50 se estaba entregando o bien a liberales o bien a marxistas y está consiguiendo lo que el Frente Popular no pudo, lo demás ha ido cayendo como un castillo de naipes. Nuestra constitución histórica ha sido la defensa de la fe y de la corona, si el español no tiene esa guía, no tiene nada. Y otros aprovecharán el inmenso vacío…
ACT Fernando III el Santo – ¿Crees que España, y me refiero a su alma, es recuperable teniendo en cuenta como ha penetrado el mensaje modernista en todas sus instituciones y capas sociales?
Antonio Moreno – Por supuesto que es recuperable. Mientras hay vida hay esperanza, y la fe mueve montañas. No obstante fácil no es, y si no somos conscientes de los terribles problemas que nos acucian, y de cómo hemos de trabajar con cabeza las cosas, entonces sí que nunca saldremos de esta. Veo demasiada obcecación y poco espíritu realista y constructivo, y eso acaba cansando. No obstante, sí que se puede.
ACT Fernando III el Santo – Cambiando de tema, ¿Cómo ves el actual panorama cultural español?
Antonio Moreno – Sencillamente desolador. Salvo Aquilino Duque, Juan Manuel de Prada, algunas obras históricas de Carlos Canales, Miguel del Rey y Fernando Martínez Laínez, y muy poco más, como Valle-Inclán expuso en “Luces de bohemia”: Yo nunca leo a mis contemporáneos. No me gusta casi nada de lo que leo. Me siento más identificado con Alexander Solzhenitsyn, quien fue insultado en la España de 1976 (cómo estaba ya el patio...) que con muchos personajillos que pululan por ahí.
No me las doy de gran entendido, pero en España es la misma administración la que premia el mal gusto. Hace poco en el Perú, un pseudo-artista que estaba marginado por la ínfima calidad de sus trabajos y por apoyo al terrorismo de Sendero Luminoso, ha sido financiado por el Centro Cultural de España. La aberrante exposición consistía, entre otros, en presentar a Santa Rosa de Lima como un travesti. Así se comprende el desierto cultural que nos azota.
En pintura, sin embargo, también hemos de citar como honrosísima excepción al maestro Augusto Ferrer-Dalmau, de cuyo arte me serví para elaborar la portada de “Clamores de un español”. Creo que el arrojo del piquero retratado por el gran catalán expresa a la perfección mi propósito.
ACT Fernando III el Santo – Desde un lugar tan querido para los españoles como es Perú, la Nueva Castilla. ¿Cómo se siente hoy en día lo que Ramiro de Maeztu llamó la Hispanidad? ¿Sigue habiendo una relación fraternal con la Madre Patria?
Antonio Moreno – En el Perú, como toda Hispanoamérica, por desgracia ha calado bastante la Leyenda Negra. Todo es culpa de los malvados españoles, una especie de extraterrestres que se llevaron el oro y violaron a las pobres e inocentes indias. Les quitamos un paraíso perdido como fue el Incanato, donde todos eran altos y esbeltos, etc. Creo que el chavismo, especialmente, ha tenido culpa de los últimos rebrotes. No obstante, es curioso, porque cuando en el 2012 comencé a notar la llegada de compatriotas a mansalva, me alegraba mucho, pero conforme iba conversando con ellos, me llenaba de desilusión. Buena parte de nuestros compatriotas son más apólogos de la Leyenda Negra que los indigenistas americanos, y aparte, consideran que el aborto o los bodorrios homosexuales son conquistas sociales. Eso en un país cuyos hijos están emigrando por necesidad, algo que no se veía desde hacía bastantes años... Así que con este panorama, poco le puede exigir uno a los hispanoamericanos, cuando los liberales españoles llevan promoviendo el odio a España desde hace dos siglos.
La ventaja con la que se cuenta aquí es que tanto indigenismo ha supuesto una indigestión a la que está siguiendo una reacción intelectual interesante. Mucha gente ya se cuestiona los fastos de los bicentenarios de las independencias, y el peruano sabe escuchar y tiene interés por aprender, al contrario que muchos de nuestros compatriotas, quienes todo se lo toman por lo personal y acaban chillando y presumiendo de sabios a la primera de cambio.
Hay que tener en cuenta que la historiografía crítica para con las independencias parte de Hispanoamérica, mientras que en España nada se hace. No hace mucho que se nos han ido dos figuras como el argentino José Manuel González y el colombiano Luis Corsi Otálora, cuyas obras las publicó la editorial argentina Nueva Hispanidad, santo y seña de buenos trabajos. Pero fijémonos en que si no fuera por el colombiano Pablo Victoria, nada se sabría en España sobre Bernardo de Gálvez, Blas de Lezo o las brutales matanzas de Bolívar. El peruano José Antonio Pancorvo acaba de publicar “Demonios del Pacífico Sur,” una excelente novela que aborda el tema. Asimismo, el historiador Francisco Núñez del Arco, de cuya amistad me honro, está haciendo una gran labor a través de su presidencia del Instituto Ecuatoriano de Cultura Hispánica. Y parece que este mensaje va calando poco a poco, a pesar de la propaganda artificial. Hay mucha curiosidad sobre el tema e incluso ya algunos “indigenistas clásicos” admiten sus exageraciones. En cambio, no podemos decir lo mismo de España, donde la propaganda antihispánica parece cada día mayor. Aquí seguirá el chavismo y sus adláteres, pero esta corriente hispanista crece, y cuestión de darle cuerpo y de apoyarla con toda consideración por parte del patriotismo español de bien. Creo que tenemos un deber moral en ello. Y es que pienso que la batalla por la Hispanidad se librará en América antes que en España. Los ingleses ya lo entendieron, y desde el XVIII andan diciendo que “a España hay que vencerla en América y no en Europa”.
ACT Fernando III el Santo – Para finalizar, ¿puedes adelantarnos alguno de tus próximos proyectos?
Antonio Moreno – Pues mi próximo proyecto es una novela sobre la mafia napolitana en Sevilla, que D.m. pronto verá la luz también a través de Amazon. Asimismo, sigo colaborando con las revistas “Raigambre”, “La Razón Histórica”, y con el diario digital “El Contemporáneo”. En el 2013 dejé perfilados varios proyectos poéticos y novelísticos que irán saliendo mientras que el cuerpo aguante y Dios lo permita.
Clamores de un español (Spanish Edition): Antonio Moreno Ruiz: 9781494953171: Amazon.com: Books
http://poemariodeantoniomorenoruiz.blogspot.com
ACT Fernando III el Santo – Muchas gracias Antonio, y en el común amor a la Patria y a nuestra Santa Tradición te deseamos el mayor de los éxitos tanto con este reciente poemario, así como en tus futuros proyectos.
Luis Carlón Sjovall
Presidente ACT Fernando III el Santo
A. C. T. Fernando III el Santo
Excelente!!!!
"RAIGAMBRE" ENTREVISTA AL ESCRITOR ANTONIO MORENO RUIZ
*Entrevista coordinada por Luis Gómez
¿Quién es Antonio Moreno? Antonio es un sevillano algo diferente, un individuo lleno de contrastes y de sorpresas agradables. Alguien que cuando se conoce, es difícil de olvidar. Nacido en Bollullos de la Mitación (Sevilla) en 1981, se licenció en Historia hace ya muchos veranos. Eligió la especialidad americanista, quizás por esa pasión que sentimos los españoles por nuestros hermanos de ultramar, que es mucho más profunda en el alma, cuanto más al Sur de la Piel de Toro se nace. Por avatares del Destino, en la actualidad ejerce como profesor y traductor de lengua portuguesa en Lima, “Ciudad de los Reyes”.
Por altura y por su pelo rubio, más bien podría pasar por norteño que por un sevillano de pro, pero su acento le delata. Pero esa es otra de las grandes sorpresas que guarda la persona de Antonio Moreno una vez que se le va conociendo. Trabajador incansable, y profuso investigador, lo entrevistamos en RAIGAMBRE por que ha dado a la estampa una nueva obra poética (y es la cuarta) titulada CLAMORES DE UN ESPAÑOL
RAIGAMBRE: ¿Por qué la poesía como modo de expresarte?
A.M.R.: En verdad no sabría dar una explicación concreta. Hay quien me hace alguna alusión genética, pues es curioso cómo en mi rama materna y paterna ha habido cierto cultivo de la poesía. Pero yo no lo achaco a la genética. Desde muy niño sentía ganas de escribir, y de hecho, todavía conservo algunos diálogos que me inventaba en las vacaciones. Sentía mucha curiosidad por la literatura y la historia, y eran las dos únicas buenas notas aseguradas. Ya en el instituto, escribí algún poema, y poco a poco me fui atreviendo. Naturalmente, ahora provocan vergüenza ajena… Pero los fui puliendo, hasta que en el 2010 me decidí a publicar mi primer poemario. Y me arrepentí de no haberme atrevido antes, pues es algo que siempre ha estado en mi cabeza y en mi corazón, y hay que vencer la timidez y dar el primer paso. Primero me atreví con la poesía, con lo que me siento muy a gusto, aunque últimamente quizá le estoy dando más a la prosa, cultivando el artículo y la novela. Falta el ensayo, eso sí…
Quien conoce bien a Antonio, sabe que el hecho de estar a tantos miles de quilómetros lejos de sus seres queridos es algo que lleva con resignación. Las “saudades” son frecuentes, y un buen remedio para calmar esas nostalgias son las poesías…
RAIGAMBRE: Este no es tu último trabajo literario, pero si es tu primera incursión en el mundo digital de AMAZON. ¿Está mal el mundo editorial? ¿Hay otras razones?
A.M.R.: Pues la verdad es que considero que el mundo editorial está bastante mal. Me hace mucha gracia cuando tanto se emplea la palabra “cultura”, porque en la práctica, todo es dinero. La gran mayoría de las editoriales te exigen que pagues por adelantando, comprándote tú como cien libros o más, y luego que los vendas por tu cuenta y así recuperas ese dinero. Si en España eso era difícil, lo conseguía, pero estando en el extranjero es sencillamente imposible. No hay ninguna posibilidad para la mayoría de los jóvenes autores.
En España conocí, eso sí, El Taller del Poeta, editorial con la que publiqué “¿El amor es un embuste de poetas?” y “Cosas de mi Andalucía”, que no te exige eso. Es una honrosa excepción.
Con todo, estando en el Perú, vi a Amazon como la opción más acorde en todos los sentidos.
RAIGAMBRE: La temática de “Clamores” es muy particular. ¿Por qué ese tema y no otro?
A.M.R.: Pienso que, como los buenos flamencos, hay que tocar todos los palos. En “¿El amor es un embuste de poetas?” abordé el tema del amor. Fue algo muy lírico, aunque también con sus puntillos de picaresca y cinismo. “En voz alta” ya fue una lírica más integral, un poemario muy variado, donde me situé sobre las más diversas imágenes, sentimientos e inspiraciones. Luego vino “Pasión Llanera”, una novela ambientada en los Llanos de Venezuela, donde varias historias de amor se entrecruzan en un ambiente social y político cargado, coincidiendo con el bicentenario de las independencias americanas, acaso mi mayor obsesión académica. Y es que pienso que España no se puede entender sin el Nuevo Mundo, y menos todavía Andalucía y Canarias. Luego vino “Cosas de mi Andalucía”, un poemario de una lírica regionalista pero buscando una Andalucía alejada de ciertos tópicos cansinos, una Andalucía más normal, alejada de politiqueos y vanos exotismos, cantada sobre todo desde mi ámbito rural, porque al igual que García Márquez dice que tiene que escribir siempre pensando como caribeño, yo no puedo hacer otra cosa que escribir como andaluz integral que soy, desde ese Bollullos de la Mitación que me vio nacer y crecer entre olivos, naranjos, pinos, viñas y trigales, entre las tejas de las casas, la iglesia y las ermitas, en un barroquismo perenne oliente a azahar y exultante de música. Y como no hay patria chica sin patria grande y viceversa, pues yo soy español por andaluz y andaluz por español, sin engañosos galimatías, así que después de lo regional le tocaba el turno a España en todo su sentido.
Sólo hay que saber tocar el tema. Antonio, de particular reservado y expectante, se suelta y charla cómodamente si el interlocutor saca a la palestra un tema con el que él se sienta a gusto…, y hablar de las intimidades de su obra, es algo que no le desagrada, pues ve, con el paso del tiempo, como ha crecido en tamaño, pero también en profundidad…
RAIGAMBRE: ¿No temes que se censure o se te encasille por hablar de un tema tan “políticamente incorrecto?
A.M.R.: Ya no. No te niego que hace años tal vez se me pasó por la cabeza, pero habiendo tenido que emigrar por falta de trabajo y expectativas, y recibiendo tantos palos de un lado y de otro, si encima uno se calla, se muere en vida. Hay que escribir lo que uno siente, lo contrario es engañar no ya a los lectores, que por supuesto, sino engañarse a uno mismo, lo que constituye la indignidad más grande. Y expresarse a corazón abierto es el mayor tesoro de la auténtica libertad.
Diremos a los lectores que CLAMORES DE UN ESPAÑOL son una serie de poemas con una temática muy particular. Unos poemas desde donde el autor habla y canta con el corazón, sin miedo, y canta a España, sus gestas y sus logros. Sus miserias y sus glorias. No con odio ni envidia, pero si con pasión.
RAIGAMBRE: Háblame de tus otros trabajos anteriores. Qué cambiarías o que no cambiarías, ahora que ya ha pasado el tiempo desde su publicación.
A.M.R.: Hombre cambiar, cambiar, no cambiaría gran cosa. Lo hecho, hecho está, y a lo hecho, pecho. Con cuatro poemarios y una novela en mi haber, la verdad es que no me puedo quejar. Aunque si te soy sincero, a veces me da vergüenza, porque no estoy conforme con nada. “Pasión Llanera” fue un trabajo muy experimental en el sentido de que, como Valle-Inclán hizo en “Tirano Banderas”, jugué a conjugar el lenguaje español (principalmente andaluz) y el americano, basándome mucho en el ámbito del Caribe. Fue jugar con la imaginación a todo pasto, aun estudiando el paisaje y el lenguaje. A día de hoy quizá escribo más directamente desde una mentalidad andaluza lineal, y es que me he propuesto que mi terruño sea el centro de mi universo literario. Si García Márquez lo hizo con Macondo, ¿por qué el corazón del Aljarafe no? Yo creo que hay que darle valor a la tierra, ahora más que nunca, y aunque la realidad siempre supera a la ficción, mi pueblo siempre será una fuente máxima de inspiraciones.
La tierra, el pueblo, la familia y los amigos, los recuerdos y las añoranzas. Son el equipaje de los emigrantes, y Antonio Moreno, en estos momentos, es uno más de los que hay en el mundo…
RAIGAMBRE: Actualmente resides en Perú. ¿Qué diferencias hay entre la comunidad literaria española y la peruana?
A.M.R.: Por desgracia creo que ya no quedan comunidades literarias como tales. Pero para entendernos, digamos que en España ya se ha perdido la “autoridad intelectual” y muchos que van de literatos son iguales que el resto, mientras que en el Perú, lo que se entiende por literato, normalmente está en una atalaya farandulera, pero su expresividad no coincide con lo que piensa mucha gente. Por ejemplo, me causó mucha impresión que Vargas Llosa es un personaje muy impopular. Otros personajes parecidos están al nivel progre europeo, cosa que en determinados países hispanoamericanos no cuaja, y no es una cuestión de derecha/izquierda. Es más complejo. Y claro, otra cosa que ocurre aquí es que los precios de los libros suelen ser desorbitadamente caros, más que en Europa, por lo que la gente acaba acudiendo a otras fuentes.
En España, sin embargo, no hay una ruptura entre los pseudo-intelectuales y el resto porque por desgracia, ya todo el mundo es igual de progre, y el pensamiento único se impone como imperio del aburrimiento y la fealdad, sin creatividad ninguna, sin raíces, sin alma. Y tampoco tiene que ver con derecha o izquierda.
RAIGAMBRE: ¿Es más fácil editar allí o en España?
A.M.R.: En verdad en ninguna parte, aunque en España, gracias a El Taller del Poeta y alguna que otra iniciativa que se me puede escapar, digamos que hay cierto respiro. Aquí la única fórmula que veo para publicar es estar muy holgado de dinero.
RAIGAMBRE: ¿Qué tal es la acogida de tus obras en esas latitudes?
A.M.R.: En principio yo veía que ninguna, pero una vez hice un acto en la Bodega Ibérica, el comercio de un amigo alicantino donde podemos encontrar toda variedad de productos de nuestra tierra, y la verdad es que la acogida fue impresionante, me quedé sin libros. Gracias a los amigos del Centro Español de Lima, asimismo, tuve la oportunidad de impartir la conferencia “La influencia hispanoamericana en el flamenco”, y estamos pendientes de proyectos similares. Porque lo cierto es que la gente aquí tiene interés en aprender y sabe escuchar. No puedo decir lo mismo de España, donde todo el mundo se cree ser un sabio a base de gritos. Por desgracia el modelo de Belén Esteban ha calado demasiado.
Preguntar esto a una persona tan dinámica y activa como lo es Antonio Moreno, es pura retórica, pero el entrevistador debe hacer su trabajo, así que me decido y le pregunto…
RAIGAMBRE: ¿Algún proyecto nuevo?
A.M.R.: Sí, en breve, D.m., publicaré una novela sobre la mafia napolitana en Sevilla. Fuera aparte, tengo terminados varios proyectos novelísticos y poéticos, que irán viendo la luz, también D.m., en los años venideros. Y me enorgullezco en ser parte activa de la revista “Raigambre” y colaborar con otros proyectos, como la revista “La Razón Histórica” y el diario digital “El Contemporáneo”.
Gracias por citarnos, pues lo cortés no quita lo valiente. RAIGAMBRE tiene la vocación de servir de vehículo de expresión de escritores, ensayistas, historiadores que huyan de los tópicos. En este blog, sus trabajos o artículos son publicados sin censuras, sin ataduras y sin restricciones. Los autores noveles, o los ya consagrados, comparten el mismo espacio donde se forman y se nutren unos de otros.
RAIGAMBRE: Además de poesía has escrito novela “Pasión llanera”. ¿Con qué género te sientes más cómodo trabajando?
A.M.R.: Pues mira, en principio te diría que con la poesía. Desde el 2009 al 2013 escribí muchísima poesía. Pero el 2013 acaso ha supuesto un punto de inflexión y gracias a los artículos me he puesto mucho más con la prosa, lo cual me ha influenciado para atreverme a escribir novela. Así que creo que está habiendo ahora una evolución en mi producción.
RAIGAMBRE:¿Quiénes son los personajes que más influyen en la obra poética de Antonio Moreno?
A.M.R.: Sin duda mi pueblo. Treinta años de vida en aquel rincón de la Sevilla rural dan para mucho. Y creo que es de justicia que eso se refleje en mi obra. Y no es sólo ya por mi crianza, sino porque mi árbol genealógico está absolutamente enraizado en el sur. Es un dulce deber exteriorizar eso.
RAIGAMBRE: ¿Y en la literaria?
A.M.R.: ¡Uf, buena pregunta! Como mi producción, creo que va evolucionando. Por ejemplo, con veintipocos, podría decir que mi poeta favorito era Rubén Darío. En cambio, ahora mismo mis buques-insignias son Miguel Hernández y Fernando Pessoa. Aunque últimamente estoy leyendo mucho a Federico García Lorca.
Eso sí: Si tuviera que elegir un escritor por encima de todos, yo diría que como Quevedo, ninguno. Y eso que nuestro Siglo de Oro dio para mucho.
Luego por ejemplo me gustan mucho los literatos gallegos del XIX y el XX. Creo que en la cultura gallega el surrealismo es diferente del andaluz, que se supone más expresivo en sus formas. El gallego tiene un punto así como de humor negro y laconismo tajante que me causa mucha sorpresa. Leí mucho a Rosalía de Castro en su día, pero si he de nombrar a un escritor que me llama poderosamente la atención, ése sería Valle-Inclán, un genio creativo de la lengua española como pocos. Después de Quevedo, en ese sentido original y creador, creo que Valle-Inclán y muy pocos más. Pero bueno, no todo es surrealismo, porque el tronco galaicoportugués me encanta por su elevado sentido lírico, cuna peninsular en ello, como recordaba Menéndez Pelayo, quien con otro Menéndez, Pidal, han sido dos sabios cuyos estudios me han ayudado mucho a comprender el alma de nuestra patria. Y es que siempre he sido un lusófilo confeso, y aparte, en la emigración descubro que me entiendo bastante bien con los gallegos. Al final, todo calza.
Hablando de surrealismo y cercanías, el realismo mágico me atrae bastante, sobre todo desde que leí “Las lanzas coloradas” del venezolano Arturo Uslar Pietri, un libro que ya en la universidad me impactó. Como libro, tal vez ha sido el que más me ha influenciado. Como artista de la novela, y siguiendo en este género, García Márquez me parece muy bueno. Yo pensaba que el realismo mágico exageraba, empero, desde que estoy en Hispanoamérica, veo que hasta se queda corto, aunque tenga sus manipulaciones. A los andaluces se nos presupone el surrealismo, pero lo de aquí es más intenso, complejo… Por más que uno crea estar más o menos versado en la literatura hispanoamericana, hasta que no lo vive, no se lo cree.
Por otra parte, gracias a la bibliofilia de Joseph Pearce, he conocido a literatos ingleses muy recomendables. No obstante, he aquí mi conexión rusa, porque si bien yo me había adentrado leyendo a Dostoyevski principalmente, fue gracias a la biografía que Pearce hizo de Solzhenitsyn como fui conociendo a este gran polígrafo que, sin duda, es el intelectual que más me ha influido. Le tengo mucho cariño a Dostoyevski y a otros literatos rusos, pero como Solzhenitsyn, ninguno. Y es que en verdad Rusia me interesa muchísimo en toda su dimensión histórica y cultural, y sin Solzhenitsyn creo que no podría decir eso.
Lo dicho. No hay nada más que saber tocar el tema, y Antonio se suelta y habla largo y tendido. La literatura le encanta, le encanta aprender, y en ese terreno se siente seguro y responde sin ataduras y sin miedos
PARA FINALIZAR:
Muchas gracias por darme la oportunidad de esta entrevista. Es un orgullo poder expresarme como literato en esta gran revista de la que formamos parte con todo nuestro fervor.
Para comprar “Clamores de un español”, hay que acceder al enlace:
Clamores de un español (Spanish Edition): Antonio Moreno Ruiz: 9781494953171: Amazon.com: Books
Muchos saludos.
RAIGAMBRE
Aunque con muchísimo retraso, debido a mi larga ausencia de este Foro, mi más entusiasta enhorabuena para mi tocayo, compatriota y correligionario que tuvo la "suerte" (léase la Gracia de Dios) de ser tocado por ella mucho tiempo antes que yo y pudo salir del marasmo ideológico de lo que él y yo sabemos.
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