AL MISMO ASUNTO.
(De Juan de la Cueva.)
Al conde Sancho Fernandez Su madre le arma traicion,
Y le procura la muerte, Contra fe, ley y razon,
Por casarse con un moro, A quien le tomó aficion.
De cuyo amor ciega y presa, Sujeta a su indiscrecion
A su inmoderada furia, A su sensual pasion,
Sin poner nada delante Y por cumplir su intencion,
Le mandó à Castilla en dote, Y el condado de Aragon.
Resoluto en este intento Su obstinado corazon,
Andaba inquiriendo medios , Solicitando ocasion
De dar la muerte a su hijo, Y alcanzar su pretension ;
Y para que venga á efecto, Tal remedio apercibió :
Que al vino mezclen veneno, Y aquesto comunicó
Con una criada suya, Que para el hecho eligió,
Por mas sagaz y fiël Para tal conjuracion.
La criada, habiendo oido Tan gran determinacion,
Tan horrible y fiero intento, Temió la administracion;
Y así, temiendo y dudando, Puesta en grave confusion,
Andaba fuera de sí En esta imaginacion,
Confiriendo y revolviendo Mil cosas, en tal sazon,
Que todas le traen cuidosa Temiendo su perdicion,
Viéndose en aquesta duda, Y puesta ya en la ocasion,
Presente el horrible dia Que para el hecho asignó
La cruel madre, contra el hijo, Contra humana condicion;
Fuése adonde estaba el Conde Seguro de tal traicion,
Y llamándole en secreto, De este modo le habló :
- Señor, en tí confiada, Y en tu grande discrecion,
Que tomarás mis razones Cual es mi pura intencion,
Vengo á hacerte saber Tu cercana perdicion,
Para que proveas remedio, Antes que agrave el dolor;
Y es, que tu madre procura , Movida de un ciego error,
De un vano y loco deseo, De una indiscreta pasion,
Por casarse con un moro A quien sin seguir razon
Ama disolutamente, Sin tener moderacion,
Ni mirar á su nobleza Ni á tu nombre, ni á su honor,
Que no emprenda tal hazaña, Contra sí, y nuestra nacion ;
Porque el corazon que ama Mal admite correccion,
Y a mujer determinada, Nada mueve su opinion :
Así cual á esta tu madre, Que sin mas contradicion,
Sin que la mueva consejo, Ni la atraya persuasion,
Que deje tan fiero intento Y se someta á razon,
La cual ni sigue ni admite Contra tal disolucion
En la furia de su fuego, Y en querer su destruicion;
Para lo cual ha ordenado El tiempo y disposicion,
Y hame dado el cargo á mí De administrar su traicion,
Mezclándose con el vino Una mortal confeccion,
Y hoy le la da en la comida, Y esto es lo que ordenó :
Por eso, busca remedio Sin decir quien te aviso.-
Dijo el ama : El Conde queda Alterado, sin color;
Por una parte dudoso, Y por otra con temor;
Entre miedo y entre duda, Aquesto le respondió:
-Ya que has querido avisarme Movida de compasion,
De la crueldad de mi madre, Y su injusta indinacion,
Por lo cual, yo te prometo El debido galardon,
Que corresponda á tal hecho, Con tal remuneracion :
Mas quiero que en este caso En que el cielo te inspiró,
Sigas con el orden mio, El que mi madre te dió,
Y así mezcles el veneno Del modo que te mandó,
Y me lo dés que lo beba En su mortal confeccion.-
Parte la criada al punto En esta resolucion;
Queda el Conde confiriendo Solo, en su imaginacion,
Qué modo seguirá en esto Que sea de mas honor :
Si dará muerte á su madre, Sin descubrir la traicion;
Si dará noticia d'ella Pidiendo satisfaccion,
Determinábase á uno; Volvia, y decia no,
Quizá me engaña esta dueña, Y tal maldad levantó
Por estar mal con mi madre, Para que la vengue yo.
En esto estaba ocupado, En tal duda y confusion,
Cuando se llegó la hora Que la madre señaló,
Que era cuando subia Febo Adonde cayó Faeton.
Llaman al Conde á comer, Cual solia á tal sazon;
Siéntase luego á la mesa Y su madre se asentó;
Sírvenles varios manjares De toda recreacion;
Alzan unos, tráenles otros Diferentes en sabor :
Gustan, aplacan la hambre Arde el natural calor;
Pide el Conde de beber, Y la dueña que lo oyó,
Trae el venenoso vaso, Y dándosele, tosió,
Acordándole que estaba Allí la mortal pocion :
Tomólo el Conde en la mano, Y á su madre así habló :
- Beba vuestra Señoría, Gustará el mejor sabor,
Que jamas ha visto en vino, Desde el dia en que nació.—
Oyendo la madre al hijo, Riéndose respondió :
-No quiero beber agora Hijo mio, bebed vos,
Que cuando yo tenga gana Beberé, aunque vino , no.-
-Será muy mala crianza , El Conde le replicó,
Que beba primero el hijo, Que su madre, y no es razon :
Y así la trabó del brazo Y el vaso en poder le dió,
Diciéndole, que bebiese Luego, sin mas dilacion :
Y empuñándose á una daga, Con ella le amenazó.
Temiendo al hijo, la madre El mortal vaso bebió,
Con que se entregó a la muerte, Que dar al hijo pensó.
Dúdase en aqueste hecho Si fué justo, ó sin razon ;
Unos afirman que sí, Otros defienden que no.
Dan diversos pareceres, Y concluyen su quistion,
Que remitan la sentencia Al juicio del lector.
(CUEVA, Coro Febeo.)
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