El rebaño de Cristo al año ciento, -segundo siglo, tuvo tal aumento,
que excita admiracion ver como crece, -y en Provincias y Reinos se establece.
Los fieles perseguidos mas se alientan : -cuantos mas martirizan mas se aumentan,
y la sangre que vierten los Tiranos -parece que es semilla de Cristianos.
Sobre el dia de Pascua mil cuestiones -los dividen en varias opiniones.
Se empeña Victor en que Oriente ceda, -mas hay por su opinion quien interceda.
Los Judios en tiempo de Trajano -se enfurecen queriendo de Adriano
el yugo sacudir, mas vence Roma, -que de su orgullo la venganza toma.
Por rumbo opuesto los Cristianos giran -leales á el Imperio: aunque se miran
perseguidos derriban sus ejemplos -los falsos Dioses de sus torpes templos.
Con los fieles clemente es Antonino -por una apologia de Justino,
y por una victoria memorable -Marco Aurelio á la Iglesia es favorable.
El Ródano de madre sale ufano, -teñido en roja sangre que el Tirano
de Mártires derrama, que contentos -por Cristo dan los últimos alientos.
El siglo de hombres grandes es fecundo, -que errores vencen alumbrando al mundo.
Acusado el Cristiano es de Caribe, -porque llega al Altar y á Dios recibe,
de lesa Magestad, y de Ateismo, -y de ser de torpezas un abismo.
Quadrato y Aristides sabiamente, -Meliton y Justino hacen patente
que todo es impostura, y aun deshecha -dexan de estos delitos la sospecha.
El Jayo, Saturnino y Valentin, -los Gnosticos, Carpocras y Florin,
Cerdon, Marcos, Berilos, y Montanos, -Apeles, Teodoros y Alexianos,
con Marcion y los ciegos Tacianitas, -y mas ciegos los ciegos Adamitas,
con otros Heresiarcas, mucho daño -de Cristo intentan al feliz rebaño
sin volver al redil, aunque llamadas -las ovejas errantes y obstinadas.
|
Marcadores