Este personaje es de esos pseudointelectuales, es decir, "enteradillos ocurrentes" que ha producido la izquierda cavernaria de este país durante algunas décadas. Entre las absurdas "gracietas" del personaje, está la de pretender "cocinar" a Cristo. Ahora se las ve con la Justicia y se arriesga a una condena de 200.000 pavetes que a ver de dónde los saca, porque vender disquillos con su "música de acera", tal como está el mercado discográfico, no creo que venda muchos, claro que lo mismo es de los paniaguados a costa del erario público, cualquiera sabe.

La cuestión es que "el gachó" no entiende --¡qué pena!-- que haya "ultracatólicos" (en expresión suya) que lo tengan en el punto de mira. Como tampoco entiende --¡pobrecillo!-- que la institución de la Eucaristía, sea a base de "comer su cuerpo y beber su sangre" y, por tanto, ¡qué más da si está cocinado o no!

Estos tipejos no entienden, ninguno de ellos, pues no tienen capacidad para ello, de que el católico siente y vive a Dios como Padre espiritual y Creador igual que siente y vive a su padre biológico y social que lo ha engendrado en este mundo. Nadie tolera ofensas a sus progenitores, el insulto o la burla de ellos son motivos suficientes para que se pueda montar una considerable bronca, ¿por qué entonces esta gente se empeña en ofendernos? ¿Porqué este indeseable ultrarrojo, ultraizquierdista se empeña en insultarnos a través de la burla de Dios y de nuestra lógica respuesta? Son nauseabundos...


Javier Krahe: "No tienen ni pies ni cabeza esos catlicos" - Libertad Digital