ETA hace estallar cuatro artefactos explosivos en juzgados de paz de Euskadi y Navarra

Las bombas de fabricación casera y de escasa potencia sólo han causado daños materiales en Amurrio, Gernika, Ordizia y Berriozar
Cuatro sedes judiciales ubicadas en las localidades vascas de Ordizia, Amurrio, Gernika y en Berriozar (Navarra) han sido objeto de sendos atentados con bomba perpetrados por ETA durante madrugada pasada. En todos los casos se han registrado daños materiales de escasa entidad, sin que haya habido heridos.

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El estudio preliminar realizado por la Ertzaintza de los artefactos de Gernika, Ordizia y Amurrio ha determinado que las bombas, de escasa potencia, estaban compuestos por entre medio y un kilo de cloratita, según confirmó un portavoz del Departamento de Interior.
La cadena de atentados se inició a las 2:10 de la noche pasada con la explosión de una bomba que había sido colocada en una ventana de las oficinas del Juzgado de Paz, ubicado en la calle Recalde número 4 de la localidad navarra de Berriozar, situada próxima a Pamplona. El artefacto provocó daños importantes en el mobiliario y los equipos informáticos de la oficina.

Veinte minutos más tarde, a las 2:30 horas, se producía el segundo atentado dirigido contra las oficinas del Juzgado de Paz de la localidad guipuzcoana de Ordizia, situadas en la plaza Domingo Unanue. Un artefacto colocado en la entrada del recinto hizo explosión provocando la rotura de cristales y daños de pequeña entidad. Las características de esta bomba hacen pensar a los especialistas en desactivación de explosivos de la Ertzaintza que el atentado ha sido cometido por ETA.

El tercer atentado se produjo cinco horas más tarde, a las 7:40 de la mañana. En esta ocasión el objetivo atacado fue el Juzgado de Amurrio, ubicado en la calle Elexondo. Como en el caso anterior, el artefacto fue colocado junto al edificio donde está situada la sede judicial.

El cuarto y último ataque fue dirigido contra el edificio que alberga los dos juzgados de Gernika. En esta ocasión, a las 8:25 de la mañana, un comunicante que dijo hablar en nombre de ETA, en llamada al diario 'Gara', anunció la colocación de una bomba en una papelera ubicada en la confluencia de las calles Adolfo Urioste y Allende Salazar, de la villa foral.
Los agentes de la Ertzaintza tuvieron tiempo para localizar la papelera y acordonar la zona antes de que, a las 8:40 horas, se produjera la explopsión. No se registraron personas heridas y los daños materiales fueron escasos.