Estas son las cosas que le hacen a uno salir de su ensimismamiento y de su búsqueda interior.

Llevo mucho tiempo intentando encontrarme, poniendo en orden mi cabeza y mi corazón; y justamente la Almudena es uno de los templos que más frecuento junto a la cercana basílica de San Miguel.

Jamás había tenido tan claro mi camino ni mis convicciones como de unos meses a esta parte, cuando he podido sentir la Verdad de Dios en mi interior. Mas ahora, además, la presencia del enemigo me hace buscar la forma de defender nuestra Fe y nuestra Iglesia. Lo doloroso es no saber cómo ni donde luchar.

Si precisase la Iglesia de una guardia de voluntarios para defender nuestros templos otro gallo cantaría.

Saludos. Tristes noticias son las que me han hecho retornar al camino y a este foro. En cuanto lo he sabido no lo he dudado, aquí estaré entre los defensores de Cristo y de las Españas.