Tengo que decir que suelo identificarme bastante con los artículos que escribe el profesor D.Javier Paredes, tanto en el "diario YA" como en otros medios. Esta vez, también me identifico, y tengo que decir incluso, que yo también, aquí, en este foro, expresé mi temor y me enfado por la identificación que realizaba, con todo descaro y sin tapujos, nuestra Conferencia Episcopal con las políticas del PP. Amén de criticar hasta la nausea (admito que soy pesado y recurrente...) el asco que me da hoy en día ver cómo a nuestros obispos parece haberles dejado de preocupar el crimen del aborto, a juzgar la placidez y la complacencia con que, hoy en día, cuando ya está el Partido Popular en la Moncloa, se comportan.
Ahora bien, repitiendo que comparto al cien por cien las palabras del profesor de la Universidad de Alcalá, también tengo que decir que si la Iglesia española estuviera adoptando otras posturas distintas, y no pareciera querer identificarse tantísimo con el PP como lo hace hoy en día (cosa que, repito, yo también detesto...), para los anarquistas y el resto de esa fauna política mas o menos parecida, la Santa Madre Iglesia seguiría estando en su punto de mira. Si no fuera por ésto, sería por la postura que la Iglesia manifiesta con respecto a la homosexualidad, el aborto, el sursum corda, o lo que fuera....
Como ya he dicho un poco mas arriba, en España (y quizás en todo el mundo conocido), las revueltas siempre comienzan y terminan quemando iglesias. Sean éstas perpetradas por hordas liberales o rojas... Es un hecho indiscutible, solo hay que echarle un somero vistazo a nuestra historia.
- Quema de conventos de 1835 en España - Wikipedia, la enciclopedia libre
- Quema de conventos de 1931 en España - Wikipedia, la enciclopedia libre
El odio a la Iglesia siempre acaba apareciendo, provenga tanto de políticas socialistas o liberales como de movimientos rockeros europeos nacidos al amparo del crecimiento de diversas tribus urbanas como ya ocurrió en Noruega allá por los años 90':
Y se podrían seguir poniendo ejemplos, hasta remontarnos a los mismísimos orígenes del cristianismo.
Nuestro Señor Jesucristo ya nos lo anunció:
"Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros (.../...) Acordaos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros perseguirán: si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra".
Por eso tampoco creo que debamos achacar todo el odio, que aquellos que no guardan la Palabra de Nuestro Señor le tienen a Su Iglesia, a los errores que puedan cometer nuestros obispos... La profanación de los templos es obra de Satanás que siempre seduce a todos aquellos que no guardan las palabras de Jesucristo, y no caben posiciones intermedias. Recordemos lo que también nos dijo N.S.: 'El que no está conmigo está contra mí'.
Un abrazo en Cristo
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