CAMBIO DE SEXO POR LA SEGURIDAD SOCIAL
6 de julio de 2005. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, proseguirá con su audaz política de guiños a las minorías. Tras catorce meses al frente del Ejecutivo, corre un riesgo real de estar demasiado hipotecado por un grupo intransigente y alejarse así del centro sociológico, muy implantado en las clases medias urbanas. Pero el líder socialista se siente satisfecho, incluso hace un balance triunfalista de su "gestión", porque estima que ha apuntalado el apoyo de los sectores progresistas que permitieron su victoria.
El Gabinete de Rodríguez Zapatero calculó al milímetro los tiempos parlamentarios para que la aprobación de los matrimonios homosexuales fuera el colofón de un curso caracterizado por el impulso a las reformas sociales. "Nada fue improvisado", sostienen a Elsemanaldigital.com fuentes gubernamentales. "Son políticas sin coste económico y admisibles para una sociedad tolerante", inciden. "Y marcan las diferencias con la etapa de José María Aznar", añade otro de los consultados. Una puesta en escena oportuna, que no pretende dejar pasar de largo la ola de euforia que ha supuesto para los supuestos beneficiados.
Claro está, obvian que la democracia arbitra reglas útiles para administrar esa diversidad sin abrir la caja de Pandora de los exabruptos, que siempre es un terreno de juego más destructivo y maniqueo que el de los argumentos. Haciendo oídos sordos a las controversias provocadas, sucesivos Consejos de Ministros dieron el visto bueno a la ley contra la violencia machista, la del divorcio express y, como remate, las bodas gays. Unas iniciativas que llevaron al Ejecutivo a enfrentarse al menos con la mitad del país. Pero lejos de amedrentarse por las críticas, el Presidente ha llegado a ocupar la portada de la revista Zero y firmar un artículo bajo el título de "Un país mejor".
Con todo, según esas mismas fuentes, José Luis Rodríguez Zapatero pretende seguir por esa misma línea y tiene sobre la mesa proyectos legislativos sobre los transexuales --incluyendo en la Seguridad Social el cambio de sexo-- o la recurrente reparación a las víctimas del franquismo. Espinosas propuestas que seguirán tocando fibras sensibles y dibujarán interrogantes para el Gobierno. Porque Rodríguez Zapatero opta por esta línea de trabajo ante las dificultades de marcar una impronta progresista en las políticas económicas. La anunciada reforma fiscal sigue sin ver la luz y el diálogo social con empresarios y sindicatos no atraviesa su mejor momento
Osea vamos a pagar el gusto y las ganas de todos los grupos minoritarios afiliados al p$oe, y todas las operaciones de los inmigrantes, pues nada que vaya haciendo operaciones a cuenta de todos mientras hay gente muriendose en la listas de espera para operaciones serias.
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores