- XXX aniversario Francisco Elías de Tejada. Presentación de su obra completa digitalizada
- Seminario de Derecho Natural y Filosofía del Derecho: Persona y personalismo en la experiencia político-jurídica
- XLV Reunión de amigos de la Ciudad Católica: Las transformaciones de la política
- Consejo de Estudios Hispánicos "Felipe II"
Madrid, febrero/marzo 2008. A lo largo de las últimas semanas, como saben los suscriptores de FARO, son varias las reuniones importantes que han tenido lugar en la villa y ex corte.
1. Se comenzó, el 25 de febrero, con la conmemoración del trigésimo aniversario de la muerte del profesor Elías de Tejada. En tal ocasión se presentó en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas un DVD con la obra completa digital del polígrafo carlista extremeño. La reunión fue organizada conjuntamente por las Fundaciones Francisco Elías de Tejada e Ignacio de Larramendi, ambas relevantes dentro del tradicionalismo contemporáneo. A cargo de la primera --y en particular de la secretaria técnica Dolores Sánchez Inche-- corrió la preparación de los materiales reproducidos, mientras que la segunda los ha acogido en la Biblioteca Virtual de Pensadores Tradicionalistas, una de las Bibliotecas Virtuales Larramendi, cuya dirección encargó el fundador, don Ignacio, al profesor Miguel Ayuso. Éste, al tiempo secretario del patronato de la Fundación Elías de Tejada, fue el primero en hacer uso de la palabra, realizando la etopeya del ilustre polígrafo y recorriendo los ejes centrales de su producción intelectual, de la historia política de las Españas a la filosofía jurídica clásica y al tradicionalismo político carlista. En segundo lugar, don Luis Hernando de Larramendi, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Larramendi, se refirió al ingente proyecto de las Bibliotecas que su padre puso en marcha y el continúa. Acto seguido el académico Pablo Lucas Verdú, catedrático de derecho político y antiguo alumno de Elías de Tejada en la Universidad de Salamanca, recordó algunas anécdotas de su vida. Así como el también académico, y presidente de la Fundación Francisco Elías de Tejada, Juan Vallet de Goytisolo, amigo íntimo de Elías de Tejada. Finalmente, el presidente de la Academia, Sabino Fernández Campo, levantó la sesión.
Más de ciento cincuenta personas llenaron el salón noble de la corporación. Se pudo ver, entre muchos, a académicos como Dalmacio Negro y Jesús González Pérez. A parientes de Elías de Tejada, como su sobrina Pilar, señora de Martí-Fluxá, y de Ignacio Larramendi, como su viuda, Lourdes, y varios de sus hijos. A antiguos discípulos como Jaime Brufau. A profesores de filosofía del derecho como Gregorio Robles. A colegas de otras latitudes como el italiano Danilo Castellano, el argentino Juan Fernando Segovia, el mejicano Miguel Navarro y el chileno Julio Alvear. A relevantes personalidades de la Fundación Mapfre, con la que la Fundación Larramendi tiene estrechos vínculos. A queridos amigos como los profesores José Peña, Leandro Martínez-Cardós, José Joaquín Jerez, Fernando Claro o José Antonio Santos. Y a múltiples amigos de la Comunión Tradicionalista, como los profesores José Miguel Gambra --con la representación de la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón--, Juan Cayón o José Díaz Nieva. Pero también al maestro que es Alberto Ruiz de Galarreta, junto con Pere Brunsò, venido desde Gerona, o José de Armas, que hizo lo propio desde Las Palmas.
2. En segundo lugar, el 29 siguiente, en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, el Seminario de Derecho Natural y Filosofía del Derecho que preside Juan Vallet de Goytisolo celebró un seminario sobre "Persona y personalismo en la experiencia político-jurídica". Giró sobre el último libro del profesor Danilo Castellano, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Udine, El orden jurídico "modular" del personalismo contemporáneo. Con la presidencia de don José María Castán, siempre fiel y sabio amigo, intervinieron junto con el autor del libro y el coordinador del seminario, Miguel Ayuso, los profesores José Miguel Gambra y Consuelo Martínez-Sicluna, ambos de la Complutense de Madrid, y Juan Fernando Segovia, de la de Mendoza. Fue éste quien nos ofreció una síntesis demoledora de un liberalismo sin libertad, un personalismo sin persona y un derecho sin fundamento y contenido. La conclusión fue que el personalismo contemporáneo, en la línea del individualismo liberal del setecientos y ochocientos, pero radicalizado, ha vanificado la persona y ha invertido la función del ordenamiento jurídico, al ponerlo al servicio de los caprichos de cada uno: de ahí ese carácter "modular", de composición y descomposición, "a la carta". Puede decirse, pues, que el personalismo viene a resultar a la modernidad débil lo que el individualismo liberal fue a la fase fuerte. En la sesión, que resultó particularmente concurrida, participaron --entre otros-- los profesores y miembros del seminario Joaquín Almoguera, Julio Alvear, Miguel Navarro, José Díaz Nieva, Eva María Sánchez, Juan Cayón, José Joaquín Jerez y Estanislao Cantero. También intervino el director de la revista Catholica, nuestro amigo Bernard Dumont, y don José de Armas.
La revista Verbo se propone publicar parte de los textos pronunciados y discutidos en la sesión.
3. Finalmente, el 1 de marzo, en la Biblioteca "Fernández Durán" de la Gran Peña, tuvo lugar la XLV Reunión de amigos de la Ciudad Católica, en torno al tema "Las transformaciones de la política". Se trataba de examinar, en sede política, cómo la sustitución de la modernidad fuerte por la débil, junto con posibilidades de redescubrimiento del orden, asfixiado por el racionalismo, ha conducido más bien a la radicalización de las semillas del desorden. En variados niveles: los de la nación, el gobierno, la representación, la comunidad o la relación con la religión.
Tras la introducción de Juan Cayón, que trazó las líneas principales del seminario, intervino en primer término el sociólogo barcelonés Javier Barraycoa, quien expuso el tema "de la nación histórica a la nación cívica" y sostuvo que así como la nación moderna sustituyó a la histórica, la llamada cívica viene ahora en recambio de la moderna, eso sí, radicalizando el individualismo ya presente en ésta. A continuación, el historiador de las ideas políticas y numerario de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas Dalmacio Negro trató "del gobierno a la gobernanza", o mejor, "del Estado a la gobernanza", pues este barbarismo esconde con dificultad las consecuencias de la crisis del Estado desde el ángulo del ejercicio del poder, sin alcanzar la recuperación del gobierno como mando personal ajeno al artefacto estatal. El constitucionalista argentino Juan Fernando Segovia, por su parte, se ocupó del cambio en sede de instituciones representativas, y cómo la llamada democracia deliberativa habermasiana está sustituyendo la vieja democracia representativa, devenida partitocrática y por momentos tecnocrática.
Después del grato almuerzo, en el comedor de la Peña, el filósofo italiano Danilo Castellano sostuvo que el comunitarismo impide el acceso a la verdadera comunidad y que es un subrogado desnaturalizado de la misma, pese a aparecer con frecuencia bajo su disfraz. Mientras que el escritor francés Bernard Dumont rechazaba la dialéctica entre laicismo y laicidad, pues ambos son sinónimos, si bien la llamada nueva laicidad, more americano, profundiza incluso los males de la antigua, de cuño estatalista francés. Aunque aquí muchos jueguen a maquillarlo. Finalmente, el jurista Miguel Ayuso redujo a la unidad las contribuciones anteriores, tirando las conclusiones generales.
En un próximo número de Verbo se publicarán las actas de la reunión, tan interesante como de costumbre y que siguieron con interés un nutrido grupo de amigos de la Ciudad Católica. Es de agradecer la crónica inmediata que Francisco José Fernández de la Cigoña ofreció en su seguidísimo blog de Periodista Digital.
4. Todas las iniciativas anteriores han contado con la colaboración del Consejo de Estudios Hispánicos "Felipe II", que la Fundación Francisco Elías de Tejada está promoviendo en la conmemoración de los treinta años de la muerte de su fundador, y que será presentado en breve, con un ambicioso programa de acción cultural al servicio de la intransigencia tradicionalista. Como puede verse, la Comunión Tradicionalista --y no podía ser de otra forma-- ocupa un papel central en ese proyecto.
Estos actos y muchos otros se anuncian en la Agenda de las páginas para suscriptores de FARO
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Agencia FARO
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