Esto es una vergüenza absoluta, me tienen hasta los coj*nes. A los dos meses de sacar el primer texto de difusión de la secta mahometana, cuando acaban de ampliar el número de fabricadores de wahabitas autorizados a dar clase en España, ahora resulta que ya no se puede ni cantar villancicos porque a los imbéciles mandilones y a los asquerosos progretrasnochados no les gusta. Maldita sea su estampa. Ya lo pagarán en una generación, cuando sus amadísimos musulmanes empiecen a montarla. Entonces que pidan ayuda a Rita la Cantaora.
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