El enigma del 11-M supone un toque de atención para todos aquellos que padecen ese virus de incredulidad ante el elemento conspirativo cosubstancial al Republicanismo (y a la Democracia), incluidos aquellos que se las pintan de demócratas convencidísmos y liberales "sin complejos". Es superguay y daguten creer en la transparencia del sistema político actual cuando uno se niega a querer ver más allá de su salvapantallas que, en realidad, es opaco como el cemento cuando no se tienen amigos en puestos elevados y no se recibe invitaciones a ciertas logias.
En lo del 11-M, se puede decir sin reservas aquello de "cuate, aquí hay tomate!" ... porque sea cual sea la verdad, los cierto es que no quieren ni que se sepa, ni que se investigue a fondo.
Para seguir ilustrando el enigma, cuelgo aquí un ejemplar en PDF del informe "ETA Y EL TERRORISMO ISLAMISTA" de Jaime Ignacio del Burgo, miembro de la Comisión de Investigaicón del 11-M y diputado del PP por Navarra.
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