El enemigo está ya dentro de Melilla y del resto de España, y se le siguen haciendo concesiones
Melilla, 28 marzo 2016, Lunes de Pascua; San Juan de Capistrano, confesor. No han transcurrido aún diez días de las celebraciones del aniversario del gran Sitio de Melilla. En plena celebración de la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, y en la fiesta además del gran cruzado franciscano contra el turco, San Juan de Capistrano, no parece que en el plano más terrenal haya mucho que celebrar en las plazas africanas españolas. Al menos para los cristianos.
La Fiesta del Sacrificio (Aid al-Adha), Fiesta Grande (Aid el-Kebir) o Fiesta del Cordero es festivo local oficial para las ciudades de Ceuta y Melilla desde 2010. Establecida por el desgobierno del PP, con complicidad eclesiástica. Los políticos obedecen a la Comisión Islámica de cara a la fijación del día. Sin embargo, el cálculo de éste se ajusta a los requerimientos del calendario lunar, por lo que es probabilístico y en los últimos años no ha dejado de haber errores. Los mahometanos aprovechan, claro está, el día que les concede la Ciudad más el día que nuevamente dicte la Comisión Islámica: dos festividades más para los seguidores del falso profeta. No importa que la segunda no sea oficial: los que están en las Fuerzas Armadas faltan a la formación, no se presentan a los servicios. No es de extrañar: primero está su autoridad pseudorreligiosa, y luego, si cabe y no molesta mucho, la obediencia militar.
No sólo en las plazas africanas de España. En la Península, el imán de la mezquita de Fuenlabrada --¡ahora hay mezquitas hasta en Fuenlabrada!-- Mohamed Said Alilech, instó recientemente a los mahometanos en las Fuerzas Armadas a acogerse a la "insumisión o a la objeción positiva" para rechazar la participación en misiones internacionales (Líbano, Iraq, Afganistán...) que consideren "guerra injusta contra sus hermanos musulmanes" (declaraciones en el programa Consultas Islámicas, emitido en el canal Córdoba TV). Los mahometanos presentes en Melilla son más del 50% --en una ciudad en la cual la presencia de moros era casi nula antes de que Franco y De Gaulle, bajo los auspicios de la ONU, EE.UU. e Israel, se inventaran en 1956 el "Reino de Marruecos"-- y su inserción en las distintas unidades militares es masiva. ¿Qué intereses prevalecerán a la hora de defender la ciudad ante el ataque de los "hermanos musulmanes" que la reivindican para imponer la Sharia?
Los mahometanos faltan también a sus puestos civiles, no temiendo perderlos. Para algo son la población mimada de la ciudad, y es vox populi que son el verdadero objeto de todas las ayudas sociales, ya sea porque se dirigen directamente a ellos, ya sea por el arte que tienen para acapararlas cuando no se les conceden en exclusividad. La Comisión Islámica ha propuesto también adaptar el calendario de exámenes al Ramadán, como ya han hecho los británicos este mismo año, pensando en los alumnos (mahometanos) que cursan la ESO o niveles superiores, obligados por su secta a cumplir el ayuno.
Los animalistas no se ponen histéricos al contemplar calles españolas bañadas en sangre de cordero y borrego: es tradición mahometana y ya nos han enseñado en el cole, y nos repiten a diario políticos y medios, que la islamofobia es muy mala. Los que deberían velar por el bien común son los artífices del trato desmesuradamente favorable que reciben los seguidores del falso profeta, en detrimento de los suyos. No les escandaliza la sangre, ni las violaciones, ni la barbarie en general. Nada puede escandalizar ya cuando se llama "sacrificio" (se supone que a Dios) a algo distinto del Sacrificio de la Cruz.
Pero la tropa española sufre esta situación disparatada también en su alimentación. Las raciones individuales de combate tienen un menú propio para mahometanos desde hace unos cuantos años; pero en cocina no se hacía distinción y formalmente sigue sin hacerse... aunque misteriosamente no aparezca cerdo desde hace algún tiempo. Ni carne de cerdo, ni jamón, ni embutidos. El malestar se nota. Los moros imponen su ley hasta en la mesa de los españoles; hasta en la de los sucesores de los que llevan siglos defendiendo la ciudad, precisamente, contra ellos.
Agencia FARO
Nadie en su sano juicio permitiría la instalación en Ceuta y Melilla de marroquíes. Es cada vez más evidente el interés en que acaben siendo mayoría por parte del Régimen del 78 para acabar regalándoselas a Marruecos. Hasta un imbécil se daría cuenta de sus propósitos. Al igual que la denunciada falta de areglo de las instalaciones de los peñones.
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores