Respuesta: La niñatocracia.
Menuda colección de "monsters" entre los "papases, mamases, nenitas y nenazas". Afortunadamente esta colección de ganapanes esnobs no van a dirigir nada jamás. El fenómeno no es nuevo, en realidad, aunque con rasgos acordes con su época, este tipo de enfermos sociales surgen en las etapas finales de cada ciclo histórico. Por supuesto, la serie es una burla de esta generación de papis, mamis y sus mariconcillos y marimachas, para ello, se sirven de un internado ficticio en el que las secuencias de acontecimientos se fundamentan en los tópicos más comunes de aquéllos años, pero que en modo alguno refleja la realidad. Y es que a ese tipo de internados iban principalmente los "adelantados a su tiempo", los demás no necesitábamos de ello, desde la cuna y desde casa, ya íbamos al colegio debidamente educados en nuestros primeros años de vida.
Y es que el sistema educativo es expresión viva del sistema político imperante. En los "años 60" vivíamos un régimen que, al menos en las formas, guardaba las esencias de España. Por eso el sistema educativo de entonces, mucho más rígido, era de agradecer y es que se enseñaba a los adolescentes a ir enfrentando a la vida.
Hoy tenemos un régimen que ha generado unos "chupetines de metro ochenta" que no sirven absolutamente para nada. Tenemos lo que el sistema quiere: nenas y nenazas con progenitores igualmente inútiles hasta como padres, sería el final de la familia si no fuera porque sabemos que todo esto es pasajero y al final El Verbo acabará reinando en el mundo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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