Matanzas bolcheviques de Kiev, 1919.
LA REVOLUCIÓN ES INTRÍNSECAMENTE GENOCIDA
El patrón de exterminio que han seguido los revolucionarios en todas las vicisitudes históricas es pasmosamente idéntico.
"El salvajismo de los asesinos no tiene límites. [...] Existen dos episodios indiscutibles: la decapitación de Madame de Lamballe con la exhibición de su cabeza por las calles "según la costumbre de la época" (P. Caron) y el "más penoso de todos" (P. Caron), la matanza de los treinta y tres niños del correccional de Bicêtre, el más joven de los cuales tenía doce años y el mayor diecisiete."
("Cristianismo y revolución", Jean de Viguerie, pág. 150).
Son algunos de los crímenes perpetrados por los revolucionarios, nada más que declararse la persecución religiosa del Primer Terror en la Francia del siglo XVIII. Escenas semejantes se producirán en la retaguardia roja de nuestra guerra civil 1936-1939, haciendo verdaderas las amenazas de Pablo Iglesias, de las que ayer nos hacíamos eco:
"Si la burguesía transige, seremos suaves y contemporizadores en nuestros procedimientos. De otra suerte, la revolución social revestirá los caracteres más sangrientos y rudos que puede imaginar la fantasía de los hombres."
Y los jactanciosos herederos de la Revolución -cualquiera que ésta sea (1789, 1917, 1936...), en cualquier lugar (Francia, Rusia, España...)-, los presuntamente "probos" socialistas, ¿pueden hablar de Derechos Humanos y Libertades sin haber pedido perdón por estos crímenes contra la humanidad? No hay izquierda moderada. Toda izquierda revolucionaria puede ser coyunturalmente transigente, pero es real e intrínsecamente genocida.
Pablo Iglesias tenía algo que le honraba: no engañaba a nadie al reconocernos su imparable voluntad satánica de arrasarlo todo por tal de auparse en el poder.
¿Por qué nos engañan actualmente los jefes socialistas? La propaganda y la adulteración de la Historia pueden realizarse impunemente cuando se cuenta con una masa inculta que, bajo un barniz de falsa cultura ("cultura de masas", podemos llamarlo) no lee Historia, sino panfletos históricos. Su fuerza es la mentira y la presunción de cultura en las masas.
Alguien que lo puso en práctica, que no se limitó a teorizar, Valentín González (alias El Campesino), también nos lo dirá muy claro, reconociendo su participación en los crímenes revolucionarios sin ambages:
"¡Cuesta tanto arrojar de sí una doctrina a la que hemos atado nuestra vida y por la que hemos cometido, incluso crímenes, creyéndolos necesarios, en aras de la futura felicidad humana!".
"Yo escogí la esclavitud", Valentín González (a) "El Campesino", pág. 74.
O hacemos una "cultura de masas" contra-revolucionaria, o esas violencias revolucionarias volverán a reeditarse.
PABLO IGLESIAS NO ENGAÑABA A NADIE
Paulino Iglesias, más conocido como Pablo Iglesias, fundador del PSOE
Hay párrafos de este hombre que hay que recordar necesariamente para saber la cizaña que sembró y hoy volvemos a tener. Él es Pablo Iglesias, fundador del PSOE, quien dijo:
"Si la burguesía transige, seremos suaves y contemporizadores en nuestros procedimientos. De otra suerte, la revolución social revestirá los caracteres más sangrientos y rudos que puede imaginar la fantasía de los hombres".
Para que todo el mundo lo entienda:
"Si nos dejan gobernar a nosotros, a los socialistas, no pasará nada. Seremos tolerantes mientras que no nos dé por otra cosa.
Si no nos dejan gobernar: no tendremos piedad con nadie... Nos llevaremos por delante todo lo que sea: sin escatimar los métodos más terroristas, sangrientos y bárbaros."
Pablo Iglesias también afirmó:
"Vine a buscar aquí lo que de utilidad pueda hallar, pero la totalidad de su ideal [de su partido, se entiende] no está aquí; la totalidad entiende que ha de ser obtenida de otro modo. Es decir, que este partido no ha cambiado de opinión respecto a este particular; está en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad, como han estado todos los partidos, cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones."
(Diario de Sesiones del Congreso, 7 de julio de 1910)
Para que todo el mundo se entere:
"Me hago llamar demócrata cuando me interesa. Cuando estoy en el poder hago lo que me da la gana. Y si tengo que pasar a la ilegalidad, paso a ella... Pues estoy, como socialista, por encima del bien y del mal: llamo democracia a lo que me da la gana, y termino con la democracia cuando no obtengo de ella lo que quiero."
Toda una declaración de su padre fundador para saber hasta qué punto están dispuestos a admitir el "juego democrático" aquellos hoy se auto-intitulan demócratas y tolerantes.
Claro. Todavía hay gente que no se habrá enterado.
Maestro Gelimer
LIBRO DE HORAS Y HORA DE LIBROS
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