He leído tu post y no se me ocurre ningún comentario que no sea un fuerte APLAUSO.
SUSPENDER A LA CLASE POLÍTICA
La clase política. Sí. Una clase. Todos por igual: de izquierda a derecha... Con sus sindicatos y farándula inclusive. Ineptos, para el más caritativo de los juicios que de ella se pueda hacer; corrupta, sin que la podredumbre sea una excepción.
Aupada sobre monumentales mentiras, la clase política vive a cuerpo de Rey hoy, y se asegura sus pensiones "intocables" para mañana. Miman a sus cachorros que los heredarán, y trapichean, como si todo quisque fuese de su condición, para que se les exima a sus nenes de las multas de tráfico, por ir borrachos como una cuba (de güisqui del bueno, ¡toma ya! El que se emborracha con vino peleón eres tú, desgraciado ciudadano.)
Casi intocable, se alza sobre un basurero de ambigüedades lexicológicas (libertad, democracia, Estado de Derecho...), pretendiéndose "santa laica", cuando es irreligiosa y puta.
Engordada a la mesa de los epulones mediáticos, cebándose como buenos marranos, como una colonia de piojos con cerebro de pulga, los particulares de la clase política peroran, y chupan la sangre de todos (nacionales e inmigrantes), mientras se ríe complacida por no tener cobrador del frac que le exija cumplir sus alegres promesas. Clase política, incumplidora e informal, indigente cultural e insolvente moral.
Este colectivo privilegiado no sufre que se le diga la verdad. Pero la verdad es patente: forman una clase aparte, prebendada, que no sabe lo que se siente cuando no se llega a fin de mes. Es una casta, con corbata o sin ella; progre o neocon... Siempre neoliberal. Se pone el chandal y quiere pasar por un ciudadano más, pero a los banquetes va de gorrona y sus chanchullos son sin cuento.
La combatimos en 1808... La expulsó con Pepe Botella tu tatatatarabuelo; y volvió con las amnistías. La corrió a garrotazos tu tatarabuelo, pero la morralla liberal ganó con los cañones ingleses y la traición de Maroto. Tu bisabuelo la expelió nuevamente en1868, pero luego volvió con Alfonso XII, y se hizo más fuerte. Pertinaz, cuando coge una presa: España, no la suelta. La escopeteó tu abuelo. La toleró tu padre, mientras levantaba un país en ruinas, una España devastada por los turbios manejos de esa misma clase política. Y tras la muerte de Franco, no tuvo ni que volver: pues alzaba el brazo y llevaba camisa azul, y se la cambió por una camisa más democrática y hasta socialista.
Y tú, parado y sin futuro, no puedes tolerarla por más tiempo.
Lo mejor que podríamos hacer con esta casta es prescindir de ella. Y si queremos que sus ejemplares desaparezcan: forcémoslos a no cobrar ni un céntimo por las chapuzas que nos hacen a diario, y no quedará político en el escenario. Para salir de la crisis: requisa de sus cuentas corrientes y candado.
Desde que tengo uso de razón, que ya son años... Me hartan por indecentes e insolentes, por falsos y malos.
Y, mientras hoy España se hunde, ellos se aseguran su futuro. Y, encima, tienen la poca vergüenza de apelar todavía a los "valores democráticos".
Lo sentimos: habéis suspendido Educación para la Ciudadanía. No se os puede consentir más.
Maestro Gelimer
LIBRO DE HORAS Y HORA DE LIBROS
He leído tu post y no se me ocurre ningún comentario que no sea un fuerte APLAUSO.
Lo mismo digo.
No es mío. Yo solo lo posteé. Es del excelente blog Libro de horas y horas de libro, que publica el Maestro Gelimer desde el Santo Reino de Jaén. Yo soy más bien su representante por aquí.
Maestro Gelimer. Sobresaliente 10
Clase de los políticos. Suspenso 0
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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