LAS GUERRAS DE TODA LA VIDA
Cameron no era el hombre
Por Horacio Vázquez-Rial
Esperé en compañía de los conservadores británicos residentes en Madrid, en el local del PP cedido para la ocasión, los resultados de las últimas elecciones generales en el Reino Unido. Deseaba que ganara Cameron.
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Pero Cameron es un primer ministro antisemita, claramente proislámico y no euroescéptico, sino antieuropeo. El reloj se le detuvo en 1946, vio demasiadas veces Lawrence de Arabia o es un hombre que no merece el cargo que ocupa. O todas esas cosas juntas. Un peligro, sobre todo cuando en este continente no sobran personalidades de referencia, ni políticas ni morales. Lamento haber creído que era una solución: era un problema.
http://agosto.libertaddigital.com/cameron-no-era-el-hombre-1276238083.html
Mi comentario:
He leído este artículo de Vázquez-Rial lleno de asombro y de pesar. Había puesto la misma ilusión que el autor y ahora me siento defraudado. La simpatía de Cameron por la Turquía de Erdogan y su animadversión por Israel creo que es algo muy grave para la Unión Europea. En Europa no estamos para jueguecitos, nos la estamos jugando y no podemos permitirnos que desde dentro le hagamos la labor al enemigo, el Islam es lo que siempre ha sido una pesadilla para Occidente, o nos ponemos las pilas o la pesadilla dejará de serlo.
No sé si el autor del artículo exagera, pero si es tal como lo pinta Europa debería tomárselo muy en serio.
«Todo lo que manda el Rey,
que va contra lo que Dios manda,
no tiene valor de Ley,
ni es Rey quien así se desmanda.»
(Lope de Vega)
Con la descripción de LD hasta parece un medio buen tío. Esta gente está devaluando el adjetivo antisemita: cualquiera que no le lama las botas incondicionalmente en todos los temas a los judíos es un antisemita.
¿Por qué es grave la animadversión a Israel (cosa que dudo mucho que Cameron tenga)? Turquía e Israel son aliados de siempre, y a su vez lo son de EEUU. Es todo el mismo paquete. Israel y EEUU quieren a Turquía en la UE.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
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