Tema: Sobre la libertad de cultos

Valmadian muy bueno el chiste y mejor tu comentario.
Después del concilio, y como consecuencia de él a los católicos nos han capado mental y físicamente...
En lugar de soldados de Cristo Rey nos hemos trasformado en mediocres aprendices de "corte y confección", ni siquiera nos da el cuero para formar parte del "ejercito de salvación"...
Cosas veredes Sancho...

Sin ir más lejos, ayer jueves, tres de febrero, cuando me dirigía a casa después del trabajo caminando por "territorio multicultural", me encontré con un sacerdote, viejo amigo. Hasta hace poco ha sido el responsable de medios de comunicación de la Diócesis y en su programa radiofónico ha sido francamente combativo. Hemos compartido anécdotas en los últimos años y "casualidades" espirituales.
En aquel momento estaba sacando del bolso un díptico con el Santo Rosario. Me alegré de verle, nos dimos un par de besos y le dije:
-¡Hombre! ¡Qué bien! ¡Mira lo que llevo en la mano! ¡Otra de nuestras casualidades!
Me respondió:
-¡Guarda eso! ¡Guarda eso!
(Ellos eran miles y nosotros sólo dos).

Iniciado por Triaca

¡-¡Guarda eso! ¡Guarda eso!

Con todos mis respetos Triaca, ese sacerdote es de los que en la Francia revolucionaria habría firmando la Constitución civil del clero...

La "libertad de cultos" o "libertad religiosa" es una pamema anticatólica con la que nos están acogotando. La unidad religiosa, la Unidad Católica, es (como en este foro se ha recordado en otras ocasiones) la ley fundamental de España. Con exclusión de cualquier norma, derecho o práctica que vayan contra ella, sin excepción. O empezamos a defenderla sin complejos, o estamos perdidos.

Comparto plenamente lo de Chanza, que no es otra cosa que la sana doctrina de la Iglesia.( Hoy día impedida de ser practicada por los autodemoledores).
Una cosa es la tolerancia, la otra la libertad de cultos,

Pero llego al extremo de abogar por el derecho de los católicos a seguir siéndolo libremente, lo mismo que nuestros hijos, sin miedos, sin cortapisas, sin presiones.

¿Donde se encuentra el límite? He visto en el escaparate de una tienda de antigüedades un espadín con pie en cuya empuñadura aparecían símbolos como la estrella de cinco puntas dentro de un círculo por 20 ó 30 euros. He sentido un escalofrío al ponerme a imaginar para qué podía servir la espada corta de marras.

Hace unos pocos años, en varias provincias españolas, cuando venía el buen tiempo, las mujeres lucían en la calle preciosos crucifijos que adornaban su cuello. Hoy por hoy ya no se muestran de ese modo los símbolos sagrados y tradicionales de nuestra Fe. ¿A qué es debido?, me pregunto.

Hace unos días fui al centro de mi ciudad (Santiago del Estero, Argentina) y mientras caminaba por una peatonal se me acercó una señorita y me entregó un panfleto en el que me invitaban a participar de una marcha contra el aborto a las 20, 30 horas de ese día, la cual partiría desde la explanada de la catedral basílica. Me alegré muchísimo de que MI Iglesia, la Única y Verdadera marchara contra el aborto.
Volví a casa, e hice planes para ir con mi hijo de cinco años. Cuando llegué a la hora fijada ya había una buena cantidad de personas. Entre los oradores se hallaba el obispo auxiliar, un pastor (Iglesia del Centro) y un cura de la iglesia ortodoxa. Luego de unas breves y melosas palabras casi por compromiso, nuestro oibispo se retiró, dejándonos ser "pastoreados" durante toda la marcha y el arribo de la misma por el pastor de la Iglesia del Centro.
Este pastor hablaba con tanto fervor y con tanta valentía condenando el aborto, que hasta creo que varios católicos decidieron seguirle a su iglesia luego de esta marcha.
Por ahí el problema no es tanto la libertad religiosa, sino lo poco que hacen nuestros pastores, que a veces muestran una indiferencia casi suicida, ante las iniquidades que se cometen en contra de los católicos militantes.

Compatriota Godofredo comparto plenamente aquello que: "Nuestros pastores...muestran una indiferencia casi suicida".
Y así nos va...

No sé, por lo que respecta a aquellos con los que trato, están chapados a la antigua. De hecho, comparto misas de feria y dominicales con religiosas mayores porque a ellas también les parece el lugar y el sacerdote idóneo el cual, a veces, llega tarde porque antes ha oficiado en un convento de clausura fundado a principios del siglo XIV. Reinan la austeridad, el recogimiento, la severidad, la tradición.