SIEMPRE LES QUEDARÁ "ESPERANZA"


PLAY IT, SAM


10.866.566 (o casi) votantes del Partido Popular se devanan los sesos (o casi) preguntándose:

-¿Pero a qué espera Rajoy para sustituir la plantilla de la TVE?

Y ni ese votante perspicaz (ni yo -pues confieso que hasta hace unos días me lo preguntaba- nos referimos, por supuesto, al excelente plantel de profesionales que, Dios les guarde el empleo, trabaja en la televisión pública).

El votante del Partido Popular (yo diría que hasta más de uno de los del PSOE lo hace) se pregunta por esa extraña permanencia.

Y cuando algunos quisiéramos que el PP cambiara la plantilla de la TVE, nos referimos a esa gavilla que controla la agitación y la propaganda y que, superando el lustro, tiene el mando en plaza de RTVE (Radio Tele Visión Española).

-¿Pero a qué espera Rajoy para sustituir la plantilla de la TVE?

Cuando no se lo pueden contestar, se lo preguntan a alguien que tienen al lado (en la cafetería, en el bar, en la parada de autobuses, en el andén del metro) y el otro, rascándose el sobaco, termina respondiendo al que inquiere con un parco y oracular:

-Eso digo yo.

Veamos. Al Señor Rajoy le han hecho una Huelga General -y la TVE era la misma que había con Zapatero (¿nos vamos entendiendo?).

Al Partido Popular en Andalucía le han ganado (sí, vamos a dejarnos de coñas marineras, pues cuando no se tiene el poder es que te han ganado) -y la TVE era la misma que había con Zapatero (¿nos entendemos?).

Pues no, no lo entendemos.

Por mucho que queramos decir, estos del PP no son unos pardillos. Puede que esa sea la sensación que producen, sin que tengan que disimular ni esforzarse en parecerlo; pero no son unos pardillos. No voy a creerme que Mariano Rajoy tenga tan mala memoria que haya olvidado la lección de agitación y propaganda que le impartió Rubalcaba (y su equipo) en las horas que van del 11 al 14 de marzo de 2004. Pensando estas cosas escucho a uno decir:

-Es como si no quisieran gobernar.

Tal vez se equivoque:

No es "como si", es que no quieren gobernar; digamos que no quieren agotar la legislatura y esto de tener la TVE en manos del "adversario", es como su salida de emergencia.

Gobernar exige algo más que sacar las tijeras. El actual gobierno está acometiendo los retrocesos laborales más severos que se hayan visto (eso es así, incluso por mucho que los sindicatos no estén legitimados moralmente a decir nada, pues dejaron despilfarrar la caja en las legislaturas zapaterescas sin tomar una pancarta); se están emprendiendo los recortes de presupuestos más audaces que quepa imaginar (los que la izquierda nunca hubiera hecho por la simple razón de no quedar desacreditada y aborrecida por los siglos de los siglos). Se oye rumores por doquier: que nos van a intervenir (uy, ¡qué miedo! Estamos intervenidos -más o menos visiblemente- desde el año 1839, cuando la Traición de Vergara, ya sabe usted: Espartero, el librecambismo a favor de los textiles ingleses, la orden de la Jarretera que le dieron al espadón ayacucho, con bombardeo de Barcelona inclusive).

Si la RTVE sigue teniendo en la centralita a los chicos de Rubalcaba, ¿qué es lo que puede explicarlo?

Creo que D. Joaquín Almunia se perfila como un Mario Monti "para España". Almunia, hoy Vicepresidente de la Comisión Europea y comisario europeo de Competencia en activo, podría dejar en cualquier momento su euro-despacho, para sentarse en un hispano-despacho monclovita.

Si ello se confirma, cada uno de esos 10.866.566 votantes podrá, por fin, justipreciar el valor que esta democracia le otorga a su papeleta electoral: con demócratas como los que tenemos esta democracia no necesita anti-demócratas.

Pero, eso sí, al electorado pepero siempre le quedará poder escuchar a Esperanza Aguirre, diciendo lo que el pedestre votante piensa y dice en la barra del bar. Siempre es un consuelo para el derechista centralista (o el centrista derechiscente; que ya me lío) que Esperanza Aguirre conforte al defraudado electorado del Partido Popular, pronunciando lo que piensa el hombre corriente, a sabiendas de que nunca se llevará a la práctica; aliviando el trauma que causa la decepción en aquellos crédulos que votaron al Partido Popular, pensando que era lo mejor que hacían, que era lo único que podía votarse, que -después de todo- era el menor de los males... Pero, que a pesar de Rajoy -y de toda su tropa-, ahí está ella, la que lo representa diciendo en voz alta lo que él piensa, pero con las mismas posibilidades de ser realizados esos deseos como las ganas que tiene un alquimista de sacar oro con sus procedimientos.

Humphrey Bogart le dijo a Ingrid Bergman que a Rick Blaine y a Ilsa Lund siempre les quedaría París:

-We'll always have Paris.

El PP siempre que se la pega a sus votantes, les dice:

-Siempre os quedará Esperanza Aguirre.

LIBRO DE HORAS Y HORA DE LIBROS