A la vista del choteo nacional de los últimos coletazos del besugo socialista, pescado, dando sus últimos coletazos y ya oliendo a podrido, no puedo por menos que dejar constancia de la astracanada que supone el esperpéntico montaje del retorno al Valle de los Caídos. Una comisión de "expertos en manipulación y difamación políticas", un des-gobierno de zombies que no se ha enterado todavía de que "su" enemigo los acaba de dejar más sonados de lo que estaban, con cinco millones de falsos parados (según sus auto-mentiras) porque están todos inscritos por decreto en algún cursillo de macramé, con una economía triturada y esparcida por los suelos de las alfombras del "gran capital", estos indocumentados, producto del sistema y del régimen que nos chulea, se ponen histéricos porque, según ellos, es prioritario sacar a Don Franco de su tumba. Y como no, la mierda untada en tostadas de papel de sus panfletos cotidianos venga a dar "zapatilla" con el tema, pese al hedor moral que desprenden.
Que Don Franco repose en el Valle de Los Caídos nunca fue cosa de él. Primero, porque a nadie le agrada ponerse a especular en qué sitio lo van a enterrar los vivos, --los que le sobreviven y los que se aprovechan del saqueo posterior--; segundo, por que Don Franco no quería que llevasen sus huesos a un sitio tan frío y desangelado. Él quería "formar junto a sus compañeros que hacían guardia desde los luceros", en el Cementerio Militar de El Pardo, al tiempo que su pugna era con su viuda que lo quería en el cementerio del Pazo de Meirás para seguir teniéndolo cerca de algún modo, sentimiento bien humano. Pero no, hubo de ser el Notario Mayor del Reino (democrático) por fundar a continuación, quien inspirase al "extraño Príncipe", que no lo era de Asturias como manda la Tradición de la Monarquía española, sino sólo de España sin dicha Tradición, quien ordenase su entierro bajo una losa especial y blindada, quizás como premonición de lo que pudiese venir después, tal como así ha sucedido.
Pero estos picatostes del chuleo y el requiebro, lamentan no haberlo removido y eso que han tenido casi ocho años para destrozar estructuras infinitamente más sólidas que una finca privada, tal como consta inscrita en el Registro de la Propiedad y Mercantil de San Lorenzo de El Escorial a nombre de la Fundación de La Santa Cruz del Valle de Los Caídos, y entregada su custodia a la Orden Benedictina dado su carácter sacramental y basilical dependiente de la Iglesia Católica en España, quedando únicamente a cargo del Estado su conservación -con la que no se ha cumplido, pese a las leyes y lo estipulado por escrito- a través del Patrimonio Nacional.
Y así, quienes están pensando en estar contando nubes, en vez de pensar que posiblemente lo que van a contar son las baldosas del patio de recreo y los barrotes de la ventana de la "habitación de invitados", han querido pasarse por el forro de la pollera de los masones la orden que en su día diera "su" ahora silencioso Jefe, e intentando ponerse por encima de la actual voluntad de la familia de Don Franco que, auinque no sea más que por darles por la popa dada la inquina y odio manifestado por estos "socialis-franquistas" de tres al cuarto de ni carne ni pescado y todo al alimón y que no ha sido otra que romper España y cargarse la Iglesia Católica, matando a dos millones de seres inocentes y deshaciendo las familias a través de la ruina moral, les ha sobrevenido un sonoro "¡que os jodan!" Porque no olvidemos que el objetivo principal no es el de remover los huesos de Don Franco, sino demoler la Gran Cruz y desacralizar el sitio metiendo allí un "centro de meditación zen", ejemplo claro de gilipollez de diván psiquiátrico.
Y añadamos que "los/las" hay con deseos mal-contenidos de volar el Valle, tal como han manifestado en ocasiones anteriores y en estos días, pero sin especificar si "ellos/ellas" tienen ya recogido en su testamento si desean estar o no en el interior de la cripta en tan sublime instante talibanesco, tan propio de su sectarismo y no olvidemos algunos otros, como ese pintoresco Rafita Simancas, el cual afirma en su twitter que él desmontaría todo el conjunto "piedra a piedra", pues yo desde aquí le regalo el pico y la pala y me comprometo a gestionar los permisos pertinentes para que lo vaya haciendo en persona, aunque eso sí, sin ayudantes de ninguna clase.
¿Pero a quién se le ocurre convocar unas elecciones más que perdidas un 20-N? El lumbreras de la mirada perdida contemplando al viento dueño de la tierra, no se le ocurre otra. Ignora el incauto que esa fecha es mágica, tiene duende, y tiene "mal fario" para ellos. Pero en las profundidades oscuras de la caverna gollumesca que es su mente, debía pensar que las encuestas eran una filfa de quienes querían "robarle su tessssoro monclovita" y es que confiaba en que, con toda probabilidad, sus huestes de cipayos y jenízaros acudirían en masa a votar al "Neo-Caudillo". Pero no, Don Franco se la ha jugado desde el otro mundo contrarrestando los conjuros de este satrapilla enviándole a "Manín" y sus tropas genovesas. Y es que la consecuencia de la maniobra de "Su Excelencia" ha resultado ser finalmente:
¡Zapatero derrotado el 20-N!
Pero el capítulo aún no se va a cerrar el 16 de diciembre, ni con el "encajonamiento" que tanto teme el patético Jaúregi, ni tampoco con el muy posible nombramiento de "otra comisión de expertos en comilonas y cenorras a costa del erario público de nuestros bolsillos"...¡no! ¡que va!, lo que ahora toca es "ir a por la de Pablo Iglesias!![]()
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