LA VENGANZA JUDAICA POR 1492
El empresario norteamericano y denunciador de los abusos judíos, Henry Ford
LA ORGANIZACIÓN MASÓNICA JUDÍA: B'NAÏ B'RITH
En un reciente artículo de esta bitácora, aludíamos a una extraña y oscura organización judía, llamada B'naï B'rith: pinchen aquí
Para documentar mejor a nuestros lectores, queremos introducirles un poco en la naturaleza, fundación y actuación de la B'naï B'rith (a partir de ahora nos referiremos a ella con la siglas B.B.)
La B. B. se fundó en 1843 en Chicago, y la mayoría de sus miembros fundadores eran judíos de origen alemán instalados en los EE.UU.; su nombre significa "Hermanos de la Ley (de Moisés)". En 1885 lograron levantar la primera sucursal fuera de Estados Unidos, haciéndolo en Berlín con la Gran Logia número 8. Austria y Rumanía fueron los siguientes países europeos en conocer la implantación de sendas Grandes Logias. Se conoce de la B. B. muy poco, pero muchos estudiosos (como Ricardo de la Cierva) suponen que es una masonería para judíos. En efecto, no todos los judíos pertenecen a esta organización, con preferencia tienen cabida en la misma los más liberales de entre los judíos. El gran conocedor de los entresijos judaicos en Estados Unidos de Norteamérica, Henry Ford, la consideraba así: "Se la puede conceptuar como masonería exclusiva de los judíos, y esto nos indica su particularidad característica."
Una de las actividades más notables de la B. B. es la "Liga anti-difamatoria". Esta organización dependiente de la B. B. está exclusivamente dedicada a denunciar y ofrecer una contra-ofensiva inmediata a todo aquello que pueda afectar al pueblo judío. Cualquier cosa que sea considerada como ofensa para ellos es sofocada bajo un aluvión de protestas, usando también la técnica del boicot, elevando la acusación de "antisemita" para todo aquel que no desfile al son de su tambor.
Algunos han sido sus éxitos en tan dilatada trayectoria. Recordemos, por ejemplo, que el Presidente de los EE.UU. tanto como los gobernadores de cualquier Estado norteamericano solían usar una fórmula para felicitar a los norteamericanos en el Día de Acción de Gracias. La fórmula siempre expresaba de alguna forma el sentir cristiano de la nación norteamericana, o bien se pronunciaba la felicitación en el nombre de Jesús. Los judíos asentados en EE.UU. reaccionaron, protestando contra ella por ser esta mención de Jesús "una violación de sus sentimientos religiosos". En 1880 lograron modificar la situación: "Tuvo una modificación importante en el ceremonial del Día de Acción de Gracias. En el último párrafo de la proclamación se han modificado las palabras "comunidad cristiana" por "comunidad de hombres libres." Dicha modificación se introdujo a consecuencia de una instancia presentada por importantes personajes israelitas, y toda la presión social que pudieron ejercer sobre el gobernador de Pensilvania. Así nos lo dice el tomo 20 de la Sociedad Histórica Americano-Judía, reproduciendo el telegrama fechado en Harrisburg (Pensilvania) el 10 de noviembre de 1880.
No se dieron por satisfechos. En EE.UU. hicieron todo lo posible para eliminar de la literatura escolar y universitaria el "Mercader de Venecia", una colosal tragedia de William Shakespeare. En noviembre de 1919 la Liga Anti-difamatoria, brazo activista de la B. B., se jactaba de que dicha obra de la literatura universal hubiera sido suprimida en 150 colegios norteamericanos. No pudieron retirar el cuadro de Sargen en la Biblioteca de Boston, titulado "La Sinagoga", pero no dejaron de patalear todo lo que pudieron para salirse con la suya.
William Jennings Bryan, Secretario de Estado de Woodrow Wilson y marioneta de Simon Wolf
Simon Wolf, miembro de B. B., fue durante 50 años representante de los intereses judíos en Washington. Simón Wolf fue quien propuso al Secretario de Estado, el masón William Jennings Bryan (quien ocupó, bajo la presidencia de Woodrow Wilson, dicho puesto desde marzo de 1913 a Junio de 1915) el nombramiento de un embajador judío para España. La razón que adujo Simon Wolf para que W. J. Bryan enviara un embajador judío a España fue que, de esa forma: "América protesta[ba] aún contra la expulsión de los judíos en el siglo XV."
En esta declaración hay algo muy curioso: ¿qué agravios tienen los norteamericanos -que no sean judíos- contra la España de los Reyes Católicos? ¿O es que América ya no es América y es el Segundo Israel?
Tengamos en cuenta que, para ellos, no ha pasado el tiempo. Su odio y sed de venganza contra los Reyes Católicos y contra España -como se pondrá de manifiesto repasando su historia- no se ha mitigado pese a todo lo que ha llovido. Y también quedaría por investigar quiénes fueron los diplomáticos que bajo nacionalidad estadounidense humillaron a España en el Tratado de París, tras el desastre de 1898; pues mucho se habla de los yanquis, pero poco de quienes estaban presionando por los acuerdos de paz más desventajosos para España, con el ánimo de humillarnos. Pero, aquel que lo descubra -y se decidiera a publicarlo- muy posiblemente no encontraría una editorial que lo diera a su estampa (lo decimos con conocimiento de causa.)
B. B. alcanzó a tener un colosal número de socios repartidos por todo el mundo. Subdividió el planeta en 11 distritos, 7 de los cuales se hallan en EE.UU. Estados Unidos, Europa, Asia y África.
Pero no pensemos que son cosas del ayer o cosas que pasan muy lejos de nosotros. En 1986, muchos centros de enseñanza españoles pudieron recibir un juego de documentos (entre los que se hallaba incluida una cassette. El título de la campaña publicística era "Maimónides y su mundo". Se trataba de conmemorar al filósofo judío nacido en Córdoba y que voluntariamente se fue de España, para estar más cerca de Israel. En dichos documentos, como era de esperar, no se hace mención alguna de la opinión que Maimónides expresaba en sus obras sobre la condición -para él, "inferior"- de la raza negra. Maimónides pensaba que los negros estaban, en la jerarquía de lo creado: "entre las cosas existentes por debajo del ser humano y por encima de un mono." Si esta declaración la hiciera un alemán, sería inmediatamente acusado de racista y echado a los leones. Pero esta despectiva consideración de la raza negra no era de un alemán, ni de un español: era de un judío, el mismo que la B. B. trató de conmemorar, para así alimentar su parte en el falsario mito de las Tres Culturas. Esto ocurrió en 1986 en España. Bien: Pues dicho material documental lo editó, publicó y distribuyó la B. B. de España.
Tras el deceso de uno de los líderes de B. B. -el abogado Leon Stuart Levi, presidente de la misma desde 1900 y muerto en 1904- la B. B. editó en 1905 un folleto homenajeando a L. S. Levi. En dicho panfleto de rigurosa credibilidad, pues era una publicación de su propia autoría, además de cantos de alabanza racialista sobre las virtudes y excelencia del "pueblo elegido", destinado a dominar a los demás pueblos, se puede leer:
"Otras naciones pueden ufanarse de sus éxitos guerreros y de sus triunfos, pero a pesar de los múltiples frutos de sus victorias, nunca fueron de larga duración. Con razón se puede decir que la nación cuya grandeza se funda en el valor físico, degenera por la vía de la discordia y de la extenuación... En la virtud de sufrir poseen los judíos, creo, un amparo contra la degeneración, que caracteriza la historia de los demás pueblos."
Desde luego, en este particular le asiste mucha razón a Levi. Pueblos como España -con un espléndido pasado bélico y glorioso- han llegado prácticamente a la extenuación. Pero tampoco hemos de descartar que esa degeneración nuestra ha sido acelerada, si tenemos presente que, desde el siglo XIX, existen quienes son capaces de ser catalizadores de esa decadencia.
La B. B. sigue en pie. La Liga Anti-difamatoria también. ¿Quién será la próxima víctima de sus tentáculos?
Como cristianos, convencidos verdaderamente de la dignidad de todos los seres humanos, independientemente de su raza o color de piel, expresamos nuestro rechazo por toda la violencia que ha podido sufrir el pueblo judío a lo largo de su larga historia. Pero, como españoles, también exigimos que sean ellos -los judíos- los que, por una vez siquiera, nos pidan perdón por la hostilidad que han desarrollado desde 1492 hasta la fecha contra nosotros, los españoles.
Y, no se nos olvide, tampoco estaría mal que pidieran perdón por las barbaridades racistas que el filósofo de quien están tan orgullosos, Maimónides de Córdoba y otros de su raza, dejaron escritas y que son una absoluta e inadmisible denigración de la raza negra.
Publicado por Maestro Gelimer en 15:11 0 comentarios
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