Reke Ride, houy en día casi ningún dirigente político a nivel "uropeo" o en vías de desarrollo está limpio de no pertencer a alguna asociación o club, que no esté en manos de los masones, directa o indirectamente. La mayoría de estos grupos luchan por un control de la información y del poder que persigue como objetivo primordial el enriquecimiento de sus propias cuentas corrientes, aunque para ello pasen por permitir con sus decisiones la consecución de otros objetivos más oscuros y ocultos de otras asociaciones, que son el derrocamiento de la Iglesia como institución y el control absoluto de los gobiernos mediante sus corrientes de opinión.
El problema de la, -llamémosle contra-masonería-, es que ha perdido su identidad, se ha dejado influir por los círculos liberales, y en líneas generales casi sin darse, (o dándose cuenta) participa de los mismos fines del plan de la masonería. Sólo unos pocos, pero aislados, se dan cuenta, y es triste el no poder luchar con más ahínco, porque los que deberían ayudarte, o te tratan de loco o ni te hacen caso.