La soledad de las víctimas
Por Miguel Ángel Folguera
Presidente de la Asociación-Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo
Están siendo semanas muy duras para las víctimas del terrorismo. Días complicados en los que están sufriendo revés tras revés. Golpes que vienen de donde más duelen: de las instituciones que, en teoría, tendrían que proteger a las víctimas para que no vuelvan a sufrir dolor. Estamos viviendo momentos infames que están afectando mucho más de lo que algunos imaginan a los que sufrieron el zarpazo del terrorismo.
Pero no sólo estamos viviendo este fenómeno a nivel individual: comprobamos día a día como quieren silenciar a las víctimas aquellos que quieren que haya borrón y cuenta nueva. Desde declaraciones en los medios de comunicación pidiendo que las víctimas se callen y dejen de dar su opinión hasta pedir la ilegalización en Twitter de la Asociación Víctimas del Terrorismo. Sin olvidar las amenazas que la AVT ha sufrido en Zaragoza con carteles pidiendo atacar sus sedes. ¿En qué otro país se permite que las víctimas sufran amenazas de este tipo?
Estas reacciones sólo implican una cosa: el buen trabajo de la AVT de Ángeles Pedraza porque no está dejando a nadie indiferente. La voz de las víctimas sigue siendo firme y toda la sociedad es consciente de que no se va a parar de trabajar hasta que exista Verdad, Memoria, Dignidad y Justicia para todas y cada una de las víctimas del terrorismo.
Hace unas semanas vimos en Colón como la ciudadanía respondió a la llamada de la AVT. En ese momento no éramos conscientes de que podrían seguir haciéndonos daño de la manera en la que lo están haciendo. Han abierto la veda de la injusticia mediante estas excarcelaciones masivas y están poniendo en la calle a terroristas sanguinarios que ni están arrepentidos ni han cumplido su condena. ¡Y a violadores peligrosos que, como dicen todos los expertos, volverán a reincidir en sus crímenes más que probablemente! Repito la pregunta que he hecho sólo unas líneas más arriba: ¿en qué otro país del mundo se permitiría una aberración semejante?
Desde luego, y lo hemos visto en los últimos días, las víctimas siguen teniendo el apoyo masivo y mayoritario de la sociedad española. Por eso, cuando hablo de soledad, hablo de soledad institucional. Hablo de esas instituciones que han permitido que hayamos llegado a esto, permitiendo que ETA y los individuos que la defienden se sientan los ganadores. Hablo de esas instituciones que han permitido que las víctimas del terrorismo lloren en las puertas de las cárceles mientras el asesino de sus familiares sale en una injusta libertad.
Sin embargo estamos viendo que día a día, cada vez más ciudadanos están dando un paso al frente para defender la Dignidad de las víctimas del terrorismo. Ese apoyo social es, ahora mismo, más necesario que nunca para que esa soledad institucional no sea total y absoluta. Porque no es justo que un Estado de Derecho consienta que queden desamparadas sus víctimas y les robe el único el único derecho que les quedaba: el de la Justicia.
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