Tradición es Amor!
No parar hasta Reconquistar!
Reconquista tu espíritu.
Cuando todo está hundido, debemos ser somos nosotros quienes carguemos con la tarea de reconquistar nuestras vidas.
El Rincón de Don Rodrigo
Tradición es Amor!
No parar hasta Reconquistar!
La historia de la foto es curiosa, pues fue cosa de mi hija mediana (que tiene 5 añitos), al no ver el crucifijo en los restos de esa iglesia, corrió al coche , agarró el que se ve en la foto y de vuelta -sin yo decir nada- lo colocó de tal forma que ella en su perspectiva lo viese colocado.
Eso es Reconquista.
Reconquista tu espíritu (VIII)
Reconquistar el espíritu comienza en el Más, en el Por Encima, es decir, sólo allí donde cesan la equidad y el equilibrio, lo calculado, allí donde cesan el servicio y su retribución. Sólo allí donde ya no se cuenta, ni se calcula, ni se pesa, ni se mide; sólo allí donde se entrega, donde se combate, donde se ama.
Porque el Espíritu es amor, amor verdadero -y no el sucedáneo moderno y vacío de amor- y el amor no tiene medidas ni límites. Pasa por encima de los lazos de la sangre, en el caso de que éstos se conviertan en obstáculo: <<sialgunoviene a mí y no aborrece a su padre a su madre a su mujer asus hijos a sus hermanos a sus hermanas y aun a su propia vida no puede ser mi discípulo>>.
Así se convierte el amor en espada que corta, que separa, que hiere, que estorba la paz... <<no penséis que he venido a poner paz en la tierra; novine a poner paz, sinoespada>>.
¡El amor como espada!
Porque reconquistar el espíritu significa hacer la guerra. Pero la guerra del que pelea por amor y , como decía Chesterton, no por odio.
Quizá desde aquí sea posible comprender las Bienaventuranzas.
Bienaventurados los que aman, porque creen por encima de los límites de lo incompleto, de lo inauténtico, por encima de los límites del mundo, en la infinitud de Dios.
Bienaventurados los que aman, porque ellos viven. Los que no aman están ya enterrados.
Bienaventurados los que aman porque serán tenidos por dementes en un mundo aburrido, frío y calculador.
Bienaventurados los locos, porque se han despojado a sí mismos hasta de los últimos harapos y están ante Dios en toda su candidez. Porque ninguna jugarreta del Mundo podrá engañarlos.
¡¡Reconquistatuespíritu!! Porque éste incita al exceso, lo exige todo...
¡Ésta es la gran locura!
Amitío
El Rincón de Don Rodrigo: Reconquista tu espíritu (VIII)
Reconquista tu espíritu (IX)
A veces hemos dicho que Tradición es amor, así también tenemos que decir que sí Tradición es espíritu , espíritu también es amor ... y en esto se parecen ambos: en que con brazo poderoso se liberan del equilibrio , salen del paso normal dictado por el Mundo y sus costumbres cotidianas, mediocres.
Ambos consigue lo inesperado, lo nunca oído. Allá donde el miserable hombre moderno y aburguesado termina, comienzan ellos. En las misiones extraordinarias , que no se pueden resolver de acuerdo con muestras predeterminadas, en las misiones en que otros fracasan, ellos salen victoriosos.
Nada es imposible al espíritu si camina con el ímpetu que le otorga caritativamente el amor.
Las medidas habituales de la humanidad se quiebran ante el espíritu y el amor.
Las obras del espíritu superan el tiempo, las del amor permanecen en la Eternidad.
No dan una parte de lo mejor que tienen, como nos pediría el Mundo, dan lo mejor, se dan ellos mismos.
Y de nuevo aquí nos vemos a los dos , al espíritu y al amante, saliendo de los rieles del equilibrio; el hombre moderno, mediocre, normal, mueve la cabeza sin comprender ante ambos. Porque ¿cómo podría seguirlos? ¿cómo comprenderlos? para él están uno y otro en las fronteras de la locura, separados de ella apenas un paso.
Ambos permanecen incomprendidos de los hombres porque estos no tienen la suficiente amplitud vital para creer que tal arte y tal ardor puedan ser humanos y aun menos divinos. Por esto pasan frecuentemente como solitarios por la tierra, y la posteridad se inclina admirada sobre sus huellas como si pretendiera reparar la incomprensión de las estúpidas masas con este reconocimiento tardío.
Espíritu y amor son caminos que conducen lejos de la comunidad, pero de tal manera que al final, descendiendo de nuevo de la montaña, vuelven a desembocar en ella.
Por eso son espíritu y amor son cimientos esenciales de la Tradición.
Pues no debemos olvidar que en todos espíritu y en todo acto de amor , a pesar de que los dos se acercan al cielo, están marcadas las señales de lo solitario, de lo terrible, de lo espantoso, de lo misterioso.
Sin ellos no somos nada , por eso el mundo es nada , y nosotros , qué luchamos por reconquistarlos, aspiramos al todo.
Reconquista tu espíritu (X)
"Y no me digas que no quieres combatir; porque en el instante mismo en que me lo dices, estás combatiendo; ni que ignoras a qué lado inclinarte, porque en el momento mismo en que eso dices, ya te inclinaste a un lado; ni me afirmes que quieres ser neutral, porque cuando piensas serlo, ya no lo eres; ni me asegures que permanecerás indiferente, porque me burlaré de ti, como quiera que al pronunciar esa palabra ya tomaste tu partido. No te canses en buscar asilo seguro contra los azotes de la guerra, porque te cansas vanamente; esa guerra se dilata tanto como el espacio, y se prolonga tanto como el tiempo. Sólo en la eternidad, patria de los justos, puedes encontrar descanso; porque sólo allí no hay combate; no presumas, empero, que se abran para ti las puertas de la Eternidad si no muestras antes las cicatrices que llevas; aquellas puertas no se abren sino para los que combatieron aquí los combates del Señor gloriosamente, y para los que van como el Señor, crucificados."
Juan Donoso Cortés,
"Ensayo sobre el Catolicismo, Liberalismo y Socialismo", Cap. III.
El Rincón de Don Rodrigo
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