Re: ¿Dónde están los hilos sobre el peligro que supone Ciudadanos para España?
La democracia es un sistema que la gente no ve, es decir, no capta en qué consiste. Hoy cualquier persona normal asocia las ideas de "democracia = libertad" y, "per se" es una asociación errónea, pero es el eslogan que se ha vendido y se viene haciéndolo desde la Revolución Francesa. Si a esas mismas personas se le habla de la Masonería, la mayoría de ellas torcerá la nariz en el acto. Si se les habla de guerras y revoluciones se negarán en rotundo, si se menciona el totalitarismo se echarán las manos a la cabeza. Y, sin embargo, la democracia moderna la fundaron los masones, la implantaron mediante revoluciones y bien sangrientas y es un sistema absolutamente totalitario.
De la democracia griega se afirma que sólo se toma la idea, pero no es cierto, lo que si se hace es modificarla en aquellos puntos que no ha interesado mantener. La democracia en la Grecia clásica era "machista", pues no permitía a la mujer participar de los asuntos de la polis, mientras la mantenía encerrada en los gineceos. La democracia entonces tenía carácter religioso y el sagrado recinto de la polis era inviolable. El peor castigo al que se podía condenar a un griego era el "ostracismo", es decir, la expulsión de los límites sagrados de la polis, pues si moría en ese destierro y su cuerpo no era rescatado por sus familiares y amigos para ser reintegrado al suelo patrio, creían que el alma vagaría eternamente entre tinieblas. Pero si había una diferencia esencial, y es que toda la población masculina tenía el deber y el derecho de participar en el gobierno de la polis. No era sólo una cuestión de votar, sino de participar, así todo "polités" o ciudadano tenía que ser miembro de la Asamblea Popular durante un periodo de su vida..., ¿imaginamos que sería algo así como que se convirtiese en obligatorio ser diputado o senador durante, por ejemplo, un año? algo inconcebible. Del mismo modo, se convertían por un día en "pritan" o presidentes de la "Pritania" o Asamblea Popular.
Hoy en día, la democracia se ha convertido en:
1.- Una declaración de derechos, pero no de obligaciones.
2.- En depositar un voto periódicamente en una urna bajo el principio de "un hombre, un voto"
3.- El ecosistema social en el que se pueden desenvolver los partidos políticos.
Pero:
1.- Las declaraciones están para ser cumplidas. Obsérvese lo que se hace en España con la Constitución vigente (aunque no nos guste es la que hay), del mismo modo que se hizo en el pasado (por ejemplo, la de 1876, vigente en 1931, no contenía artículo alguno que abriese el camino a un cambio de régimen, ni uno sólo), y empiezan no cumpliendo aquellos que están más obligados por razón de sus cargos.
2.- El sistema de voto directo y personal no considera la capacidad del votante. A la hora de elegir una opción u otra (políticas económica, social, exterior, fiscal, sanitaria, etc.,) , no están en igualdad de condiciones las personas analfabetas que los titulados superiores,sin embargo, sus votos valen lo mismo. Pero es que, además, cuando se deposita el voto este se convierte en un cheque en blanco para el sistema y el partido votados durante los siguientes años hasta volver a convocarse los siguientes comicios. No existe ningún control efectivo y real sobre lo que se hace con los votos.
3.- Los partidos tienen consideración de "bienes", lo que es un disparate en términos, ya que no representan sólo una diversidad de opiniones, planes de acción de gobierno, o agrupaciones de gentes que ven las cosas de un modo similar. No, también se transforman en nidos de enfrentamientos que pueden llegar a muy graves, al tiempo que fomentan odios, divisiones, y muy serias discriminaciones hacia quienes son distintos. Por otro lado, tienen tendencia a profesionalizarse, llegando a ser una especie de ministerios paralelos, al tiempo que sus más activos miembros se transforman en una especie de funcionarios que terminan, según las circunstancias, recibiendo una especie de premios e incentivos en forma de puestos en el parlamento nacional, parlamentos regionales, administraciones del Estado, gobiernos mediales, gobiernos municipales y otros destinos, todo en función de la importancia que tenga la posición que se ocupa dentro del partido. Así, se ha llegado a la "profesionalización" de lo que no es más que un servicio voluntario para el que nadie les obligó o llamó, generando "derechos" inexistentes de los que la población en general está limitada o privada. Por ejemplo, en España los famosos 7 años de cotización a la SS para tener derecho a una pensión, frente a los 35 del resto de la población. O el periodo por el cual el político cesante continúa cobrando un sueldo igual o muy similar al percibido en el ejercicio del cargo.
Y, además, decía que la democracia es totalitarismo porque, éste a diferencia de la dictadura, aspira a impregnarlo todo, incluida la vida privada del ciudadano, o sea, el "sufridor descerebrado al que amaestran para no protestar" y a perpetuarse. Las dictaduras no se conducen así: lo son en determinados aspectos y por un periodo determinado, a lo sumo lo que dure la vida del dictador si es que se perpetúa en el cargo. A su vez, la democracia no admite nada fuera de si misma y persigue hasta con saña cualquier intento de trastocar el orden establecido.
Esa es la democracia que tanto gusta a los que no saben ni de lo que hablan.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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