Entrevista a Elías de Tejada con motivo del incidente con el cardenal Siri

Fuente: El Diario Vasco, 3 de Abril de 1974, página 7.





EL PROFESOR ELIAS DE TEJADA SE EXPLICA


«Al cardenal Siri lo excluí del Congreso de Génova porque iba a actuar como demócrata-cristiano»


MADRID, 2. (De nuestra Redacción.) – “Al cardenal Siri lo di de baja en el Congreso porque intentaba actuar como demócrata cristiano y nuestro Congreso era un acto cultural y no un mitin polítco”.

Después de varias llamadas telefónicas a Sevilla, hoy hemos logrado conectar por fin con el catedrático hispalense protagonista del reciente incidente ocurrido en Génova, el día mismo en que debía clausurarse en esta ciudad un congreso internacional, patrocinado por el propio cardenal Siri y montado por la “Organización Felipe II”.




Protagonistas pues, de un lado, don Francisco Elías de Tejada y Spínola, que en un comunicado entregado en Turín a las agencias italianas, dice del discurso inaugural de Siri que “es de bajísimo nivel cultural”, “que no pasa del primer curso de bachillerato”, “indigno de la altura del resto de las comunicaciones presentadas” y que, por si fuera poco, ha retado al “cardenal Siri y a sus teólogos palatinos” a un debate cultural sobre la tradición y la historia. Del otro lado, el cardenal de Génova, que acogió en su diócesis a los profesores de la “organización Felipe II”, y les ofreció el “Salón quadrivium”, del arzobispado, para sus sesiones, y que el pasado 24 de marzo se encontró que cuando a las cinco de la tarde debía leer su discurso de clausura del congreso internacional de los “Felipe II”, éste ya había sido clausurado por la mañana, por cuenta y riesgo del presidente Elías de Tejada, para evitar el discurso cardenalicio.


“Prohibido hacer política”

– ¿Por qué hizo eso don Francisco?

– Ya le digo que la nuestra es una organización cultural de gran altura, en la que todo socio tiene prohibido hacer política. No lo íbamos a consentir a un cardenal.

– ¿Aunque fuera el que les acogió con tantas consideraciones?

– Aunque fuera. Su eminencia quería montar un show de propaganda demo-cristiana, y no podíamos pasar por ello sin negar nuestra propia esencia.

– ¿Y por qué se fueron a Italia, con su congreso, profesor Elías de Tejada?

– Porque en España no nos autorizó el Gobierno la celebración, y la organización “Felipe II” italiana se responsabilizó del montaje.

Me cuenta el profesor Elías de Tejada y Spínola que han asistido más de 400 catedráticos de varios países, el mayor paquete procedente de España, a continuación de Italia, y el resto de varios países latinoamericanos.

– Volveremos a Italia –asegura–, en 1975, pues tenemos allí programado otro congreso.

– Dice la prensa italiana, profesor, que usted abandonó el congreso antes de que fuera clausurado.

– Diga que yo clausuré el congreso, y que largué al arzobispo, y esto con unanimidad por parte de todos los asistentes. Diga que lo clausuré yo a las doce de la mañana.

– Dicen que también usted se enfadó porque a su congreso lo calificaban de “fascista” entre otras cosas.


“Lo nuestro es la cultura”

– Nosotros no entendemos de denominaciones políticas, lo nuestro es la cultura. Y lo cierto es que el cardenal Siri se opuso a algunas conclusiones del congreso aprobadas por unanimidad, sobre todo a la condena que hicimos de la democracia cristiana, y también se opuso al envío de telegramas de solidaridad al cardenal Mindszenty y al profesor Juan Vicente Ugarte del Pino (Perú), entre otras personalidades. Fue esta actitud lo que me obligó a excluirlo del congreso y adelantar la clausura, anulando así el acto solemne que debía celebrarse bajo su presidencia.

– ¿Y el desafío, profesor, en qué consiste?

– He retado al cardenal y a sus teólogos a un debate público, a que baje de su pedestal de grandeza y sustituya sus ansias de mandar por argumentos. Esto es lo que esperamos de los príncipes de la Iglesia los católicos porque nos tienen en una Iglesia sádica con los creyentes y masoquista con los ateos.

En sus conclusiones aprobadas por unanimidad, los congresistas de “Felipe II”, se muestran fieles a la Iglesia Católica fundada por Jesucristo, definida por Santo Tomás y explicada dogmáticamente por Trento. Están “contra la concepción absolutista del poder en todas sus formas (monárquicas, democráticas, totalitarias)”, “igualmente están en contra de la libertad abstracta de la revolución”, del “nacionalismo”, de “los progresistas”, mientras que declaran “ser tradicionalistas, esto es, defensores de la concepción tomista del hombre”, y están decididos a “extender a toda Italia la organización de los iusnaturalistas católicos “Felipe II”, instituida en memoria del rey que continuó la cristiandad contra la herejía luterana”.

En una nota facilitada en Madrid por el secretario de la organización, se dice como colofón a las conclusiones y al relato de loa acaecido en Génova: “Como puede verse, el cardenal Siri adoptó una postura claramente progresista, mientras el presidente del congreso se limitó a repetir las doctrinas reiteradamente expuestas por los Papas Pío IX en el “Syllabus”, León XIII en la “Inmortale Dei”, San Pío X en la “Pascendi” y en “Le Sillon”, concluyendo con San Pío X que “los verdaderos amigos del pueblo son los tradicionalistas”, no los cardenales que juegan a la política democristiana”.

Entro otros profesores españoles asistentes al polémico congreso figuran el doctor Tomás Barreiro, Fernández Escalante, Pérez Luño, Iturmendi Morales, Lorca Navarrete, Carmelo Gómez Torres y enviaron comunicaciones Ramón Macia, Roldán, Renovales, Genovés Amorós y Gambra Ciudad.

R. CALANDA