Re: Entrevista a Miguel Ayuso
El concepto de Estado que hoy se maneja es el establecido, o definido, por los administrativistas, los cuales consideran que los elementos jurídicos que definen el surgimiento de dicho concepto sucede con la Constitución dada para Melfi en 1231.
Personalmente, creo que antes que a Maquiavelo hay que leer al Infante Don Juan Manuel (Escalona, Toledo 1282- Córdoba 1348), que en su Libro de los Estados ya planteaba lo mismo que el primero, sólo que en clave cristiana, y estableció el concepto de "tercer estado" anticipándose al Sieyes nada menos que cuatro siglos y medio. En España el término se asienta en el XIX de la mano de Santamaría de Paredes, seguidor de Kant, Althusius y la escuela alemana.
Hasta el momento de su implantación definitiva en España, Donoso Cortés siempre utilizó términos tales como "sociedad", "gobierno" o "nación". Para David Easton (un politólogo canadiense), las formas prerrenacentistas: "polis", "civitas", "Cristiandad", "Imperio" eran Estado, pero cada una con sus características específicas sin el sentido unitario que modernamente se le ha dado al término.
Desde mi propio punto de vista, el Estado surge de un modo prístino en cuanto se cumplen las tres condiciones básicas de territorio reconocido, población estable y poder de administrar o gestionar así como de sancionar. Pero, las formas de Estado requieren de un proceso y, en función de como sean, así puede ser definido. Además, tampoco existe un criterio digamos que académico, sino ajustado a la interpretación que de las sociedades y su Historia se hace desde diferentes disciplinas: "deontológicas", "sociológicas", "jurídicas" y "antropológicas". Existiendo diversos tipos de teorías según el enfoque. Lo cierto es que hay cualquier cosa menos unanimidad hasta llegar a nuestros días en los que se ha formulado una idea que es completamente impositiva.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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