Cita Iniciado por Valmadian Ver mensaje
Insisto en que no hay que temerles. El problema está en el retraimiento cobarde de la gente que se supone que es normal.
Hay que perder el miedo a la dictadura de lo políticamente correcto. Si nos quedamos callados, se crecen, cuando en realidad son cuatro gatos. No dejemos que nos arrebaten la libertad de expresión para decir lo que está mal. Hace pocas semanas, con motivo del día de la soberbia gay, tuvimos que aguantar durante varios días en una céntrica avenida sevillana una serie de mupis en que se exponían asquerosas imágenes de desfiles de maricones y tortilleras, tíos besándose, un bujarrón con un niño en brazos y mil otras vomitivas escenas que mejor no digo. Pues cada vez que yo tenía que pasar por ahí no me quedaba callado. Decía alto y claro que era un asco, que era antinatural, la vuelta de Sodoma y Gomorra, abuso y corrupción de menores. Declaraba sin reparos mi rechazo a la dictadura de lo políticamente correcto y la imposición por parte de una minoría de lo que es antinatural y repugnante. Y nadie me multó (aunque la multa la pagaría un guardia, objetaría en conciencia, que ley injusta no obliga). Pero al menos habría sido alguna reacción. Bueno, pues resulta que sólo unos pocos muy escasos soltaban unas risitas o me tachaban de retrógrado. Lo peor es que la mayoría callaba como p.... y no se atrevía a decir "esta boca es mía". Porque los maricones son una minoría exigua, incluso hoy que está de moda; la mayoría no tiene esas tendencias, pero les entra diarrea de pensar que los van a llamar fachas, intolerantes o carcas. No sé quién da más asco. Si los aberrantes que al menos son coherentes con su vicio, o los que se callan y cruzan de brazos.