Mi postura es conocida sobre cómo actuar en relación al desastre en el que vive España desde hace cuarenta años. Analizar la suma de despropósitos, es una pérdida de tiempo y representa un esfuerzo inútil. En esta España actual está asentada una minoría política, judicial, informativa, sociológica en las redes, que maneja a su antojo a una sociedad completamente descabezada y aborregada. Ir contra la inmoralidad impuesta por estas bandas de jenízaros, oponerse a su línea de actuación única, porque de "pensamiento" cero Zapatero, es asumir que te van a calificar de facha, ultra, retrógrado, antisocial, energúmeno, y toda una batería de falaces insultos "ad hominen", muy propios de quienes careciendo de mejores argumentos, no les queda otra opción, porque ven un peligro enorme en las actitudes rebeldes a su ridícula y estúpida tiranía. Pero es que cualquier rebeldía representa la posibilidad de reacción, y ésta tiene diferentes grados de intensidad, y eso supone un riesgo para el negociete que tienen montado estos "ultralibertarios", "ultraliberaloides", "ultrapijoperroflautas", "ultramodernossiglo XXI" y demás zarandajas e imbecilidades que se les caen del caletre con las que pretenden hacer tragar ruedas de molino. Siempre son los mismos, en la tele, en la radio, en la Prensa, en el "Hemicirco", en algunos juzgados, en el "mundo de la cultura", cultura según ellos claro, porque esto de la "cultura" tiene un componente de pretendida exclusividad que ell@s se autoatribuyen, a pesar de que está bien lejos de la realidad (cultura por oposición a naturaleza, es toda actividad humana que no cuelga de un árbol, por ejemplo, o que depende de la meteorología de una región. Así, por poner un ejemplo, un botijo es cultura ), pero a estos mostrencos "pesebresubvencionados" es imposible que entiendan algo que se salga de sus estrechos márgenes mentales en los que tienen instalado el gallinero.
Así pues, yo sostengo que la "participación ciudadana" en las elecciones sea obligatoria, algo a lo que muchos les produce urticaria -hay que preguntarse por qué-, y a los partidos al uso y deshecho habituales les da "yu-yu" sólo imaginarlo -más por qué-, aunque, todo hay que decirlo, a veces, nos encontramos con que ya hay algo y no se le hace ni el más mínimo caso o, directamente, se pasa por la trituradora del desprecio y el ninguneo. Viene pues al caso que últimamente anda el Foro con muchos hilos abiertos sobre el franquismo, o glosando la figura de Blas Piñar, o ahora ante las barbaridades insanas de las demencias de los peperos madrileños y sus acólitos "sociopodemitas" y "ciudadanillos de segunda" con lo de ese Lobby, es decir, secta de los "gais, tortilleras o bolleras, de género impreciso y demás esperpentos lumpen propios de cualquier "corte de los milagros". Y dentro de este contexto me pregunto qué le pasa a grupos como AES. Me he encontrado con dos artículos que veo interesantes. Uno ya lo puse en el hilo que versa sobre esa tiranización de los más peques en el ámbito pseudoeducativo cuyo propósito no es otro que el de la destrucción de la familia, y de la muerte espiritual del propio hombre como hijo de Dios. Y ahora, pongo otro en el que se explica algunas cuestiones como la línea ideológica, las estrategias que mantienen y la posición de dicho grupo frente a los acontecimientos de hoy.
Rafael Lopez-Dieguez Gamoneda.
No vamos a estar presentes en estas elecciones como tampoco lo estuvimos en las anteriores generales. La razón es que AES se ha marcado dos objetivos, en los que va a poner todo su esfuerzo y recursos; el primero generar base social en España en pro de los Principios y Valores que defendemos y ello a partir de dos caminos, el municipal y el europeo, y el segundo perseguir toda acción que atente contra nuestro Credo, la Vida y España.
La experiencia de otros países avala dicha estrategia. Hoy vemos como partidos homólogos a AES están consiguiendo representación en muchos países de Europa. La representación de estos partidos no empezó por la vía de las elecciones generales, si no a partir de las elecciones municipales y, más importante, de las europeas. Así hoy en Europa existen dos grupos parlamentarios que representan muchos de nuestros valores con los que, salvo alguna diferencia, podríamos estar compartiendo bancada.
Hay países como Hungría u otros de la Europa del Este o del báltico que después de una catarsis política como fue su paso por el comunismo hoy son la esperanza de una Europa distinta.
En el día que escribo este artículo no sé lo que sucederá con el referéndum ingles, pero lo que si está claro es que el éxito de una u otra opción será por mínimos, es por ello que, los que desde hace mucho estamos defendiendo la idea de una Europa distinta, cada vez ganamos más espacio político y con el tiempo seremos mayoría y se recuperaran los principios de soberanía, independencia y colaboración.
Después de 40 años, de supuesta democracia, la izquierda, por la tibieza de la derecha, cuando no por su connivencia, ha conseguido demoler el sistema de Valores y Principios que inspiraba la sociedad española, esa sociedad, compuesta por unos hombres y mujeres que fueron capaces de hacernos pasar a una de las sociedades industriales mas evolucionadas, a la clase media más fuerte de la economía occidental, un país sin deuda y sin paro, con el mejor sistema de salud y el mayor reconocimiento a los trabajadores, una nación orgullosa y soberana, digna y atrevida ante todos los retos que se le presentaban, y ello porque creíamos en nosotros, porque sabíamos que lo que tocaba en ese momento era el lucha por el bien común y no el interés partidista de unos cuantos. Hoy se hace necesario, imprescindible el reconstruir esa estructura de sociedad y eso exige mucho tiempo, paciencia, compromiso, convencimiento, esfuerzo y recursos.
Desafortunadamente el ejemplo de la izquierda es algo a seguir; la base social la crearon por medio de las asociaciones de vecinos, universidades, colegios, jerarquía de la Iglesia, ejercito, grupos musicales, cantautores, e incluso con movimientos ocupas. Su atrevimiento y perseverancia ha demostrado que tiene existo.
La izquierda es solidaria y generosa en la lucha por sus principios, pero no solo a nivel local o domestico sino también internacional, la prueba Venezuela, Cuba y demás satélites comunistas, que ofrecen su apoyo y colaboración sin ningún rubor a partidos de otros países; la derecha por el contrario es egocéntrica, soberbia y cobarde, “mola” defender planteamientos contranatura o amorales, pero avergüenza defender el orden natural y la moral objetiva, han logrado, con el paso de los años, llevar a la sociedad al convencimiento que esta defensa es ultra, fascista, casposa, cuando no xenófoba.
Decimos que la izquierda es generosa porque a diferencia de la derecha sabe llegar a acuerdos, saben que la forma de ganar fuerza y, en consecuencia poder, es por medio de la suma de proyectos que converjan en unos puntos mínimos. La derecha por el contrario por su complejo considera que en política uno más uno no son dos. Nosotros en AES hemos demostrado que sabemos llegar a acuerdos y estamos dispuestos a seguir en ese empeño que se hace imprescindible en estos momentos y que lo va a ser mas después del 26 J. Salvo un cambio radical, del que nos alegraríamos mucho, de corazón lo digo, en estas próximas elecciones el voto del miedo y el voto útil van hacer estragos entre los proyectos que se presenten y digan defender algún Valor con el que podríamos estar de acuerdo. El voto de quien puede pensar en algo como nosotros esta comprado por el miedo, por el “que viene el Frente Popular” y frente a ello que mejor que votar a un PP, aunque este sea el máximo ejemplo de la traición y de la responsabilidad de lo que está ocurriendo.
Nosotros, a la vista de las condiciones que rodean a estas elecciones, le damos más valor a condenar a Rita Maestre y a Morín, y en breve, esperemos, a los que promuevan el odio contra nuestro Credo y España, que la lucha titánica de tener un escaño en el Parlamento. Creemos más eficaz volcar nuestros recursos humanos y económicos en defender nuestros Principios y en seguir tejiendo nuestra red de concejales, y esperemos eurodiputados, que nos permita un día, con la base social suficiente, irrumpir con fuerza en el Parlamento. Espero que a esos proyectos que se están presentando a esta convocatoria electoral les queden fuerzas suficientes para poder seguir adelante y junto con los que no hemos sufrido el desgaste podamos avanzar en pro de un proyecto común, cual es España.
Rafael Lopez-Dieguez Gamoneda Secretario General de AES.
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Última edición por Valmadian; 26/07/2016 a las 02:08
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Hace casi dos años abrí este hilo proponiendo que el voto debería ser obligatorio, tal como las leyes de muchos Estados mandan. Por supuesto, se trata de reflexiones inútiles ya que no hay apoyo social a esa propuesta. Pero hoy le voy a dar la vuelta al calcetín y voy a razonar porque si el voto no va a ser obligatorio en España -no mientras dure este putrefacto régimen, y que no venga otro aún peor o podemita al estilo venezolano-, la abstención ha de ser tenida muy en cuenta y es que los extremos se tocan y hasta sería posible que un abstencionismo muy extenso acabase con esta anomalía histórica que está padeciendo nuestro país.
RAZONES PARA ABSTENERSE.
1.- Se afirma con mucha frecuencia que la abstención no sirve para nada, entre otras razones porque sólo se cuentan los votos.
Pues este argumento tiene una sencilla respuesta: por definición si el voto es voluntario, la abstención es una opción alternativa. Admitida esta idea tan simple como evidente es fácil asumir que uno se puede abstener y con ello se rechaza lo que se nos presenta.
2.- La abstención tiene una parte que es lo que se conoce como abstención técnica, que representa a aquellos hipotéticos votantes que no acudieron a las urnas por alguna de las diversas variables que se pueden dar: desde el fallecimiento del propio votante hasta cualquier imprevisto de muy diversa naturaleza (por ejemplo, ¿quién iría a votar si la vispera le tocaron millones de euros en algún premio?) Pero pongamos las cosas en su sitio, la abstención técnica se sabe que representa alrededor de un 10% de quienes se abstienen, al menos así la consideran los propios partidos políticos, luego, la abstención real, la que no quiere ni oír hablar de esos mismos partidajos y sus politiqueros, es el 90% de los que se abstienen, y ese es un dato importantísimo a la hora de evaluar lo que pasa y los resultados reales en cualquiera de los comicios convocados.
3.- Se afirma que quien no vota no tiene derecho a opinar después. Craso error, porque ¿alguien sabe si los abstencionistas dejan de pagar impuestos, ya sean directos o indirectos? No, ¿verdad?, es decir, quien no vota sigue siendo un paganini, un pechero, igual que si hubiese votado. Pues bien, asumamos de una vez que quien paga, exige. Y es que el abstencionista, aunque estaría encantado de que ni un sólo de sus céntimos de euro fueran destinados a financiar esa banda de los políticos, ni al sostenimiento de sus guaridas, etc., hay que reconocer que no van parejas la abstención política con la obligación fiscal , y eso repugna aún más.
4.- Pero la verdad es que la abstención suele estar formada por muchos millones de contribuyentes. ¿Sería lógico y hasta estaría más que justificado que dicha abstención que paga impuestos tuviese alguna forma de representatividad? Creo que sería lógico y justo y así deberían contemplarlo las leyes de un Estado que se defina como verdaderamente democrático y no sea la fanfarria de un circo. ¿Y eso cómo se haría?
5.- En un régimen con representación real y directa, la abstención debería tener el derecho al escaño vacío. Imaginemos al Congreso de los Diputad@s con un 30% de abstención representada en sus 350 escaños: 105 escaños vacíos durante 4 años
6.- Lo cierto es que cuando se deposita el voto en la urna se está regalando un cheque en blanco a unas siglas para los siguientes cuatro años. ¿Y cómo se controla dicha inversión? Verdaderamente hay que estar muy chiflado para ir a una empresa, banco, o al vecino de arriba con un talón conformado indicándole al receptor que puede hacer lo que le dé la gana con el dinero indicado en dicho talón, ¿a qué nadie hace eso? ¿porqué, entonces, se pone semejante extrema confianza en manos de unas siglas para que los políticos que están bajo las mismas hagan lo que les dé la gana sin control alguno durante ese periodo de tiempo? ¿acaso alguien dejaría parte de sus activos para ser manejados durante esos años sin control de ninguna clase?
Todas las respuestas son evidentes, así que porque no imaginar qué pasaría si el parlamento nacional, los autonómicos o los municipales, tuviesen grandes lagunas de asientos vacíos, de asientos que estarían recordando permanentemente a esos políticos y sus partidos que están siendo vigilados y que a la mínima los asientos vacíos podrían aumentar escandalosamente. Imaginemos una situación en la que la representación de la indiferencia superase el 50 %.
7.- La representación ausente (pero que observa desde la calle y los medios), los escaños vacíos pero vociferantes con sus permanentes silencios, tienen otra gran ventaja: son gratuitos, no hay que pagar sueldos ni incentivos, ni presencia en comisiones, no hay que dotar de despachos ni secretarias, ni tampoco dan derecho alguno a pensiones futuras, ni se regalan ordenadores portátiles, ni se pagan desplazamientos, ni hoteles o apartamentos, en resumen, representa un coste cero para el bolsillo.
Pues por increíble que parezca esta puede ser la gran reivindicación de los que se abstienen, sólo hace falta que reflexionen sobre ello y lo acepten, porque su propaganda también es gratuita.
Última edición por Valmadian; 05/04/2018 a las 03:01
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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