Está fuera de toda duda que Usa ha trabajado en contra de España al menos desde el asesinato de Cánovas del Castillo el ocho de agosto de 1897 en Mondragón. El anarquista Michelle Angiolillo, su asesino, había contactado con los servicios de inteligencia useños por medio de un puertorriqueño. Dichos servicios le proporcionaron un arma y dinero viajando posteriormente a España donde perpetró el magnicidio. Con anterioridad también había conseguido otra arma en Londres, desconociéndose con cual de ellas asesinó a Cánovas. Todos los periódicos del mundo condenaron el magnicidio excepto los americanos. De todos es sabido que asesinado este gran político al año siguiente se hicieron con Cuba. Puerto Rico, Filipinas y Guan. Lo que denota un plan bien premeditado.
El veinte de diciembre de 1973, en Madrid, ETA en la operación Ogro, según la versión oficial, asesina al almirante Luis Carrero Blanco en las inmediaciones de la embajada useña con dinamita plástica que exclusivamente usa el ejercito norteamericano. Hay que recordar que Carrero Blanco impulsaba el proyecto de bomba atómica que hubiera convertido a España en potencia nuclear y que el club Bildelberg en 1968 ya había decidido que el entorno de Franco convenciera a este de nombrar sucesor al príncipe Juan Carlos a lo que Carrero era reticente. De este modo queda claro que Carrero estaba de sobra para las pretensiones americanas.
Cabe recordar además el detalle de que el mismo presidente Adolfo Suarez al abandonar el gobierno comentó que se iba de la jefatura del gobierno sin saber si ETA cobraba en rublos o en dólares.
Estos extremos, entre otros, parecen dejar claras las intenciones de ¨nuestro queridísimo y fiel aliado¨.
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