UPL ultima un plan para erigir estatuas a todos los reyes de León

La estatuaria regia se limita a las infantas colocadas en Ramón y Cajal y otra abstracta en Guzmán

Exige al alcalde que coloque el Ordoño II de cuatro metros encargado al artista Ángel Muñiz Alique

E. Gancedo león



A raíz de la denuncia hecha pública en las páginas del Diario de León por el veterano escultor Ángel Muñiz Alique, quien lleva desde 1999 trabajando en una colosal estatua del rey Ordoño II, el debate sobre los monumentos relativos a la historia del Reino de León ha regresado al debate público. Y así, la Unión del Pueblo Leonés está ultimando un plan para erigir estatuas a todos los monarcas de este país medieval.

Si el partido adquiriera responsabilidades en el gobierno municipal, quedaría «subsanado» un vacío que se ha venido denunciando desde hace mucho tiempo en esta ciudad pero que nunca ha quedado resuelto ni siquiera en parte: León, asiento de reyes, no tiene ni una sola estatua que represente a aquellos gobernantes que duermen en el Panteón Real de la Basílica de San Isidoro.

Aunque aún este partido político está debatiendo los detalles del citado plan, el leonesista Javier Chamorro, candidato a la alcaldía, ha hablado de un proyecto ambicioso que comenzaría con la instalación de la ya famosa estatua del rey Ordoño y que podría ir situando una más cada dos años. En todo caso, sería cuestión de devolver «la dignidad» al viejo reino, según dice. En primer lugar, exigirá al alcalde que cumpla el compromiso que el Ayuntamiento leonés adquirió con el escultor Muñiz Alique para instalar una gran estatua del primer monarca que empleó el título de «rey de León»

Ángel Muñiz, creador de otros monumentos referidos a la personalidad, la historia y la memoria del pueblo leonés como el de la Lucha Leonesa o el del compositor Odón Alonso, sigue trabajando en su taller de La Virgen del Camino en una espectacular efigie de cuatro metros y medio de alto. El pasado 3 de marzo denunciaba en este periódico el «incumplimiento», por parte del Consistorio de la capital, de varios contratos que se remontan al año 1999 y que le han llevado a una situación actual de paro forzoso, que, tal y como asegura este artista «no sólo me está perjudicando a mí, sino también a terceras personas».

Una ausencia inexplicable


Ninguna de las diferentes propuestas elevadas a las autoridades para honrar la memoria de los monarcas prosperó: la paradoja está en que muchas otras ciudades españolas sí los han recordado


En 1999 se encargó una estatua del rey Ordoño II al artista leonés Ángel Muñiz Alique, pero poco después todo fueron, según explica él mismo, «retrasos, incumplimientos y engaños». No se llegó a las cantidades acordadas en un principio y, formalizado un nuevo contrato el pasado verano, éste ni siquiera ha llegado a hacerse efectivo hasta la fecha. El resultado es que León sigue como siempre: con un pobrísimo recuerdo de los reyes por los que, en parte, nuestra región aparece (o debería aparecer) en todos los libros de historia: un monumento abstracto -de lo más insípido- situado junto a la glorieta de Guzmán el Bueno, los nombres de varias calles (algunas de lo más irrelevante); y, cómo no, la avenida de Ordoño II y la nueva avenida de los Reyes Leoneses. Personajes regios son también las infantas Sancha, Elvira y Urraca ubicadas en Ramón y Cajal.

Si finalmente se diera el «sí» definitivo para acabar la estatua de Alique, la pregunta sería dónde instalarlo. Nadie parece saberlo. Se habló en un principio de la entrada de León, en torno a la avenida Europa, o también al comienzo de la avenida de los Reyes Leoneses. Anteriormente se habían presentado proyectos para situar reyes a lo largo de la ribera del Bernesga, del paseo de la Condesa o de la avenida de los Reyes. UPL también está estudiando este particular.

La paradoja consiste en que muchas otras ciudades sí han elevado estatuas a estos reyes, por haberlas conquistado o fundado. Otro aspecto particular es que Ponferrada instalará en breve un monumento a su fundador, el rey Alfonso VI de León.