Re: Golpe de las izquierdas a la democracia: el control del Senado será anulado
No debería sorprender a nadie, porque la misma forma de alcanzar la Moncloa fue un golpe de Estado. Se suele asociar este tipo de acciones con intervenciones armadas y con situaciones revolucionarias y, en efecto, así suelen ser muchas veces. Pero también hay otras formas de proceder, son esas que antaño se conocían como conspiraciones de palacio, intrigas palaciegas, y parecidas. Lo cierto es que hace tres meses ya asistimos a una de esas situaciones golpistas: un personaje que no era ni siquiera diputado, Pedro Sánchez, que con anterioridad había sido apartado de la dirección de su propio partido, el PSOE, y que parecía finiquitado políticamente ya, que hasta renunció y devolvió su acta de diputado, después de haber obtenido dos fracasos electorales monumentales, reaparece, monta un circo, presenta una moción de censura sin cumplir con la obligatoria condición de presentar un programa de gobierno alternativo, y se hace con la presidencia del gobierno del país.
Y todo ello, con el apoyo declarado y abierto de todos aquéllos que llevan décadas queriendo destruir y desmontar España, con el apoyo y la anuencia de todos los conspiradores que viviendo a costa de los españoles sólo actúan en su contra. A la par, un estúpido presidente electo, sin saber cómo reaccionar ante una crisis imprevista, fue incapaz de asestar un golpe mortal a este dictadorzuelo, aspirante a autócrata al estilo Maduro, fulminando todo su plan mediante una convocatoria de elecciones generales, cuyos resultados hubiesen arrojado al sujeto a las alcantarillas en vez de llevarlo a la Moncloa. Y todo por que para ese presidente aconejado, ese presidente indigno de seguir en su cargo, también hubiese supuesto su muerte política, tal como finalmente así se ha cumplido.
Esta es la película de los hechos, ¿y cómo ha sido posible? Pues porque en los entresijos de un Estado que es una nomocracia, en lugar de una democracia real, hay más agujeros legales que en un colador. Por esos agujeros se colaron las ratas del Estado para dar un golpe contra éste, y no olvidemos que ese golpe de Estado lo han dado contra los españoles, que es en quienes al menos nominativamente reside la soberanía. Pues ya se dirá de qué soberanía se habla cuando ésta no es respetada y se impone una minoría de parásitos en delicado equilibrio que durará mientras alguno no se cabree al no obtener el privilegio, la prebenda, o el chusco exigido en cada momento. Por eso, cuando este fulano llamado Pedro Sánchez decía públicamente "si los españoles me otorgan su confianza", se estaba cachondeando de todos en forma sarcástica. Y es que si los españoles hubiesen querido darle esa confianza, que a la vista de como se conduce y contra quiénes y no se merece ni por un minuto, él hubiese ganado la elecciones y no habría tenido que recurrir a dar un golpe de Estado palaciego.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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