Fuente: Cruzado Español, Número 20, 15 de Enero de 1959, página 14.
Temas de Pedagogía
La protección de Animales y Plantas
El aspecto educativo de la protección de animales y plantas es poco conocido. Muchas personas que dedican parte de su tiempo y energías a esta protección, tienen solamente un conocimiento parcial de la misma. Igualmente, muchos espectadores de esas actividades las desprecian por juzgarlas de horizontes muy limitados. Vamos a tratar en estas líneas de mostrar que los fines de las asociaciones proteccionistas son más extensos y complejos de lo que a primera vista parece, y el papel que pueden jugar en la educación del pueblo, especialmente de la juventud.
Fuera de España, donde estas asociaciones están más extendidas que entre nosotros, estos otros aspectos satélites de la protección se ven con mucha mayor claridad.
Así, en la India, las asociaciones protectoras son numerosas y están impregnadas de espíritu religioso hinduista; dice esta religión que las almas reencarnan después de la muerte pasando de unos animales a otros indefinidamente. Por esto, desde las vacas sagradas a cualesquiera otros animales, gozan todos de un gran respeto, y los que velan por él cumplen un deber casi religioso [1].
Esta doctrina de la reencarnación de las almas ha sido copiada del hinduismo por la teosofía, que la ha repartido por todo el mundo, y por eso en la Orden de Servicios de la Sociedad Teosófica figuran numerosas sociedades protectoras de animales y plantas [2].
El respeto a los animales lleva a los hindúes a una alimentación exclusivamente vegetal. Por ello, los vegetarianos de inspiración teosófica ven con especial simpatía cualquier labor protectora de animales.
En Alemania, los protectores de animales y plantas, y los citados teósofos, más los rosacruces, pacifistas, internacionalistas, esperantistas, naturalistas, etc., sostienen relaciones muy cordiales entre sí, y se denominan unos a otros como «Verwandte Bestrebungen», o sea, «tendencias afines», porque tienen una misma concepción del mundo, una misma «Weltanschauung» [3]. Adelantemos que no hace mucho alguien preguntaba en España si esta «Weltanschauung» sería cristianizable.
En la Argentina, algunos especialistas en estas cuestiones han señalado con precisión convivencias del proteccionismo de animales y plantas con organizaciones anticristianas.
En los Estados Unidos de Norteamérica, los protectores de animales se especializan en la antivivisección, o lucha por el cese de la experimentación médica en animales. Es curioso que un prestigioso libro científico reciente [4], toque extensamente esta cuestión. Acusa a la democracia de conceder libertad sin tasa a estas organizaciones. Nacidas paradójicamente durante la Primera Guerra Mundial, adquirieron pronto un frondoso desarrollo; en algunos Estados sumaron muchos miles de votos y estuvieron a punto de suprimir la investigación biológica en animales. Pero no nos consta que tengan allá el doble aspecto que en otros países. También en esto los Estados Unidos se nos presentan como un Continente sin contenido.
* * *
Después de estos levísimos apuntes, veamos qué pasa entre nosotros.
En España, «país del sentido común», la protección de animales y plantas ha sacado a muy poca gente de sus casillas. Es constante en toda la literatura proteccionista española la queja de que su desarrollo es ínfimo en comparación con otros países. La mayoría de sus cultivadores son extranjeros [5], y además, a través de una constante relación epistolar y personal con asociaciones extranjeras, les llegan a impregnar de maneras de ver las cosas muy parecidas a la que es común en otros países a sus filiales y a las organizaciones al principio citadas. Y así, vemos que, rebasando su original objetivo, la preocupación por la educación de la juventud es explícitamente recogida; es un deber de filiales de la «World Federation for the Protection of Animals», una de cuyas tareas principales es «lograr que en la escuela se enseñe al niño que la bondad debe de ser una, y que ha de sentirla hacia todo lo creado, no matando ni destruyendo jamás por placer» [6].
De todo ello se puede percatar cualquier observador que se introduzca en esos círculos. O quien lea el discurso pronunciado en el XII Congreso Teosófico Internacional [7], por M. A., fundadora y sostenedora de la Sociedad «Los amigos de los Animales» de Barcelona. O también la Memoria del III Congreso Internacional de Sociedades Protectoras de Animales y Plantas y Antivivisección [8]. Este último es un documento interesante, del que tomamos los siguientes datos.
El Congreso se puso bajo el Alto Patronato del Rey y la Reina de España; además de ésta, intervinieron directamente en sus trabajos las Infantas Doña Beatriz y Doña María Cristina, así como el Señor Ministro de la Gobernación. Éste presidió la Comisión Organizadora, y en su discurso patentizó el favor prestado a estas organizaciones por el Gobierno. Sonaron nombres aristocráticos, como el de la Duquesa de Hamilton y la Baronesa del Sacro Lirio, y tan conservadores como el de Cánovas del Castillo.
Con estos nombres, la «gente de derechas» podía estar tranquila.
Por su extensión en dicha Memoria, merecen destacarse dos puntos. Uno, las Ligas de Bondad; otro, la expresión de una filosofía peculiar. Muestran ambos que estas actividades tenían a la sazón en España un mucho mayor alcance que el de la simple protección de animales y plantas.
A las Ligas de Bondad se les dedicó un día entero en El Escorial; otra mañana en Madrid; en una «Fiesta de Autoeducación Humanitaria», organizada al final del Congreso, se repartieron premios a los niños de esas Ligas; también se departió con ellos en el final a Barcelona. Finalmente, la Conclusión 1.ª de la Sección 5.ª, aprobada por unanimidad, acuerda la mayor difusión posible de las Ligas de Bondad.
Más contactos extraños confirman que la estricta protección no es más que un punto de partida para más dilatados y ambiciosos horizontes. A saber:
En El Escorial se sirvió a los congresistas un «espléndido banquete vegetariano»; después, entre las Conclusiones aprobadas de la Sección Octava, se dice que «el vegetarianismo en el hombre, debe de ser solo motivo de propaganda y divulgación del sistema».
Una «Fiesta de Autoeducación Humanitaria» se organizó a medias con la Cruz Roja y se premiaron a los niños de las Secciones Juveniles de la misma, anunciándose para el año siguiente un concurso entre Tutores de las Ligas de Bondad, Directores de Secciones Juveniles de la Cruz Roja, e Instructores de los Exploradores de España.
Por un discurso en dicha Fiesta, bastante cursi por cierto, nos enteramos de que la Federación Ibérica de Sociedades Protectoras de Animales y Plantas había organizado para los niños madrileños la Fiesta de la Madre.
La cosa no parecía, sin embargo, peligrosa. Si, como hemos dicho, las derechas podían estar tranquilas, los católicos también. Aparte de algunas alusiones a Dios, que nada cuestan, ahí estaba un religioso en El Escorial, tutelando una Liga de Bondad y elogiando la labor de las mismas.
Hasta que un día, el 23 de Enero de 1929, el Cardenal Primado, «en nombre y con autorización expresa de los reverendísimos metropolitanos», condenó, entre otras, «la asociación de Ligas de Bondad, que se muestra no menos moral y moralizadora, especialmente con los niños, con la misma moral natural y laica».
Esta Admonición Pastoral condena, además, en términos genéricos, «otras instituciones análogas de carácter neutro» que «predican una moral sin religión para llegar a la paz universal». ¿Estarían las Sociedades Protectoras de Animales y Plantas incluidas en la alusión «instituciones análogas»? No lo sabemos. Pero es claro que su espíritu era de los que se condenaban. Veamos si no algunos párrafos del discurso del citado Congreso que lo atestiguan.
«El día en que las mujeres de todos los países se den cuenta de la labor inmensa que abarcan las ideas de protección de los animales, (que son el punto de partida del desarrollo de la sensibilidad humana hacia el bien de todo ser débil), cuando este sentimiento de puro altruismo se aplique desinteresadamente a toda la humanidad, habremos encontrado el medio más eficaz de suprimir toda crueldad individual y colectiva, acabando de este modo con la posibilidad de que se repitan hecatombes como la que presenció asombrada la Humanidad en la llamada Gran Guerra de hace diez años». (Del discurso de Beatriz Galindo en la Sesión Inaugural).
«Muy breves palabras, Señoras y Señores, para saludar, en nombre de la Directiva de la Sección de Madrid de la Federación Ibérica de Sociedades Protectoras de Animales y Plantas, a los Señores Asambleístas del Congreso Internacional, y, especialmente, a esta infancia encantadora, admirable campo de experimentación para esta labor de regeneración de la sensibilidad humana, que perseguimos unos cuantos seres de buena voluntad con el mismo ardimiento con que los cruzados de la Edad Media perseguían a los infieles». (Del discurso de D. Luis Linares Becerra, en la «Fiesta de Autoeducación Humanitaria» aneja al Congreso).
Merecen transcribirse algunas de la Conclusiones unánimemente aprobadas.
De la Sección Segunda: Conclusión Quinta: «Suplicar a las Compañías de Navegación que en los buques de motor de petróleo instalen filtros separadores para los residuos, con el objeto de evitar que estos destruyan a los pájaros marinos».
De la Sección Cuarta: Conclusión sin numerar en la pág. 18: «Sustitución del asfalto y del alquitranado de las carreteras demasiado resbaladizos, tanto para los automóviles, como para los caballos».
De la Sección Sexta: Conclusión 1.ª: «El Congreso reprueba la vivisección como injustificable desde el punto de vista moral, e inútil bajo el aspecto científico, y declara que debería prohibirse por la ley en todos los países».
Conclusión 2.ª: «El Congreso proclama que ni la Medicina ni la Cirugía tienen nada que ganar con la vivisección; antes al contrario, creen que saldrían beneficiadas con la supresión».
* * *
Resumiendo: De la misma manera que en otros movimientos se señala, junto a una «idea externa» (lingüística, acaso), una «idea interna» político-social, hay que tener en cuenta, al hablar de la protección de animales y plantas, dos aspectos: el estrictamente ceñido a su enunciado, y otro pedagógico educativo según un criterio peligroso desde el punto de vista católico.
P. ECHÁNIZ
[1] P. Ignacio Sala de Castellarnau, S. J., El Vegetarianismo en la India, “Pro Salud”, n.º 16, pág. 17.
[2] P. Dionisio Domínguez, S. J., El Teosofismo.
[3] Carlos Brandt, El Problema Vital.
[4] Minkowsky, Cirugía Experimental.
[5] El Alcázar, diario de Madrid, 10-X-58.
[6] La Verdad, diario de Murcia, 28-VI-58.
[7] Federación Europea de Sociedades Teosóficas Nacionales. XII Congreso Teosófico Internacional, Barcelona, 1934. Sociedad Teosófica Internacional, Factor 7, Madrid.
[8] III Congreso Internacional de Sociedades Protectoras de Animales y Plantas y de Antivivisección, celebrado en Madrid y Barcelona los días 20 a 26 de Octubre de 1927, bajo el Alto Patronato de SS.MM. el Rey y la Reina de España.
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