La cultura de la cancelación y la demonización del discrepante
Carlos Pérez- Roldán Suanzes- Carpegna
Algunos falsos intelectuales creen que viven en la sociedad de la información, pues las nuevas tecnologías, las redes sociales, la posibilidad de transmitir en vivo para todo el mundo cualquier acontecimiento, les hace creer falsamente que el hombre del siglo XXI es el mejor informado de la historia.
Sin embargo informar no es simplemente emitir un vídeo, o transmitir una imagen, informar escontar los antecedentes del evento transmitido, dotar al espectador de las claves necesarias para entender lo que ve, y poder extraer las conclusiones correctas, aunque estas sean contrarias a la corrección política.
Nuestra sociedad no es la sociedad de la información, sino de la desinformación masiva, la sociedad de la demonización. Efectivamente, se inunda al pueblo de datos, de números, de supuesta "información" para ocultar las verdaderas causas, y las auténticas consecuencias de la realidad de la que supuestamente son testigos, y todos aquellos que discrepamos del relato oficial, por cuanto informamos de los antecedentes, de las causas reales, y de las consecuencias ciertas, somo demonizados. A los que discrepamos, ni siquiera se nos concede el derecho al error, simplemente se nos cancela, pues se supone que encarnamos el mal. El discrepante es un criminal condenado al exilio civil, al olvido, y relegado a la categoría de demonio por defender lo que la corrección política ha dado en llamar el "discurso del odio".
Pero a pesar de la condena, nuestra obligación es seguir proclamando la verdad, sea esta defendida por una mayoría borreguil, o por una minoría selecta. Los números nunca determinarán la verdad del relato.
https://www.tradicionviva.es/2022/04...l-discrepante/
Última edición por Hyeronimus; 05/04/2022 a las 01:28
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