Re: Incendios forestales, intrusismo estatal y demonización del ganadero extensivo.
Como toda opinión, lo que voy a explicar es discutible, pero me baso en observar la infraestructura que se está levantando en la geografía española. Mi argumento no es nuevo en el sitio, pero ya hace algunos años que lo expuse por primera vez y ya ni recuerdo en que foro, ni bajo qué titulo. Y el argumento es el siguiente.
Todo el sistema de comunicaciones terrestres en España, sean líneas de alta velocidad, sean autopistas (no autovías, aunque haya tramos de ellas incluidos), tanto radiales desde Madrid, como periféricas siguiendo en paralelo las costas, están ofreciendo un perfil de España que podríamos asimilar a una rueda. Todo lo que se encuentre en la línea trazada está siendo modificado. Hoy desplazarse desde un punto situado a cientos de kilómetros a otro, es algo casi, casi, como hacer una excursión. Por ejemplo, si entre Valencia y Madrid hay unos 350 km, con el AVE es perfectamente posible para cualquier madrileño ir a pasar el día en la playa si el tiempo acompaña. Se sale temprano, a media mañana ya se está al borde del mar, y para media tarde de vuelta al AVE. Por la noche cenita en casa. Y para un valenciano no hay problema alguno en visitar el Museo del Prado, comer en el Madrid de los Austrias y por la noche en casa a contar la aventura del día. Algo similar sucede con los currantes de Ciudad Real que se desplazan a Madrid a trabajar en el andamio. Se levantan de madrugada, toman el AVE con un abono, entran a trabajar a su hora y al final de la jornada se van a dormir a sus casas a doscientos kilómetros.
El planteamiento lo podemos hacer extensivo a cualquier parte de la periferia que ya esté debidamente conectada, por ejemplo, vivir en Oviedo y trabajar en Lugo, autopista y en escaso tiempo ya se está en la oficina, y por la tarde vuelta a casa. Y aquí surgen los intentos de comprensión de lo que pasa. ¿Cómo se puede depreciar un terreno sin tener que pagar grandes indemnizaciones? Estuve en Galicia en al año en el que pareció que iba a arder entera. En una carretera que iba desde Poyo (Pontevedra) hacia La Toxa, desde el coche vi perfectamente a un tío con un mechero en la mano prendiendo fuego, mientras por la mencionada carretera pasaban a toda velocidad coches de la Guardia Civil en una dirección y otra como enloquecidos. ¿Qué estaba haciendo aquél fulano al que me hubiese encantado meterle un tiro allí mismo? Ni idea, pero aparte de ser un tarado mental y un criminal, lo que vi era un patanazo de tomo y lomo, ¿qué ganaba? no lo sé.
Mientras tanto, todas las zonas intercaladas entre los radios y el perímetro de "la rueda" se van despoblando, quedando abandonadas, a un barbecho inútil pues no hay bosques, ni prados, ni cursos de agua permanente, nada, los restos de una España árida, esquilmada y estéril.
Última edición por Valmadian; 07/10/2016 a las 23:15
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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