Ahora bien: confundir sentimientos y opiniones con doctrina forma parte del mundo que la Revolución ha diseñado para nosotros,
Totalmente de acuerdo con esto, Chanza:
Mi opinión es que matar a un hombre a sangre fría, por mucho mal que haya hecho, es de cobardes; y hacerlo al amparo de las leyes, del estado o de cualquier otro estamento superior, repugnante. Pero sigo respetando a los que no opinan igual que yo. Si alguien comete crímenes execrables se le condena a trabajos forzados, como ha dicho Von Feuer, y si lo que ha hecho es tan aberrante que esa pena es poca, se le mete en una celda de hormigón de 2x2x2, con dos agujeros para respirar y un conducto para el pan y el agua, y que no vuelva a ver la luz del sol ni oir la voz de nadie más.
Luego me meto con lo de la docrina.
Ordóñez, hagamos como que no has dicho lo que has dicho en el tono en el que lo has dicho, que quiero que nos llevemos bien.
Muy interesante ese texto, Hyeronimus. La verdad es que le hace a uno pensar. Pero he notado en todo el en general y en ciertas partes en particular falta de perspectiva (De esa misma que adolecen los historiadores modernos que juzgan la Conquista de las Américas con una moral del siglo XXI). Cierto que las Sagradas Escrituras legitimizan la pena de muerte en ciertos casos, y que la tradición Católica, con todos sus teólogos y filósofos incluidos también lo han hecho. Pero las Sagradas Escrituras también prohíben un montón de cosas (que ahora no tienen nada de sentido) con castigos bastante severos. Baste para una muestra el libro del Levítico.
La tradición Católica y todos sus filósofos han creado a lo largo de siglos lo que ahora es la doctrina católica, pero el autor vuelve a mostrar falta de perspectiva al basarse en ella para justificarla. ¿No fue acaso la iconoclastía una fuente potencial de docrina y tradición hasta que fue declarada herejía? ¿No es posible -factible- que todo este movimiento basado en la "típica e iluminada superficialidad laica" acabe siendo una parte tan importante de una futura religión católica como lo es ahora de la nuestra Santo Tomás?.
De nuevo la falta de perspectiva queda patente al utilizar la postura anterior del ministerio católico para defender una pena de muerte redentora. Y digo yo, para que algo sea redentor en cualquier sentido ¿No tiene que venir esa categoría de nuestro Señor directamente? Y por otra parte, la Iglesia ha apoyado acciones y posturas de las que no se enorgullece nadie hoy en día, ¿Qué hace a esta postura tan especial?
Otro punto que toca es la vida como medio, y por tanto, no como un derecho inalienable de la condición humana. Pues bien, falso. Cierto que la vida no es el fin último, y que ese fin último es la llegada de nuestra alma inmortal en el reino de Dios con todo lo que ello implica, pero en el momento en que nuestra alma se separa de nuestro cuerpo dejamos nuestra humanidad, quedando nuestra alma inmortal sujeta a la misericordia de Dios, por lo tanto la vida es un derecho inalienable de cada ser humano, es un medio para nosotros como alma, pero un fin para nosotros como alma y carne.
También acusa a aquellos que privan de la libertad a algún preso alegando que la libertad es equiparable a la vida como derecho. Aquí no me voy a poner tan místico; es muy sencillo, si al condenar a alguien te das cuenta de que te has equivocado le puedes devolver la libertad, la vida no. De nuevo la frase de Tolkien viene al caso en este momento.
Dejo partes del texto sin analizar, pero no quiero aburriros tanto...![]()
Josefo, estoy de acuerdo en que la sociedad americana busca la venganza, mientras que la sociedad española la reinseción a cualquier precio. Ninguna de las dos es buena, si un reo es merecedor de ser apartado de la sociedad indefinidamente se le aparta sin miramientos de ninguna clase, pero no se le somete a una situación de escarnio público y de dolor y sufrimiento para el y sus allegados (A mi lo que me más me llega de estas situaciones no es ver al preso pedir clemencia, sino ver el sufrimiento de su madre, padre, hermanas...)
Esto me suena más a doctrina política seguida por miles de borregos que a verdad de Fe (Que no lo es) revelada por Dios.La Pena de Muerte es un tema de moral, y nosotros no podemos tener una moral propia, particular, individual. La Iglesia y su magisterio son quienes se han de manifestar sobre los temas de la moral, y nosotros aceptar lo que nos dice. Como que la pena de muerte es un tema que concierne a la moral, la Iglesia ya se ha manifestado desde los primeros tiempos y nos ha enseñado que en determinadoas casos el licita y necesaria.
Un saludo a todos.
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