Adolfo Suárez, mitología de la Transición.
Adolfo Suárez parece volver de nuevo a la actualidad. Con dos programas especiales dedicados a su figura en Antena 3 y Tele 5 y la constante referencia de nuestros políticos al espíritu de la Transición; Suárez sigue siendo de los pocos políticos que genera consensos generalizados en torno a su figura.
Sin embargo su figura al igual que la Transición en su conjunto, aun no han sido analizadas con la neutralidad de los años. Y eso es lo que superficialmente, pretendo con este breve artículo. Sin las lealtades y las cargas sentimentales, que supone el que yo haya nacido en 1983.
¿Fue Adolfo Suárez el personaje clave de la Transición?.
A esta pregunta la mayoría de españoles responderían con un rotundo si. Sin embargo un estudio de los entresijos político del tradofranquismo y de la Transición delata que la subida a la presidencia del gobierno de un joven político de segunda fila como era Suárez se debió a una cuestión de imagen y no de peso político.
Dos fueron los hombres del franquismo encargados de desmantelar el Régimen del 18 de julio: Torcuato Fernández Miranda y Manuel Gutiérrez Mellado. Entre los dos dinamitaron los pilares del Régimen: el ordenamiento constitucional el primero y las Fuerzas Armadas el segundo.
Otra figura de importancia en la transición fue Manuel Fraga que hábilmente supo “domesticar” a una parte importante de la sociedad española fiel a la figura del Caudillo.
Y no nos olvidemos de cierta jerarquía Católica con Pablo VI a la cabeza, primerísima instigadora de la desaparición del Régimen nacido sobre la sangre de tantos mártires y última nación que reconocía la importancia publica de la religión Católica.
La Transición Española, ¿un modelo?.
Y esta es otra de las verdades oficiales incuestionables. Pero cualquier mente no nublada por el fanatismo de lo políticamente correcto llegará a la conclusión de que de esos polvos estos lodos. Nuestra Transición no ha sido un éxito ni pude ser un modelo cuando treinta años después nos encontramos en la actual situación de desmantelamiento del Estado y de crisis nacional.
Y el balance de estos treinta años para los católicos no pude ser más nefasto: divorcio, aborto libre, “matrimonio homosexual”, insultos a la Iglesia….
Urge por parte de los católicos un examen de conciencia sobre nuestra participación política en estos últimos treinta años.
Un examen de conciencia que desemboque en un firme propósito de enmienda.
Pablo Rodríguez Gómez.
-"No piense mal de mí, señorita, mi interés por usted es puramente sexual".
Groucho Marx
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