Te dejas a uno de muy importante. A Federico García Lorca.
Mucho más que una cuestión de "orientación"
¿Vivimos en una sociedad homosexual?
ANTONIO MARTÍNEZ
El viraje es de los que hacen época: hasta no hace mucho, Occidente sentía horror ante la homosexualidad como vicio nefando, reflejando la condena bíblica contra la perversión de Sodoma y Gomorra. Sin embargo, desde la década de 1970, la sociedad occidental posmoderna siente una creciente fascinación por el universo homosexual. ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Cómo ha sido posible, en un brevísimo lapso de tiempo, una metamorfosis tan radical?
La explicación se encuentra en el plano de los valores y los principios. Durante siglos, la homosexualidad se consideró como un hecho extraño a la estructura objetiva de la realidad. El mundo se ajustaba a unas ciertas leyes metafísicas, antropológicas y morales. Y tales leyes componían el orden del universo, el dharma eterno de los hindúes, la ley natural de los medievales. Ahora bien: al menos desde Kant, la filosofía del Occidente moderno ha tendido históricamente a afirmar cada vez más la subjetividad del individuo y a negar la existencia de esas supuestas “leyes objetivas” de lo real. Esta es la raíz filosófica del individualismo moderno. Y la preferencia moderna por lo homosexual sería una consecuencia particular de la opción filosófica a favor del reinado del individuo: el sujeto occidental moderno, en nombre de la diosa Libertad, pasa a prevalecer sobre las leyes ontológicas que hasta entonces lo limitaban. Y una de ellas era la ley de la heterosexualidad.
Los tres mitos modernos de la homosexualidad
Pero aún hay más. La homosexualidad ha pasado de la vergüenza al general aplauso, ante todo, porque se ha convertido en un mito en al menos tres sentidos dentro de la cultura contemporánea.
En primer lugar, el homosexual es el gay, es decir, el individuo que ha recuperado el sentimiento de la vida como juego, diversión, carnaval, máscara, transgresión, fiesta, colorido y glorificación de lo sensorial. El heterosexual obedece el freudiano principio de realidad, contrae nupcias, se aparea, crea una familia y mantiene la estructura de la sociedad. El heterosexual es el hombre del deber, de la responsabilidad y, al final, del aburrimiento. En cambio, el homosexual conserva la envidiable independencia del adolescente y cultiva el sentido lúdico del sexo y de la vida. La Love Parade berlinesa y el desfile del Día del Orgullo Gay serían hoy los símbolos más difundidos de este sentimiento lúdico y desinhibido de la existencia.
En segundo lugar, la cultura occidental del siglo XX ha identificado “homosexualidad” y “aristocracia espiritual”. El heterosexual es el hombre material, “simple”, atado a la tradición y a las convenciones sociales; y, desde luego, es menos interesante que el homosexual. El sujeto homosexual representa el “hombre complejo”: el filósofo, el escritor, el artista, el metafísico, el melancólico, el solitario, el romántico, el rebelde, el heterodoxo, el genio. Aquel que ya no vive en el orden habitual del mundo, sino en los laberintos infinitos de su propia psique. Por esta razón se ha mitificado en el siglo XX a Leonardo da Vinci como “genio homosexual”. Rimbaud, Proust, Foucault constituyen otros tres símbolos de la moderna mitología homosexual. La atracción homosexual del profesor Aschenbach hacia Tadzio, el efebo perfecto, en La muerte en Venecia, de Thomas Mann, expresa una profunda tendencia anímica del hombre occidental moderno en su etapa de decadencia –recordemos a Spengler, aún aprovechable-, del mismo modo que la bisexualidad del Demian de Hermann Hesse manifiesta la obsesión moderna por superar todos los antiguos tabúes antropológicos en pos de la suprema coincidentia oppositorum: ir más allá del bien y del mal, de lo masculino y lo femenino, de lo bello y lo feo, de lo verdadero y lo falso. En este mismo orden de ideas, y viniendo a la actualidad, el erudito Teabing, alto dirigente del Priorato de Sión en El Código da Vinci, constituye también, en su gélido aislamiento, una figura claramente homosexual.
Finalmente, la homosexualidad simboliza –lo apuntábamos más arriba- el individualismo moderno. El homosexual es el habitante del loft urbano, el individuo que se reabsorbe en sí mismo, el que medita adoptando la postura del loto. En este sentido, la homosexualidad sería una manifestación particular del individualismo y el narcisismo contemporáneos. Por supuesto, ni todos los propietarios de lofts ni todos los adeptos a la meditación zen son homosexuales. Pero, metafísicamente, sintonizan con una cierta atmósfera homosexual. Lo mismo puede decirse, entre nosotros, de Babelia, el suplemento literario de El País, cuyo carácter homosexual resulta evidente, al igual que el de la cultura posmoderna en general.
Una revolución pendiente: de la cultura homosexual a la “cultura de la vida”.
Conclusión que extraemos de todo lo anterior: que la sociedad posmoderna, aunque sea mayoritariamente heterosexual (el mitológico 10% de homosexuales difundido desde Kinsey nunca ha existido: el porcentaje real oscila entre el 1% y el 2%), está ampliamente invadida por el ambiente homosexual dominante hoy en el mundo de la cultura y en los medios de comunicación. El individuo homosexual la fascina por las razones que ya hemos explicado: no es simplemente “la persona que siente atracción por el sexo propio”, sino mucho más que eso. Se ha convertido en todo un mito: el homosexual es el hombre libre, el rebelde, el heterodoxo, el que se ha desvinculado del peso de la tradición y accede, así, a la esfera ingrávida y transparente del ángel demoníaco. En este sentido, el gnóstico y el cátaro, hoy tan apreciados, serían también arquetipos claramente afines a la metafísica de la homosexualidad.
Una homosexualidad que, dentro de la cultura occidental, se acentúa como seña de identidad contemporánea a partir de de Mayo del 68: desde ese momento crítico, el espíritu de Andy Warhol se convierte en signo de los tiempos y comienza el reinado absoluto de la subjetividad. Mientras la burguesía europea iba al cine a contemplar los dúos y tríos lésbicos de Silvia Krystel en Emmanuelle, la izquierda posmoderna se convirtió por completo a la mística de la homosexualidad, hoy ampliamente asumida en el mundo de la cultura popular y universitaria. Y, en la medida en que tal cultura impregna hoy la sociedad occidental, podemos hablar legítimamente de que vivimos en una “sociedad homosexual”. Gianni Vattimo –homosexual, como se sabe-, los hermanos Chapman –enfants terribles del arte británico- o la MTV serían algunas manifestaciones concretas, entre muchas otras, de esta atmósfera.
Y, a partir de ahora, ¿qué? ¿Tal vez nos espera un futuro “cada vez más homosexual”, es decir, cada vez más individualista y narcisista? Dentro de veinte años, ¿serán minoría los países del mundo que no reconozcan los matrimonios gays? ¿Será obligatorio estudiar en las escuelas a Barthes y Derrida, y leer los artículos de Vicente Verdú? ¿Empezará a considerarse como una anomalía moral y psicológica la orientación exclusivamente heterosexual? ¿Veremos imanes gays en las mezquitas de ese “Islam europeo y laico” que propugna El País? O, en todo caso, y prescindiendo de las anteriores ironías, ¿la vanguardia cultural de Occidente seguirá siendo entonces, como parece ser todavía hoy, abiertamente homosexual? ¿Se acentuará, en fin, aún más el tópico que identifica la heterosexualidad con el pasado, y la homosexualidad, con el futuro, con lo moderno y con la libertad?
No necesariamente. El tópico y el engaño no pueden reinar indefinidamente. La ficción resulta ya manifiesta: la subjetividad homosexual, lejos de ser “más sensible” y “más interesante”, termina en un callejón sin salida. La cultura homosexual contemporánea vive mirándose a sí misma en el espejo de su psique solipsista y termina haciéndose incapaz de cualquier auténtica creación, de cualquier auténtica relación luminosa con el mundo: he ahí los ejemplos del arte contemporáneo, del cine europeo, de la literatura posmoderna. La subjetividad homosexual se pierde en un laberinto sin centro y sin luz.
La cultura del futuro sólo tiene una oportunidad para salir de su actual marasmo: redescubrir el universo del “afuera”, la maravillosa objetividad del mundo y del ser. El hechizo narcisista que engendra el pathos homosexual ya ha durado demasiado tiempo. No soportamos ya más elegías alejandrinas ni languideces crepusculares. Necesitamos vida, luz, verdad, misterio. La objetividad de las cosas es la única fuente que enriquece realmente nuestra subjetividad. La sustitución del paradigma homosexual se ha convertido hoy en una inaplazable urgencia histórica. Una nuevo tipo de cultura clama por eclosionar. El día en que esto suceda, la homosexualidad seguirá existiendo como paradójico fenómeno humano -¡hay tantos!-. Pero ya no viviremos dentro de una cultura enclaustrada en sí misma, es decir, dentro de una cultura espiritualmente homosexual.
http://www.elmanifiesto.com/articulo...darticulo=2386
Te dejas a uno de muy importante. A Federico García Lorca.
No creo que la idea del autor del artículo fuera hacer una enumeración exhaustiva. Se dejó a muchos en el tintero, claro. De lo que se trata es de que el movimiento homosexual ha creado unos mitos, unos iconos de los que valerse para promocionarse. Yo prefiero quedarme con el Lorca poeta, que sin ser de mis preferidos tenía bastante talento, y no preocuparme por su más o menos caótica vida personal o su carencia de hormonas. O con el Leonardo pintor o inventor, aunque en el caso de este último, si bien en su juventud fue objeto de una denuncia en este sentido, se desestimó la causa por falta de pruebas y parece que todo se debió a una venganza personal (lo mismo que la tan mitificada muerte de Lorca).
Apoyar esa mitología inventada es tan sensato como generalizar con la homosexualidad. Que uno sea gay no significa que sea un proge o un comunista. Puede, perfectamente, ser cristiano o votante del PP.
Comparto la opinión de que no hay cosa mas asquerosa que ver dos hombres besándose, pero a algunas chicas de mi clase ese tipo de cosas les excita. O eso dicen ellas. De no ser por eso, no entiendo que estén tan de moda. También pienso que algunas chicas de mi edad están un poco locas, pero ¿quien soy yo para poner una camisa de fuerza a la gente?
Ser gay sí es ser progre porque gay es el invertido orgulloso de serlo que promueve su perversión. Es diferente del caso mucho más excepcional del que es homosexual por un desarreglo hormonal de nacimiento (estos son muy raros, como digo) pero por su formación moral y cristiana sabe que eso es antinatural y está mal y no practica su homosexualidad. La Iglesia llama a no rechazarlo, pero le pide abstinencia.
Si algunas chicas de tu clase se excitan viendo a dos tíos besándose es que son unas pervertidas. Pero claro, eso es lo que se promueve. Las modas siempre son inducidas, no suelen surgir así como así. Se promueven con fines comerciales, sociales o políticos. Eso siempre ha estado clarísimo, pero la manada se deja arrastrar a pesar de todo. Y por supuesto, nadie habla de poner camisas de fuerza, pero sí que se deben limitar ciertos comportamientos no saludables, y lógicamente el que está loco necesita ayuda. No se lo va dejar abandonado en su locura.
Estamos en un mundo decadente, decadencia se siembra y decadencia se recoge.
La homosexualidad no es mas que un hombre que sodomiza a otro, que le gusta el sexo de otro hombre. Es algo asqueroso y como tales han de ser tratados. Aunque nos vendan el cuento de la intelectualidad, no deja de ser que uno introduce su sexo en otro. Simplemente son maricones y esa es la palabra con la que aquí siempre se les ha llamado.
Mi abuelo que era comunista, antes de la guerra, durante la guerra y despues de la guerra presumia de haber fusilado a alguno. Decia que si alguno de sus hijos hubiera sido maricon el mismo de pequeños ya los hubiera tirado desde el quinto piso de donde vivia.
Años mas tarde, durante la transicion, cuando el PSUC tomo contactos con el Frente de liberacion Gay, mi padre les llamó protestando diciendo que habian traicionado a todos los combatientes comunistas, y que si todo habia sido para llegar hasta alli, seguro que su padre ahora se habria hecho fascista.
La Izquierda de antes de la Guerra, aun siendo anticatolica, habia sido educada en el respeto y el sentido comun. Aun no habian degenerado tanto y muchos de ellos eran bastante sanos.
El mismo anarquista Durruti fusiló a varios cientos y decia que antes que homosexual se iria con las fuerzas franquistas.
"El nombre de España, que hoy abusivamente aplicamos al reino unido de Castilla, Aragón y Navarra, es un nombre de región, un nombre geografico, y Portugal es y será tierra española, aunque permanezca independiente por edades infinitas; es más, aunque Dios la desgaje del territorio peninsular, y la haga andar errante, como a Délos, en medio de las olas. No es posible romper los lazos de la historia y de la raza, no vuelven atrás los hechos ni se altera el curso de la civilización por divisiones políticas (siquiera eternamente), ni por voluntades humanas.
Todavía en este siglo ha dicho Almeida-Garret, el poeta portugués por excelencia."Españoles somos y de españoles nos debemos preciar cuantos habitamos la península ibérica" .España y Portugal es tan absurdo como si dijéramos España y Catalunya. A tal extremo nos han traído los que llaman lengua española al castellano e incurren en otras aberraciones por el estilo."
Marcelino Menéndez Pelayo.
Muy interesante el artículo de Antonio Martínez que nos ha traído Hyeronimus.
También he de darle la razón a Litus. Muchos comunistas y anarquistas de la primera mitad del siglo XX condenaban la homosexualidad practicante sin remilgos, aunque la interpretaran unívocamente como "degeneración burguesa".
Quisiera, a título personal, recomendar un libro que leí hace muchos años:
Sodomitas (Madrid, Editorial Nos, 1956), de Mauricio Carlavilla del Barrio (cuyo pseudónimo era Mauricio Karl). El autor era comisario de policía y dejó una amplia bibliografía muy interesante.
El libro y el autor están proscritos, lo que es una razón de más para interesarse por la dilatada obra de este hombre tan lúcido.
Hasta no hace ni 80 años. Los homosexuales compartían celda con violadores, asesinos y demás. Lo peor de nuestra sociedad. ¿Tan malos son?
Seguramente voy aparecer un poco progre por preguntar esto, pero...
Los únicos que yo conozco son los famosos que salen por la tele o por ser autores celebres. Tipo: Miguel Bose, el Sr. Boris o Lorca. Tres hombres muy diferentes, pero no me parecen tan terribles, o depravados, como para que sea preciso ejecutarlos.
Considero que hay gente mucho peor en el mundo y, sinceramente, aunque no comparto sus gustos o sus muchas payasadas... No considero que lo hagan en la intimidad de sus alcobas sea tan importante como para que sea tema de debate. Eso si, siempre que no haga nada que viole los derechos o las libertades de los otros.
Quizás me equivoco, pero considero que los asiáticos que viven en nuestro país... tres mil veces mas terribles para nuestra cultura que todos los posibles invertidos.
PD: Tautalo. ¿Es posible encontrar este libro en España? Me encantan los libros de no ficción... y ya tendría algo con que empezar el verano.
Última edición por Avellaneda; 20/06/2008 a las 01:25
Creo que nadie ha defendido aquí la "ejecución" de ningún maricón, Avellaneda. Lo que nos hemos limitado es a recordar lo que, p. ej. Buenaventura Durruti, se hacía con ellos, contrastándolo frente a la actual alianza que se ha producido entre las izquierdas post-modernas y el lobby sodomítico.
Creo que ves las cosas desde una perspectiva muy individualista (me explico: mientras que los bujarras tengan sus relaciones, ¿eso qué problema supone? -es lo que pareces decir). Creo que maricones ha habido siempre y los habrá. Lo que aquí se discute es que hayan pasado de una situación de marginalidad a la de convertirse en colectivo social hegemónico, capaz de hacer algo más que legalizar su vicio contra-natura: incluso orientar las tendencias, influir en la educación de las futuras generaciones... y un largo etcétera que esto sí, tiene una proyección fuera de las alcobas de los palomos amartelados y sodomíticos.
Sobre el libro. Es posible conseguir ese libro todavía. Te facilitaría dirección y todo, pero no quiero hacer propaganda de ninguna librería de libros viejos, pues no soy partidario de la publicidad gratuita. Si esas librerías mantuvieran el foro de hispanismo.org lo haría gustoso.
Mmm. No estoy a la altura de los debates. Ustedes saben mas que yo y parece como si todo lo que me han enseñado y los libros que he leído, aquí no sirviera de nada.
Este es un punto en que el tiempo demostró que la tradición esta equivocada. No se puede criminalizar a la gente por nacer ¿defectuosos?. Por que estamos hablando de eso, ¿no? ¿psicologia evolutiva?
El sexo siempre ha sido asqueroso. No hay belleza en el acto. Durante años fue un tema tabú, pero los tiempos cambian. Ahora tenemos el Sida y supongo que es importante informar y prevenir a la gente.
Lo ideal seria la abstinencia de todos hasta el matrimonio, pero incluso yo se que eso es una fantasía. La carne siempre ha sido débil y fofa.
De los gays... es que ni siquiera sabría que decir. ¿Acaso son unos libertinos salvajes? ¿No creen en el amor, en la fidelidad, en el matrimonio? ¿Y que les hacia Durruti? Es que ni siquiera se eso y no voy a poner a condenar o defender una gente sin tener claro de que actos impuros los estamos acusando. ¿Popularizar el sexo rectal?
Por mucha propagando o política que nos pongan, dudo mucho eso de que: "Todos nacimos siendo bisexuales" Que la metrosexualidad este de moda, no significa que la gente vaya a sentir curiosidad en el futuro por saber que se siente al tener un dedo dentro del culete. Pero esta es la opinión de un mocoso. No la de un proge o un individualista.
Si el tal Boris no te parece depravado, no se yo que hay en este mundo que pueda parecértelo...
El problema aquí no es lo que hagan unos a escondidas en sus alcobas, ese nunca ha sido el problema. Libertad es una palabra que usan los progres para lograr todos sus asquerosos desprópositos, es decir, básicamente hacer todo lo que fastidie a los de derechas, conservadores, "fachas". Su libertad coarta la de todos los demás, y a sabiendas. Quien no sea capaz de verlo es ciego. La libertad de los progres significa tiranía para los que no pensamos como ellos, para los que queremos vivir en una sociedad normal y decente en la que nuestros hijos sean educados en valores morales y puedan tomar ejemplo de sus mayores y no esta Sodoma y Gomorra mal llamada España.
Que fácil me lo pones. Que tal ¿toda la dirección, así como la audiencia de Telecinco?
Ana Rosa, Sin tetas no hay paraíso, Aquí hay tomate, Gran Hermano, Supervivientes, La Noria, Diario de, Escenas de matrimonio, Los Serrano, Yo soy Bea,... Comparados con ellos, el Sr. Boris era un payaso exhibicionista.
Amigo Avellaneda. El sexo, ordenado a la procreación, es como todas las cosas que Dios hizo algo hermoso y bueno, nunca será asqueroso cuando es expresión del amor que se tienen un hombre y una mujer (mejor, claro está lo digo como católico, si esa comunicación sexual se realiza en el seno del matrimonio, que es un sacramento, o sea que sirve para hacernos santos). Asqueroso es que el ser humano pervierta el sexo, llevando una vida disoluta y promiscua, por instigación maligna. El diablo quiere y pugna para que todo lo que Dios ha hecho para el hombre -el hombre inclusive- se desordene; esa es el misterio de iniquidad, la obra de las tinieblas: convertir la creación de Dios en una caricatura horrorosa, en un esperpento.
En cuanto a la evaluación sobre la catadura moral de personajes de moda, yo me abstengo de valorar si éste o aquél otro es más depravado o menos degenerado. Lo que sí está muy claro es que estos personajes pueblan los medios de comunicación, desplegando su pésimo ejemplo para la deseducación de nuestro pueblo que al contacto con semejantes seres se va corrompiendo, aceptando y transigiendo cosas inaceptables.
Creo que aquí es donde hay que plantar la batalla. Y esa batalla la convertiremos en victoria si tejemos redes -no tienen por qué ser políticas- que sean capaces de crear una sociedad civil bien formada que actúe.
El ejemplo lo tenemos en la campaña reciente que se ha llevado a cabo contra ese programa televisivo blasfemo e irreverente que ridiculizaba a la Iglesia católica.
Desengañémonos, por mucho que los progres vayan de transgresores están insertos en una economía de mercado. Si se les fastidia la publicidad que sostiene su programación, adiós a la programación.
Frente a los agentes que corrompen el ambiente, la mejor contraofensiva es privarlos de sus medios, logrando que las empresas anunciantes les retiren el dinero con el que se permiten agredirnos a todos. Al final, tendrán que ir a pedir subvenciones estatales... Y también al Estado habrá que darle jaque, pues con los impuestos de todos no pueden estar -como lo están haciendo- favoreciendo a ese sindicato del crimen moral que son algunos personajes de la farándula: pseudopayasos, pseudoactores, pseudoperiodistas y otros "pseudópodos".
Resistencia contra la ingeniería social, eso es lo que hace falta. Y Resistencia organizada. La libertad se conquista... conquistémosla.
Un saludo
Entiendo sus opiniones, pero no comparto sus posturas.
Hablan de falsos iconos, pero ellos no necesitan retroceder mas haya de este siglo para sentirse orgullosos de su condición sexual y del de haber contribuido a enriquecer nuestro patrimonio Español.
En una sociedad llena de mediocridad, con cerebros en decadencia y corazones gobernados por el vil oro. Uno no puede evitar enorgullecerse al oir nombres de genios como Antonio Gala o Pedro Almodovar.
¿Es esta la gente que queremos fuera de España? ¿Seremos tan torpes como para no apreciar lo bueno que se nos ha dado, hasta el momento después de haberlo destruido?
No estoy diciendo que la homosexualidad sea algo normal, pero no creo que sea el mayor de nuestros problemas.
Última edición por Avellaneda; 21/06/2008 a las 00:43
El mayor de nuestros problemas... Eso es importante. Según a quien le preguntes, el mayor de los problemas será: que no se siente aceptado, que su mujer se ha ido con otro, otro te dirá que el mayor de nuestros problemas es la inmigración (puede ser que ése sea yo), otro que la ETA, otro que Zapatero, otro que el Ojalatero (dícese de aquel que siempre está con el "ojalá que..."), otro que el paro, otro las hipotecas y otro, los maricones; para mí, ese no es el principal de nuestros problemas, pues no los tengo al lado, y tampoco quiero tenerlos (que son dos cosas).
Que yo recuerde, nadie ha dicho que la homosexualidad sea el primero de nuestros problemas.
Quiero reconocerte que tienes un extraño sentido del humor.
¿Almodovar... un genio? ¿Gala... un genio?
Jajaja... Ni Almodovar es un genio ni Gala lo es. Son dos candiles que si "lucen" es por el aceite que pierden.
Avellaneda. Para mí, un genio es Mel Gibson a ratos, Felipe II siempre y Juan de Austria en Lepanto.
Un saludo
Cita:
"Uno no puede evitar enorgullecerse al oir nombres de genios como Antonio Gala o Pedro Almodovar."
No puedo creer que el comentario sea en serio. Sobre todo por el "cineasta" innombrable con su depravación desvergonzada y odio anticatólico.
La valla de los genios españoles es demasiado alta como para sepultarla en el lodasal de los "genios" que ud. ha nombrado.
San Juan, Santa Teresa, Don felipe II, Cervantes, Quevedo, Velázquez, Juan de Santo Tomás, Ledesma, Diego Mas, Suárez, Menéndez Pelayo, Vázquez de Mella y un larguísimo etc. puede solo patentar la triste vergüenza de, por obra de la progresía, ser contados entre los "genios" España los belitres por ud. nombrados.
EXURGE DOMINE TE JUDICA CAUSAM TUAM
Sin comentarios. Sobran las palabras cuando sus obras hablan por ellos mismos.
¿Mel Gibosn un genio? Se que me alejo del tema, pero ¿Que edad tienes Tautalo?
No soy muy dado al cine latino, pero ¿Cuantos chilenos dices que tiene un Oscar?
Estimado Avellaneda:
Aunque el tono de su provocación sea algo pueril, baste recordar que el Oscar no tiene parte en el argumento de la discusión. No es el punto. El comentario sobre los chilenos me es indistinto, soy hispanista y tengo al nacionalismo por error profundo. O sea, mi Patria es España, de donde me viene todo cuanto pueda aprovechar de bueno y noble, la Fe , el idioma; en fin, la cultura, en su acepción clásica y católica, que viene de "colis", "colere", es decir cultivar.
Cultura es solo aquello que engrandece el espíritu y nos hace virtuosos, o sea espiritualmente fuertes.
Lejos están los innombrables por ud. exaltados de contribuir en algo a la cultura, de hecho constituyen su antípoda, son la avanzada de la anticultura. Todo cuanto hacen es espiritualmente corrosivo, en nada contribuyen al arte ni al espíritu, solo se han constituído en influencia nefasta para la sociedad.
¿Qué parte puede tener un católico con el Oscar, Nobel y todos aquellos becerros de oro hodiernos? No veo qué importancia puedan tener. Nada más alejado de nuestras referencias. En pocas palabras, cualquier patán los puede obtener, sobre todo si suscribe el decálogo anticristiano de la progresía: derechos humanos, democracia, tolerancia, pluralismo, anticatolicismo, sodomía, diversidad, igualdad, libertad,promiscuidad y un largo estercolero de errores y vicios.
La prueba de la blancura es muy simple, pregúntese ud. qué hubiesen merecido aquellos innombrables al bastión de la cultura y civilización que fuera el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. Criterio certero para todo hombre que se tenga por católico y civilizado.
EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM
¿Ofender? Nunca fue la intención. Solo expreso mi opinión con la mayor coherencia que me es posible.
Vuestro error (en mi modesta opinión) es la errónea concepción de que la Cultura es solo tradición, religión o las costumbres de una nación.
Cultura es la capacidad de los humanos para realizar obras excepcionales que ensanchan hasta el espíritu del hombre mas pequeño. Ya sea con la danza, la poesía, la pintura, la música, la literatura, la arquitectura, el cine o el deporte.
El hombre puede aprender muchas cosas, excepto una: el talento.
Y, por lo que yo llevo documentado, estos engendros de la naturaleza nacen con un inusual don para las artes. Una sensibilidad especial que el resto de humanos ni compartimos, ni se nos puede enseñar. Aunque mi intención tampoco seria la de generalizar este hecho.
En un mundo tan carente de ideas y lleno de incultura ¿Quieres corregir eso?
La cultura y el deporte están abiertos a todo el mundo, independientemente del credo que uno tenga. ¿Por qué motivo debería ser diferente? ¿Es que solo los católicos deberíamos jugar a fútbol o escribir poemas?
Estimado Avellaneda:
1º Lo que he expuesto no es "mi" concepción de la cultura, es el concepto clásico, o sea perenne que de ella se ha tenido en el Occidente Cristiano y exclusivamente en él. Lo que no edifica, no es cultura.
2º La Cultura no es una capacidad, es algo concreto que se tiene o no. Las capacidades son potenciales no actuales.
3º El talento sí es una capacidad. Que los sodomitas lo tengan en forma superlativa es un burdo mito difundido por ellos mismos. De hecho su grado de perversión es tal que los incapacita radicálmente en la sindéresis. Por eso el cuidado de la Iglesia y cualquier sociedad sana de excluirlos de cualquier tipo de servicio público y de vigilar con celo sus actividades. Son como los psicópatas, cleptómanos, ludópatas, etc., con la diferencia de que su vicio es una aberración contra natura, o sea un desorden muchísimo peor que el de aquellos.
4º El deporte y la cultura, si bien puden ser aprovechados por todos no lo serán del mismo modo, porque "lo recibido lo es según el modo del recipiente". No es indistinto, un artista o es católico o está en el error. Y el Catolicismo no es una religión, es vida. La religión es solo una de las virtudes derivadas de la justicia sobranaturalizada. Si profesa una fe distinta del catolicismo y por ende falsa, no solo su vida sino su concepción de ésta y del universo es errónea. De ahí la inimitable superioridad de la cultura Cristiana Occidental sobre cualquier otra, porque todas sus obras, explícitamente religiosas o no, están transidas de sobrenaturalidad, y por ello de la única comprensión acertada de la Historia y el cosmos, una comprensión dicha "sub specie aeternitatis", que no es dado comprederla sin la Revelación.
EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM
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