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Tema: ¿ Que es el crédito social?

  1. #1
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    27 mar, 05
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    ¿ Que es el crédito social?

    ¿ Que es el crédito social? ? Para Qué? 1ª Parte(Louis Even)


    1. ¿QUÉ ES EL CRÉDITO SOCIAL? ¿PARA QUÉ?

    Para una sociedad más justa y más cristiana
    Para terminar con la pobreza espiritual y material

    Por Louis Even (Tomado de la web del Cofre Cultural Castellano)

    Hay muchas cosas buenas en un los países, pero el derecho para tener esas cosas, el permiso para obtenerlas, es lo que les falta a las personas y a las familias que los necesitan. ¿Falta otra cosa más que el dinero? ¿Qué más falta, a parte del poder de compra para que la producción pase de las tiendas a las casas?

    1.1 EL DINERO NACE EN ALGUNA PARTE

    Pero, ¿dónde comienza el dinero, el dinero que falta para tener los bienes que siempre están ahí?
    Primera idea: hay una cantidad estable de dine­ro: ¡como si se tratara del Sol, de la lluvia o de la tem­peratura! Idea falsa. Si hay dinero, es que fue hecho en algún lado. Si no hay, significa que aquellos que lo fabrican, ya no hicieron más.

    Segunda idea: cuando uno se plantea la cues­tión, uno piensa que el gobierno crea el dinero. Esta idea es también falsa. Los gobiernos de hoy no fabri­can el dinero. Ellos se quejan continuamente de no tener lo suficiente. Si lo fabricaran, no se cruzarían los brazos por diez, veinte, treinta años o una eter­nidad, en el momento que tuvieran de frente dicho problema de la escasez de dinero (y no tendríamos deuda nacional en ningún país). El gobierno estable­ce impuestos y realiza préstamos, pero no fabrica el dinero.

    Nuestro nivel de vida, en un país donde falta el dinero, no está controlado por las cosas que existen alrededor nuestro, sino por el dinero que disponemos para comprar esas cosas básicas para vivir. “Aque­llos que controlan el dinero, controlan nuestro nivel de vida. Aquellos que controlan el dinero y el crédito se han vuelto los maestros de nuestras vidas… sin su permiso, nadie puede respirar.” (Pío XI, Encíclica Quadagesimo Anno)

    1.2 DOS CLASES DE DINERO

    El dinero, es todo aquello que sirve para pagar, comprar. Es un símbolo aceptado por toda la pobla­ción de un país para el intercambio de productos o servicios.

    El material con que esté hecho el dinero, no tiene importancia. El dinero ha sido fabricado en la histo­ria de muchos materiales: de madera, de plata, de oro, de papel, de aleaciones de metales, etc. En el México prehispánico, el cacao, era el producto consi­derado para realizar las transacciones de productos y servicios.

    Actualmente, tenemos dos clases de dinero en to­dos los países: el dinero de bolsillo, fabricado en metal y en papel; y el dinero vir­tual, que no es otra cosa que puras cifras creadas a partir del tecleo de una computadora. El dinero de bolsillo, es el menos im­portante, el dinero virtual, es el más importante.

    El dinero virtual, es manejado por medio de las cuentas de banco. To­das las transacciones que se realizan por medio de cuentas de banco, utilizan el dinero virtual. Todas las cosas, se pueden com­prar o vender por medio del dinero virtual. El dinero de bolsillo circula o deja de circular, según las transacciones que se hagan en el mundo real. Pero los negocios, no dependen del dinero de bolsillo; éstos se mantienen por medio de las cuentas de banco de los hombres de negocios.
    Con una cuenta de banco, uno compra o vende sin servirse del dinero de metal o papel. Uno compra con cifras.

    Supongamos que tengo una cuenta de banco con $40,000. Compro un carro que cuesta $10,000. Yo pago con un cheque y el vendedor endosa dicho cheque y lo deposita en su banco.
    El banquero entonces realiza cambios en dos cuentas: primero aquella del vendedor de carros, la misma que él incrementa en $10,000; luego la mía, la misma que disminuye $10,000. El vendedor de ca­rros tenía $500.000, él ahora tiene $510,000 regis­trado en su cuenta bancaria. Yo tenía $40.000 en mi cuenta y ésta ahora tiene un saldo de $30,000.

    Como podemos ver, el dinero de papel o de me­tal no fue utilizado para dicha transacción. Y tampo­co fue creado por el gobierno del país. Yo pasé cifras a la cuenta del vendedor. Pagué con cifras. En pro­medio, nueve de cada diez transacciones, se realiza por medio del dinero virtual. El dinero de cifras, es el dinero moderno. Es el más abundante: hay diez veces más que el de bolsillo. Es el más confiable, el más seguro, nadie lo puede robar.

    1.3 AHORRO Y PRÉSTAMO

    El dinero de cifras, al igual que el dinero de bol­sillo, tienen un inicio. Pues el dinero virtual es una cuenta de banco que se torna existente el momento que se crea dicha cuenta, sin que el dinero disminu­ya ni de otra cuenta de banco, ni de otro bolsillo.

    Hacemos que el dinero crezca en una cuenta de banco de dos formas: el ahorro y el préstamo.
    La cuenta de ahorro es una transformación del dinero. Yo llevo dinero de bolsillo (billetes y monedas) al banquero y él aumenta las cifras correspondientes a mi cuenta. Yo ya no tengo más dinero de bolsillo, tengo dinero virtual, dinero de cifras a mi disposición. Puedo reobtener el dinero de bolsillo, disminuyendo el dinero de cifras. Simple transformación.
    Pero lo que queremos es saber de dónde nace el dinero. La cuenta de ahorro, simple transformación, no nos interesa por el momento.

    La cuenta de préstamo es la cuenta que el ban­quero abre para aquel que viene a pedir dinero. Su­pongamos que voy a establecer una manufactura nueva. No me falta otra cosa que dinero, así que voy con el banquero y le pido prestado US$100,000 so­bre garantía. El banquero me hace firmar las garan­tías, la promesa de rembolsar el dinero prestado con el interés. Así que el banquero me presta $100,000.

    ¿Me prestará esta cantidad en billetes? Yo no lo quiero así. Sería muy peligroso. Yo soy un hombre de negocios que no se arriesga. Lo que deseo es una cuenta bancaria con $100,000, lo que facilitaría para llevar a cabo el negocio.

    El banquero va entonces, a poner en mi cuenta $100,000 como si yo hubiese venido a depositarlos al banco. Pero yo no los he traído. Yo he venido a pedirlos.

    ¿Es una cuenta de ahorro hecha por mí? No. Es una cuenta de préstamo creada por el banquero para mí.

    1.4 EL FABRICANTE DE DINERO

    Esta cuenta de $100,000 no fue hecha por mí, sino por el banquero. ¿Cómo la ha creado? ¿El di­nero del banco ha disminuido a raíz del préstamo de $100,000 que el banquero ha puesto en mi cuenta? Preguntémosle al banquero:

    Sr. Banquero, ¿Tiene usted menos dinero en su bóveda después de haberme prestado $100,000?

    – Yo no he ido a la bóveda.

    ¿Las cuentas de otros han disminuido?

    – No, las cuentas de los otros clientes están intac­tas.

    ¿Qué ha disminuido en el banco?

    – Nada ha disminuido

    Sin embargo, mi cuenta de banco ha aumen­tado. ¿De dónde viene el dinero que me está prestando?

    – No viene de ninguna parte

    ¿Dónde estaba cuando entré al banco?

    Simplemente no existía

    Y ahora que está en mi cuenta, existe. Enton­ces, ¿acaba de venir al mundo?

    – Ciertamente

    ¿Quién lo ha traído al mundo y cómo?

    Fui yo, por medio del tecleo de las cifras en mi computadora. Yo mismo he tecleado la cantidad de $100,000 a su crédito, como usted lo pidió.

    Entonces, ¿usted crea el dinero?

    – El banco crea el dinero de cifras, el dinero virtual, el dinero moderno, el cual, hace que se desarrollen los negocios.

    El banquero fabrica el dinero, el dinero de cifras; así que es él quien hace préstamos a las cuentas de empresarios, particulares y gobiernos.

    Cuando yo salgo del banco, hay en el país una nueva base de cheques aprobada por el banquero. El monto total de todas las cuentas en el país fue incrementado por $100,000. Con este dinero nuevo, yo puedo pagar a mis trabajadores, comprar maqui­naria, etc. ¿Entonces quién fabrica el dinero nuevo?: El banquero.

    1.5 EL DESTRUCTOR DEL DINERO

    El banquero, y el banquero solo, crea esta clase de dinero: el dinero de escritura, el dinero del que depende el desarrollo de los negocios. Pero el no regala el dinero que él crea. Lo Presta. Lo presta por un cierto tiempo, y después de cumplido ese lapso de tiempo, hay que reembolsarlo.

    El banquero reclama el interés sobre este dinero que ha prestado. En mi caso, es probable que me re­clame $15,000 de interés, de los $100,000 que pedí prestados. Él va a retener el monto de interés como garantía de préstamos y yo saldré del banco con una cuenta neta de $85,000, después de haber firmado un compromiso que dice que tendré que regresar los US$100,000 a la vuelta de un año.

    Si realizo mi nuevo proyecto, tendré que pagar a los trabajadores compararé cosas, y de esta manera extenderé mi cuenta bancaria de $85.000 alrededor del país.

    Al término de un año, será necesario que tenga ganancias, que vendrán de la venta de mis bienes por un precio superior del que me costó a mí, yo de­beré incrementar mi cuenta en una cantidad no infe­rior a $1000.000.

    Al final del año, voy a rembolsar el dinero que pedí prestado y el banquero va a cancelar mi deu­da. Este dinero no lo meterá a la cuenta de ninguna persona. Nadie podrá retirar este dinero. Este es el dinero muerto.

    Aquel que presta, crea el dinero. El que reem­bolsa, lo hace morir. El banquero crea el dinero y lo pone en circulación en el mundo. El banquero pone el dinero en el ataúd cuando se reembolsa el dine­ro. Entonces, el banquero también es el destructor del dinero. En este sistema de bancos, el reembolso debe ser mayor que el préstamo; las cifras del dinero muerto, deben ser mayores que las del dinero crea­do: la destrucción debe sobrepasar la creación.

    Esto parecería imposible y colectivamente es im­posible. Si por ejemplo, yo tengo éxito alguien debe ir en bancarrota, debido a que todos juntos no estamos en capacidad de compensar con más dinero del que fue hecho. El banquero no crea nada sino solamente una suma de capital. Nadie crea lo que es necesario para pagar el interés, porque nadie más crea el dine­ro. Y sin embargo, el banquero exige tanto el capital, como el interés. Tal sistema no puede mantenerse sino para un continuo y siempre incrementado flujo de préstamos. De ahí que tengamos un régimen de deudas y la consolidación del poder dominador de los bancos.

    1.6 LA DEUDA NACIONAL

    El gobierno no crea el dinero. Cuando el gobierno ya no puede imponer impuestos ni pedir prestado a los individuos, debido a la escasez de dinero, el gobierno pide préstamos a los bancos.
    Esta operación de prés­tamos de los gobiernos a los bancos, pasa exacta­mente de la misma manera que conmigo. La garantía, es todo el país; la promesa para rembolsar, es la obligación. El préstamo del di­nero, es una cuenta hecha por medio del tecleo de cifras en una computadora.
    Podemos citar un ejemplo. Así, en 1939, el go­bierno federal del Canadá con el propósito de cubrir los gastos iniciales de la guerra, solicitó unos ochen­ta milones a los bancos. Los bancos le prestaron al gobierno y abrieron una cuenta por ochenta millones sin descontar un centavo a nadie, de esta manera le entregaron al gobierno una base nueva de cheques por la suma de ochenta millones.

    Pero en octubre de 1941, el gobierno tuvo que retribuir ochenta y tres millones doscientos mil a los bancos, incluyendo tanto el capital como los intere­ses.

    A través de impuestos, el gobierno tuvo que reti­rar del país tanto dinero como había gastado, ochen­ta millones. Pero además, tuvo que girar del país unos tres millones adicionales, dinero que no había puesto al servicio de país, que no había sido hecho ni por los banqueros ni por nadie más.
    Aún reconociendo en el mejor de los casos que el gobierno pueda encontrar el dinero que existe, ¿cómo podría encontrar el dinero que nunca fue creado?

    El hecho simplemente es, que el gobierno no lo encuentra. Es simplemente añadido a la deuda nacional. Esto explica porqué la deuda nacional se incrementa en la misma medida en que el desaro­llo del país requiere más dinero. Todo dinero nuevo nace como deuda, a través de los bancos, quienes reclamarán más dinero del que en realidad emitie­ron.

    ¡Y la población del país se encuentra colectiva­mente endeudada por la producción y servicios que ella misma produce! Es el caso para la producción de las guerras. Es el caso también para la producción en tiempos de paz: creación de carreteras, puentes, acueductos, escuelas, y demás infraestructura para el país.

    1.7 EL DEFECTO MONETARIO

    La situación se resume en esta cuestión inconce­bible: todo el dinero que se encuentra en circulación, no ha venido de otro lugar, más que de los bancos. El dinero de metal y papel, no pueden estar en circu­lación, si no ha sido liberado por los bancos.

    El banco pone el dinero en circulación solamente por medio de préstamos a un cierto interés. Lo que quiere decir que todo el dinero en circulación pro­viene de los bancos y debe algún día regresar a los bancos algún día, incrementado con el interés.

    El banco es el propietario del dinero. Nosotros somos los que solicitamos préstamos. Si alguien puede sostener su dinero por un largo período de tiempo, o aún permanentemente, otros sin embar­go necesariamente están en incapacidad de cumplir con sus compromisos financieros.

    Una multiplicidad de bancarrotas, tanto de indivi­duos como de compañías, hipotecas tras hipotecas, y una deuda pública que siempre va en incremento, son los frutos naturales de tal sistema.

    Reclamar interés sobre el dinero a medida que éste se crea es tanto ilegítimo como absurdo, antiso­cial y contrario a la buena aritmética. El defecto mo­netario es por consiguiente, tanto un defecto técnico como un defecto social.

    A medida que el país se desarrolla tanto en pro­ducción así como en población, se necesita más di­nero. Pero es imposible obtener dinero nuevo sin la contratación de una deuda que, colectivamente, no puede ser pagada.

    De manera que nos quedan las alternativas ya sea de detener el desarrollo o adquirir deudas; de hundirnos en desempleo masivo o en una deuda que no se puede pagar. Y es precisamente este dilema el que está siendo sometido a debates en cada país.

    Aristóteles y luego Santo Tomás de Aquino, es­cribieron que el dinero no reproduce más dinero. Pero el banquero crea el dinero únicamente con la condición de que reproducirá más dinero. En vista que ni gobiernos, ni individuos crean dinero, nadie crea el interés que reclama el banquero. Aún lega­lizado, el sistema de todo este asunto permanece vicioso e insultante.

    1.8 DECADENCIA Y DEGRADACIÓN

    Esta manera de crear el dinero de un país, por medio de forzar tanto a los gobiernos como a los in­dividuos a que se encuentren endeudados, estable­ce una dictadura real sobre gobiernos e individuos igualmente.

    El gobierno soberano se ha vuelto signatario de deudas de un pequeño grupo de acaparadores. El ministro ó el gobernador, que representa a millones de hombres, de niños, firma deudas impagables. El banquero, quien representa a un grupo interesado en obtener ganancias y dominar, fabrica el dinero del país.

    Un aspecto muy importante que toca el Papa Pío XI, sobre el tema de la decadencia, es el siguiente: “Los gobiernos se han rendido a sus nobles funcio­nes y se han convertido en los sirvientes de intere­ses privados”.

    El gobierno, en lugar de guiar al Estado, se ha convertido simplemente en un recaudador de im­puestos; y una gran tajada de las rentas públicas por impuestos, la tajada más “sagrada”,fuera de cual­quier discusión, es precisamente para pagar el inte­rés de la deuda nacional.

    Más aún, la legislación consiste, sobre todo, en imponer impuesos a la gente y eregir en todo lado, restricciones a la libertad. Estas son leyes para ase­gurar que los creadores del dinero sean compensa­dos. No existen leyes para prevenir al ser humano el morirse debido a una pobreza extrema.

    En cuanto a los individuos, la escasez de dinero desarrolla en sus propios hogares una mentalidad de lobos. Frente a la abundancia, solamente aquellos que tienen el muy escaso símbolo de bienes, dinero, tienen el derecho de girar sobre esa abundancia. Por consiguiente, tienen derecho a la competencia, la ti­ranía del “jefe”, contienda doméstica, etc.

    Un pequeño grupo maneja a los otros; gran can­tidad de gente gime, muchos en la más degradante pobreza.

    1.9 CONTROL SOCIAL DEL DINERO

    Es San Luis, rey de Francia, quien decía: “El pri­mer deber de un rey es acuñar dinero cuando sea necesario para la vida económica sólida de sus go­bernados.”

    No es del todo necesario, tampoco se debe re­comendar, que los bancos sean abolidos o naciona­lizados. El banquero es un experto en contabilidad e inversión; muy bien puede continuar recibiendo e invirtiendo los ahorros con ganancias, tomando su parte de las ganancias. Pero la creación de dinero es un acto de soberanía que no debería dejarse en manos de un banco. La soberanía debe ser retirada de las manos de los bancos y devuelta a la nación.

    El dinero de cifras es una buena invención mo­derna, que debemos tomar. Pero en lugar de tener su origen bajo el régimen de un sujeto privado, en forma de deuda, estas cifras deberían venir de un or­ganismo monetario nacional, en una forma de dinero destinado para servir a la gente.
    Debemos dejar de sufrir privaciones que se pre­sentan en todos los países, para tener la facilidad económica en cada hogar. El dinero será creado después de conocer la capacidad de producción y de servicios que la población puede ofrecer; y des­pués de conocer los deseos de los consumidores de frente a los bienes útiles posibles.
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    Por lo tanto, nada debe voltearse en el campo de la propiedad o la inversión. No debe existir la ne­cesidad de abolir el dinero actual y reemplazarlo con otros tipos de dinero. Todo lo que se necesita es que un organismo monetario social añada suficiente del mismo tipo de dinero a los dineros que ya existen, de acuerdo con las posibilidades del país y con las necesidades de la población. Uno debe parar de su­frir privaciones cuando existe todo lo necesario en el país para proporcionar comodidad a cada hogar.

    La cantidad de dinero debe medirse de acuerdo con la demanda de los consumidores por los bienes útiles y posibles.

    Por lo tanto, los productores y consumidores en conjunto, toda la sociedad, la cual al producir bienes frente a las necesidades,deberán determinar la can­tidad de dinero nuevo que un organismo, actuando en nombre de la sociedad, deberá poner en circula­ción de tiempo en tiempo, de acuerdo con el desa­rrollo del país. Así la gente recuperará su derecho a vivir, su plena vida humana, de acuerdo con los recursos del país y las grandes posibilidades moder­nas de producción.

    1.10 ¿PARA QUIÉN EL DINERO NUEVO?

    Por lo tanto, el dinero deberá ser puesto en circu­lación de acuerdo al nivel de producción y según lo dicten las necesidades de distribución.

    Pero, ¿a quién le pertenece este nuevo dinero cuando entre en circulación en el país?

    Este dine­ro pertenece a los mismos ciudadanos. No le perte­nece al gobierno, que no es el dueño del país, sino solamente el protector de un bien común. Tampoco pertenece a aquellos que se hacen cargo de los or­ganismos monetarios nacionales, como los jueces, quienes realizan una función social y son pagados estatutariamente por la sociedad por los servicios que proporcionan.

    ¿A cuáles ciudadanos?

    A todos. Este dinero no es un salario. Es una inyección de dinero nuevo en­tre la población, para permitir al público consumidor adquirir bienes que ya han sido hechos o que sean fácilmente realizables, los mismos que están espe­rando solamente el poder adquisitivo suficiente para poner a esta producción en movimiento.

    Con toda imparcialidad, no hay otro camino más justo de poner este dinero nuevo en circulación, que por medio de la distribución equitativa entre todos los ciudadanos sin excepción. La participación también hace posible que se logre el máximo beneficio del dinero, ya que llega a cada rincón de la tierra.

    Cada vez que se deba aumentar el dinero del país, cada hombre, cada mujer, cada niño, recién na­cido, tendrá así, su parte de la nueva etapa de pro­greso que proporciona el dinero nuevo necesario.

    No es un salario por un trabajo realizado, es un dividendo para cada uno. Es su parte de un capital común: El Crédito Social. Si hay propiedades priva­das, hay también bienes comunes, que a todos les pertenecen bajo el mismo título.

    1.11 RESULTADO: EL ORDEN ESTABLECIDO

    ¿Cuál será, el efecto después de esta reforma financiera con el Crédito Social? De una manera general, a corto plazo, se tendría el establecimiento del orden financiero, y por consiguiente, el político y social.

    En el orden de superioridad entre las cosas crea­das, el hombre viene inmediatamente después de Dios y de sus Ángeles. El dinero, al igual que cual­quier cosa sin inteligencia, viene después y debe es­tar sujeto al hombre.
    ReynoDeGranada dio el Víctor.

  2. #2
    Toronjo está desconectado Miembro Respetado
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    Respuesta: ¿ Que es el crédito social?

    ¡¡No es más rico el que más tiene sino el que menos necesita!!
    "QUE IMPORTA EL PASADO, SI EL PRESENTE DE ARREPENTIMIENTO, FORJA UN FUTURO DE ORGULLO"

  3. #3
    Avatar de Irmão de Cá
    Irmão de Cá está desconectado Miembro Respetado
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    Respuesta: ¿ Que es el crédito social?

    Aunque pueda este texto ser bien intencionado (con el proposito de alertar, con un nivel de linguaje adecuado a todos, para la necesidad de reformar un sistema tan injusto y peligroso como es el capitalismo encuadrado por el liberalismo economico pero sin caer en el socialismo), sufre todavía de graves errores y incorrecciones, quizás por querer simplificar de más.

    No quiero ser pesado con este tema; apunto sólamente los dos que me parecen más importantes.

    El primero error es lo de que el credito bancario puede crear moneda (crediticia) de moneda (real) ninguna. Esto es falso. Alguna tiene siempre de existir para que se pueda mantener la solvabilidad del banco, ante sus ahorradores y credores. Ese porcentaje mínimo se llama taja de reserva bancaria o de encaje legal (l). Esa taja es el más importante de los factores que condicionan la capacidad reproductiva del credito bancario - el llamado efecto multiplicativo del credito sobre la base monetaria real de la economia (BM). Así, la cantidad total de la moneda en circulación resulta como:

    M=(1/l).BM.

    La referida taja de encaje legal es impuesta por el banco central de la economia en estudio... no por los banqueros. Como lo es la taja de interés de financiamento de los bancos junto del banco central. Con esas dos herramientas controla el banco central la cantidad de moneda en circulación, que debe estar en equilibrio con el nivel general de precios (P), lo de productividad (C)y la velocidad de circulación de moneda en la economia (V) (dependiente de los plazos de pagos practicados, constantes en el corto plazo). Ese equilibrio se traduz como:

    M.V=P.Q

    Si la moneda en circulación aumenta sin que aumente proporcionalmente la productividad de la economia, llagará la inflacción, el aumento del nivel general de precios. Sin crear provecho para nadie. Esa información del nivel de productividad sólo el mercado la podrá dar - el banco central (estado) sólo puede danzar sugún la musica del mercado. Creo que el autor del texto debería subrayar más este punto.

    El segundo error es no considerar las relaciones con de la economia en estudio con el exterior, es decir, no considerar las implicaciones que tendría la creación de moneda, en economia abierta. Mismo que el equilibrio expuesto en la equación arriba sea mantenido, la verdad es que con más moneda nacional en circulación internacional, la relación de troca con las monedas de los principales paises parceros comerciales sufre una deterioración - en la situación de las de los otros paises se manteneren constantes. Se necesitará más moneda nacional para comprar la misma cantidad de moneda extranjera; y aunque eso pueda hacer las exportaciones más competenciales, tanbién hace las importaciones más caras, en lo que vá a ser un fenomeno de inflacción importada.

    Paco, yo creo que es en la propiedad de los medios de producción y en el controlo del buen funcionamento de los mercados que debe ser hecho algo para cristianizar las economias, como defiende el distributismo. No en la politica monetaria. Pero jamás olvidando que en contexto de economia abierta, lo que pasa fuera no dejará de pasar dientro. Por eso es tan dificil cambiar de paradigma economico.
    res eodem modo conservatur quo generantur
    SAGRADA HISPÂNIA
    HISPANIS OMNIS SVMVS

  4. #4
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    Respuesta: ¿ Que es el crédito social?

    ¿ Que es el crédito social? ? Para Qué? 2ª Parte(Louis Even)

    Tan pronto como C.H. Douglas publicó sus primeros escritos sobre el Crédito Social, los financieros hicieron todo lo posible para silenciar o distorsionar esta doctrina, ya que sabían que el Crédito Social pondría fin a su control sobre la creación del dinero. Cuando Louis Even empezó su difusión en el Canadá francés en 1935, una de las acusaciones lanzadas por los financieros fue que el Crédito Social era socialismo o comunismo. Pero en 1939, los Obispos Católicos Romanos de la provincia de Quebec nombraron a nueve teólogos para examinar este sistema a la luz de la doctrina social de la Iglesia Católica y dar su opinión sobre si tenía tintes comunistas o socialistas. Después de una considerable deliberación, los nueve teólogos estuvieron de acuerdo en que el Crédito Social no tiene tintes ni de uno ni del otro y que valía mucho la pena el prestarle una mayor atención.

    Aquí está la traducción completa del texto de los teólogos, reproducida de la edición del 15 de noviembre de 1939 de "La Semana Religiosa" (La Semaine Religieuse) de Montreal.

    REPORTE DE LA COMISIÓN DE ESTUDIO SOBRE EL SISTEMA MONETARIO DEL CRÉDITO SOCIAL

    Nuestros lectores estarán interesados en leer las conclusiones alcanzadas, después de un serio estudio de los argumentos presentados por ambas partes, por la Comisión nombrada por los Obispos de Quebec encargada de examinar, desde el punto de vista católico, el sistema de Crédito Social y especialmente para determinar si tiene tintes de comunismo o socialismo, ambos condenados por la Iglesia Católica.

    Esta Comisión presidida por el P. Joseph P.Archambault, S.J. también incluyó a: Mons. Wilfrid Lebon, P.D., Can. Cyrille Gagnon, Can. J. Alfred Chamberland, P. Philippe Perrier, P. Arthur Deschenes, P. Jean Baptiste Desrosiers, P.S.S., P. Charles Omer Garant y P: Louis Chagnon, S.J.

    1. La Comisión primero delimitó el campo de estudio

    a) No se trata del aspecto económico o político, esto es, del valor de esta teoría desde el punto de vista económico y de la aplicación práctica del sistema de Crédito Social en un país. Los miembros de la Comisión reconocen que no tienen competencia en estos campos, además, la Iglesia no tiene porqué pronunciarse a favor o en contra de asuntos "para los que ni tiene el equipo ni la misión", como lo escribió el Papa Pío XI (Cf. Enc. Quadragsimo Anno).

    b) No se trata de aprobar esta doctrina a nombre de la Iglesia, dado que ésta "Nunca, en el campo social ni económico, ha presentado ningún sistema técnico específico, lo cual tampoco es su papel." (Cf. Enc. Divini Redemptoris, n.34)

    c) La única cuestión estudiada aquí es la siguiente: ¿Está la doctrina del Crédito Social, en sus principios básicos, entintada del socialismo o comunismo condenados por la Iglesia Católica? Y, de ser así ¿debe esta doctrina ser considerada para los católicos como una doctrina que no se puede admitir ni difundir?

    d) El Estado, como se menciona en el presente reporte, es considerado in abstracto, sin tomar en cuenta las contingencias que pueda sobrellevar.

    2. La Comisión define al socialismo y hace notar lo que caracteriza a esta doctrina

    a la luz de Quadragsimo Anno:

    A) MATERIALISMO
    B) LUCHA DE CLASES
    C) SUPRESIÓN DE LA PROPIEDAD PRIVADA
    D) CONTROL DE LA VIDA ECONÓMICA POR EL ESTADO, EN CONTRA DE LA LIBERTAD Y LA INICIATIVA PRIVADA

    3. La Comisión pone en propuestas los principios básicos del Crédito Social
    "El objetivo de la doctrina monetaria del Crédito Social es darle a todos y cada uno de los miembros de la sociedad la libertad y la seguridad económica que el organismo social y económico puede asegurar. Para tal fin, en lugar de reducir la producción al nivel del poder de compra a través de la destrucción de los bienes o restricciones en el trabajo, el Crédito Social quiere incrementar el poder de compra al nivel de la capacidad de producción de los bienes."

    Propone para tal fin:

    I. El Estado debe recuperar el control de la emisión del dinero y del crédito. Lo ejercitará a través de una comisión independiente con la autoridad requerida para ello.

    II. Los recursos materiales de la nación, representados por la producción, constituyen la base del dinero y del crédito.


    III. En todo momento, la emisión del dinero y del crédito debe basarse en el movimiento de la producción, de tal forma que se conserve siempre un balance sano entre la producción y el consumo. Este balance es asegurado, al menos en parte, por medio de un descuento, cuya tasa variaría necesariamente con las fluctuaciones de la producción.

    IV. El sistema económico actual, gracias a los muchos descubrimientos e inventos que lo favorecen, produce una inesperada abundancia de bienes, mientras reduce, al mismo tiempo, la necesidad de la labor humana creando un desempleo permanente. Una importante parte de la población es así privada del poder para comprar los bienes hechos para ella y no solamente para unos individuos o grupos. Para que todos tengan una parte de la herencia cultural acumulada por sus ancestros, el Crédito Social propone un dividendo, cuyo monto es determinado por la cantidad de los bienes que serán consumidos. Este dividendo se le dará a cada ciudadano, independientemente de tener o no otras fuentes de ingreso.

    4. Ahora, debemos ver si hay algún tinte de socialismo en las propuestas arriba mencionadas

    i. Concerniente al párrafo I: Esta propuesta no parece incluir ningún principio socialista y, por consecuencia, no ser contraria a la Doctrina Social de la Iglesia. Esta afirmación está basada en los siguientes pasajes de la Carta Encíclica Quadragesimo Anno: "Hay ciertas categorías de bienes de los que uno debe decir, con razón, que deben reservarse a la colectividad cuando se llegue a un poder económico tal que no sea posible, sin peligro para el bien común, ser puestos al cuidado de individuos particulares." Y la Encíclica continúa: "En primer lugar, entonces, se hace patente que en nuestros días no sólo la riqueza es acumulada, sino que un poder inmenso y una dominación económica despótica están concentrados en las manos de unos pocos y que aquellos pocos son frecuentemente, no los propietarios, sino únicamente los concesionarios y directores de los fondos invertidos, quienes los administran a su antojo. Este poder se vuelve particularmente irresistible cuando es ejercitado por aquellos quienes, debido a que tienen y controlan el dinero, son también capaces de gobernar el crédito y determinar su asignación, proveyendo, por así decirlo, la sangre de vida al cuerpo económico en su totalidad, arrebatando el alma de la producción, para que nadie se atreva a respirar sin su consentimiento."

    El querer cambiar esta situación no es, por tanto, contrario a la Doctrina Social de la Iglesia. Es cierto que al darle derecho al Estado para controlar el dinero y el crédito, se le otorga una influencia considerable sobre la vida económica de la nación, influencia igual a la que es actualmente ejercida por los bancos, para su propio provecho, pero esta forma de hacer las cosas no encierra, en sí misma, ningún socialismo.

    Con el dinero siendo solo un medio de intercambio en el sistema de Crédito Social, cuya emisión es estrictamente regulada por las estadísticas de producción, la propiedad privada permanece intacta; más aún, la asignación de dinero y de crédito podría incluso ser menos determinada por quienes lo controlan. El reservar a la comunidad el control del dinero y del crédito, no va, por tanto, contra la Doctrina Social de la Iglesia.

    Santo Tomás de Aquino dice implícitamente en su Summa Teológica (Ética, Vol.5, Lec. 4), cuando expresa que le corresponde a la justicia distributiva - la cual, como es sabido, le concierne al Estado- distribuir los bienes comunes, incluyendo el dinero, a todos aquellos que son parte de la comunidad civil.

    De hecho, el dinero y el crédito han estado, en el pasado, bajo el control del Estado en varios países, incluyendo a los Estados Pontificios y continúan estándolo en el Vaticano. Así que sería difícil ver en esta propuesta un principio socialista.

    ii. Concerniente al párrafo II: El hecho de que el dinero y el crédito se basan en la producción, en los recursos materiales nacionales, no parece tener ningún carácter socialista.

    La base del dinero es un asunto puramente convencional y técnico. En la presente discusión este punto fue acordado en principio por varios oponentes.

    iii. Concerniente al párrafo III: El principio de mantener un balance entre consumo y producción es sensato. En una economía verdaderamente humana y bien ordenada, el objetivo de la producción es el consumo y el último debe, ordinariamente, agotar al primero- al menos cuando la producción se hace, tal como debe ser, para responder a las necesidades humanas. En cuanto al descuento cuyo principio es admitido e incluso, normalmente practicado en la industria y el comercio, es solamente un medio para efectuar este balance; esto le permite a los consumidores obtener los bienes que necesiten a menor costo, sin ninguna pérdida para los productores. Hay que notar que la Comisión no expresa una opinión sobre la necesidad de un descuento causado por una brecha que, de acuerdo al sistema de Crédito Social, existe entre la producción y el consumo. Pero si tal brecha existe, el querer salvarla a través de un descuento, no puede considerarse como una medida entintada de socialismo.

    iv. Concerniente al párrafo IV: El principio del dividendo es también reconciliable con la doctrina social de la Iglesia; además, puede ser comparado con el poder del Estado para otorgar dinero. La Comisión no ve por qué sería necesario para el Estado el poseer bienes de capital para pagar este dividendo; actualmente- aunque en sentido opuesto – el poder para gravar impuestos, que el Estado posee en vistas del bien común, le da aún más derecho a esta nota y, por lo tanto, se admite. La misma afirmación aplica al descuento del Crédito Social: ambas están basadas en el principio del descuento en un sistema de cooperativa. Además, la cooperación, es tenida en alta estima por el Crédito Social.

    El único control de la producción y el consumo que es necesario para la implementación del Crédito Social es el control de estadísticas, que determina el asunto del dinero y del crédito. Las estadísticas no pueden considerarse como un control real o limitante sobre la libertad individual; son únicamente un método para recabar información. La Comisión no puede admitir que el control estadístico requiera de la socialización de la producción o que éste tenga tintes de socialismo o comunismo.
    Conclusión

    La Comisión, por tanto, responde negativamente a la pregunta: "¿Está el Crédito Social entintado con socialismo?" La Comisión no puede ver cómo los principios básicos del sistema de Crédito Social, como se explicó arriba, puedan ser condenados a nombre de la Iglesia y de su Doctrina Social. La Comisión, sin embargo, quiere recordar a los católicos que el Crédito Social – cuyo aspecto puramente económico o político no fue juzgado aquí- sigue siendo una reforma económica, y lo que es más importante, es una reforma de las instituciones a través de la combinación de la gente que practica el mismo comercio en grupos vocacionales y de renovación moral, de acuerdo a las recomendaciones explícitas del Papa Pío XI.
    Estudio de algunas objeciones

    La Comisión también estudió algunas de las objeciones que generalmente se presentan contra la precedente conclusión.

    Primera objeción: El control del dinero y del crédito necesariamente da derecho al control de la producción, hasta su eventual socialización.
    Respuesta: El control del dinero y del crédito no les quita a los particulares ni a las corporaciones la propiedad de las herramientas ni bienes de capital, aunque esto implique, hasta cierto punto, un control indirecto de esta producción. Este control indirecto que, por lo menos usualmente, debe ser ejercitado en vistas del bien común, no tiene ningún carácter socialista, justo como el control racional de la producción ejercido por los bancos que podría llamarse liberalismo individual.

    Segunda objeción: El dividendo motiva la ociosidad.
    Respuesta: El Estado no emitirá dinero o crédito de acuerdo a su capricho, sino en base a los requerimientos expresados en las estadísticas de producción, que están íntimamente ligadas al trabajo de los ciudadanos. Es más probable que algunos se rehúsen a trabajar; pero no debemos pensar que el dividendo automáticamente mantendrá a todos eternamente.

    Incluso, aunque el dividendo, al principio, pueda ser significativo para llenar la brecha entre producción y consumo, un continuo incremento en la producción, debido al equivalente incremento en el trabajo, será requerido para mantener el dividendo al mismo nivel.

    Sin embargo, los Creditistas Sociales, no deberían poner tanto énfasis en el dividendo, especialmente en el dividendo básico permanente, el cual no es esencial para el sistema; pero el principio en sí mismo no puede ser condenado.

    Tercera objeción: El dividendo y aún el descuento, privarían a los trabajadores de sus salarios y, a los productores de sus ganancias.
    Respuesta: Esto podría ser verdad hasta cierto punto, y siempre de manera indirecta, si no hubiera brecha entre producción y consumo. Pero el sistema del Crédito Social está basado precisamente en esta brecha, esta es una cuestión puramente económica y técnica. De aquí, el dividendo no puede ser condenado a nombre de la doctrina social de la Iglesia. Además, parece que una brecha realmente existe entre el costo de alguna producción -pesca, recursos naturales, etc.- y el costo del consumo.

    Cuarta objeción: A simple vista, una frase de Douglas inspira cierta duda: "El dividendo progresivamente desplazará sueldos y salarios."(Warning Democracy, p.34)
    Respuesta: En los trabajos de Douglas, la palabra "dividendo" no siempre tiene el mismo significado. Douglas prevé aquí un sistema económico completamente cooperativo. Así es fácil entender que a los trabajadores cooperativos no se les pagará con salarios, sino con dividendos. En este caso, son, en cierto modo, los propietarios del sistema de producción. Este reemplazo de salarios por dividendos no puede, por tanto, ser considerado como contrario a la Doctrina Social de la Iglesia; especialmente desde que el Papa Pío XI, en Quadragesimo Anno admite la legitimidad de un orden en donde el contrato de sociedad corregiría, en la medida de lo posible, el contrato salarial. La cooperación es una forma de contrato de sociedad en la que el dividendo tiende a reemplazar a los salarios normal y progresivamente.

    He aquí las palabras del Papa Pío XI: "Nuestro Predecesor (León XIII) cuya Encíclica Rerum Novarum, no sólo admite este contrato, sino que le concede gran espacio a su determinación de acuerdo a los principios de justicia. En el estado actual de la sociedad humana, sin embargo, consideramos aconsejable que el contrato salarial debería, en lo posible, ser modificado de alguna manera por un contrato de sociedad, como ya se ha tratado de varias formas para beneficio tanto de los asalariados como de los patrones. De esta manera los asalariados se vuelven socios en la propiedad o el manejo de las utilidades."

    Es verdad que es difícil imaginar un sistema de cooperativa que haya alcanzado tal punto en que cada salario haya desaparecido para ser reemplazado únicamente con los dividendos; sin embargo, esto no hace la hipótesis errónea. Más aún, la Comisión quiere señalar que algunas expresiones de Douglas, sobre esta materia, son algo confusas. Sin embargo, este parecía ser su pensamiento, de acuerdo con los líderes del Crédito Social.

    Estas objeciones no pueden, en opinión de la Comisión, invalidar el juicio previo, formulado a partir de un punto de vista social católico.
    Permítasenos añadir que un estudio profundo del sistema, desde un punto de vista puramente económico, es esencial, debido a la importancia del asunto en nuestros días
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  5. #5
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    Re: Respuesta: ¿ Que es el crédito social?

    Aunque el texto de Irmao de Ca va dirigido al forero Paco y ya ha pasado bastante tiempo, me gustaría realizar algunos comentarios sobre el mismo, porque creo que resultan muy interesantes las apreciaciones que se hacen.


    Aunque pueda este texto ser bien intencionado (con el proposito de alertar, con un nivel de linguaje adecuado a todos, para la necesidad de reformar un sistema tan injusto y peligroso como es el capitalismo encuadrado por el liberalismo economico pero sin caer en el socialismo), sufre todavía de graves errores y incorrecciones, quizás por querer simplificar de más.
    Evidentemente, este texto es a modo de resumen o simple introducción sobre el Crédito Social. Últimamente he ido poniendo en otros hilos textos que amplían suficientemente y en detalle todos y cada uno de los aspectos que Douglas y sus discípulos han venido poniendo hasta hoy sobre la mesa para una cada vez mejor explicitación y explicación de la Economía y de su funcionamiento en todas sus partes.

    El primero error es lo de que el credito bancario puede crear moneda (crediticia) de moneda (real) ninguna. Esto es falso. Alguna tiene siempre de existir para que se pueda mantener la solvabilidad del banco, ante sus ahorradores y credores. Ese porcentaje mínimo se llama taja de reserva bancaria o de encaje legal (l). Esa taja es el más importante de los factores que condicionan la capacidad reproductiva del credito bancario - el llamado efecto multiplicativo del credito sobre la base monetaria real de la economia (BM). Así, la cantidad total de la moneda en circulación resulta como:

    M=(1/l).BM.

    La referida taja de encaje legal es impuesta por el banco central de la economia en estudio... no por los banqueros. Como lo es la taja de interés de financiamento de los bancos junto del banco central. Con esas dos herramientas controla el banco central la cantidad de moneda en circulación
    Los bancos comerciales crean continuamente dinero en forma de crédito. El sistema de reserva fraccionaria hoy en día cada vez está más en desuso (hay países como Canadá o Australia donde ya no se exige ningún tipo de restricción legal en forma de reservas a la hora de poder crear nuevos créditos, es decir, nuevos depósitos bancarios) aunque todavía se conserve como vestigio, principalmente en el sistema bancario actualmente existente en los países que conforman la unión monetaria bajo el euro.

    De todas formas es importante señalar dos cosas:

    1. Que lo que se dice en el pequeño resumen descriptivo del Crédito Social es algo que debería parecer obvio pero que no lo es, a saber: que desde un punto de vista estrictamente financiero no debería haber ningún tipo de restricción o impedimento que obstaculizara a una comunidad política el manejo y manipulación de su propio crédito financiero. ¿Significa esto abolir o hacer una reforma brutal en el sistema bancario eliminando bancos, creando otros, etc...? No, en absoluto. La recuperación del manejo del crédito financiero al servicio de la producción y el consumo comunitarios es compatible perfectamente con la conservación, en general, de la actual estructura bancaria. La única diferencia es que en lugar de que los bancos manejen el crédito comunitario como una materia prima que actualmente consideran y tratan como una propiedad particular suya (me atrevería a decir que en el 99% de los casos de una manera inconsciente y automática, esto es, de buena fe) lo manejen de acuerdo con los datos objetivos reales de necesidad de producción y consumo, esto es, de acuerdo con el crédito real y la economía real. Pero no existe, físicamente hablando, impedimento alguno para una potencialmente ilimitada (recalco lo de potencialmente) creación de crédito financiero en una comunidad política.

    2. Que el sistema de reserva fraccionaria no ha sido más que una simple cortina de humo para hacer creer a la gente que un sistema bancario (esto es, un conjunto de bancos comerciales con política unificada en un sistema conjunto de compensación mutua de tranferencias contables unidos bajo un banco o sociedad central en donde la susodicha red de bancos comerciales tiene depositados sus reservas para cubrir las pequeñas diferencias que pudieran surgir en las mutuas compensaciones dentro del sistema) asociado a una determinada comunidad política, debía "autolimitarse" en la creación de crédito (¡aunque las necesidades objetivas de producción y consumo exigieran la necesaria creacíón de esos créditos!) mediante el sistema de reserva fraccionaria. Lo cierto es que, dentro de este sistema, realmente no había tampoco limitación alguna en la práctica, pues el Banco Central (pivote en torno al cual gira todo ese sistema) podía crear las cantidades de reserva que quisiera.

    Es importante subrayar que estas reservas no necesitan soporte físico ninguno para ser consideradas como tales, como generalmente suele creer la gente cuando piensa en billetes y monedas al hablarles de reservas, ya que su único cometido es el de cubrir las diferencias que puedan existir entre dos bancos de la misma red que compensan mutuamente las cuentas de sus clientes dentro del sistema de compensación o liquidación. La fórmula a la que hace referencia Irmao de Ca: M= (1/l)*MB, sirve para que los bancos comerciales hagan un cálculo prudente de la cantidad de crédito que pueden crear por encima de sus reservas. Pero en la práctica, como digo, la posibilidad de crear crédito en el conjunto de todo el sistema es potencialmente ilimitada.

    En resumen, las reservas de un banco comercial están depositadas en una pequeña parte en la sucursal y en su mayor parte en el Banco Central, y pueden ser físicas (billetes, monedas) o no físicas (que son las que tienen en su totalidad depositadas en el Banco Central y que utilizan los bancos comerciales entre sí para cubrir las diferencias entre sus operaciones de compensacion y liquidación conjuntas dentro de la red global del sistema). Son las reservas físicas las que los bancos poseen en cierta cantidad en sus sucursales para atender a las peticiones eventuales de los clientes, pero que constituyen una pequeña parte del total de sus reservas depositadas en el Banco Central.


    que debe estar en equilibrio con el nivel general de precios (P), lo de productividad (C)y la velocidad de circulación de moneda en la economia (V) (dependiente de los plazos de pagos practicados, constantes en el corto plazo). Ese equilibrio se traduz como:

    M.V=P.Q

    Si la moneda en circulación aumenta sin que aumente proporcionalmente la productividad de la economia, llagará la inflacción, el aumento del nivel general de precios. Sin crear provecho para nadie. Esa información del nivel de productividad sólo el mercado la podrá dar - el banco central (estado) sólo puede danzar sugún la musica del mercado. Creo que el autor del texto debería subrayar más este punto.

    La teoría cuantitativa del dinero (dentro del conjunto de teorías que conforman el equilibrio económico de la economía ortodoxa) es una completa y absoluta falacia. Y es una falacia porque, igual que el resto de premisas racionalistas de la economía ortodoxa, se basa en en el principio del flujo circular del dinero (y, en general, de toda los contenidos de la economía). Lo cierto es que el marco mental que los economistas ortodoxos siempre tienen en mente es el de una economía en completo equilibrio en donde todos los objetos de la misma (dinero, bienes, etc...) nos viene ya dados (como si hubieran salido de la nada) y se mantienen constantes (como si no pudieran desaparecer). De ahí que, de acuerdo a su teoría racionalista irrreal, consideren sus ecuaciones matemáticas como si estuvieran tratando con una situación estable, fija y permanente (es decir, sin que se le añada nada o se le quite nada) que está funcionando continuamente siguiendo un patrón circular en donde el dinero (y también lo demás) pasa de los productores a los consumidores (por medio de rentas, salarios, beneficios) y de éstos a los productores (por medio de los precios), una, y otra y otra vez, y así en un proceso ininterrumpido e infinito. La verdad es todo lo contrario: continuamente se crean y producen, así como se destruyen o deterioran bienes de consumo y de capital, así como continuamente se está creando y destruyendo enormes cantidades de dinero mediante simples apuntes contables.

    Esa visión de equilibrio dinámico es la que hace que se considere siempre que un aumento "extrínseco" de la cantidad de dinero en la comunidad política automáticamente deba compensarse, de manera necesaria e inevitable, con una subida de precios de los bienes y servicios. El problema está, como se aludió anteriormente, en no querer entender que un sistema financiero asociado a una comunidad política es un simple instrumento que puede manejarse y manipularse sin ningún problema ajustándose a las necesidades reales de la población. En este sentido, no habría ningún problema de mecanismo o administración en aumentar la cantidad de dinero en la población provocando al mismo tiempo una bajada general de los precios. Pero esta posibilidad resulta inconcebible para el sistema cerrado que los economistas ortodoxos se han creado en su cabeza.


    El segundo error es no considerar las relaciones con de la economia en estudio con el exterior, es decir, no considerar las implicaciones que tendría la creación de moneda, en economia abierta. Mismo que el equilibrio expuesto en la equación arriba sea mantenido, la verdad es que con más moneda nacional en circulación internacional, la relación de troca con las monedas de los principales paises parceros comerciales sufre una deterioración - en la situación de las de los otros paises se manteneren constantes. Se necesitará más moneda nacional para comprar la misma cantidad de moneda extranjera; y aunque eso pueda hacer las exportaciones más competenciales, tanbién hace las importaciones más caras, en lo que vá a ser un fenomeno de inflacción importada.
    La creación de dinero adicional en la comunidad política para una rebaja general de precios de los bienes y servicios de esa comunidad, provocaría una mayor demanda, desde el exterior, de esos bienes y servicios domésticos, lo cual implicaría una demanda mayor de la divisa de la economía doméstica, lo cual haría que esa divisa se apreciara con respecto a las demás divisas extranjeras. No quiero decir con esto, que esto que acabo de describir sea bueno o malo, simplemente hago constar que ocurriría exactamente lo contrario de lo que Irmao de Ca señala y describe. El problema está en que si partimos del modelo racionalista-matemático de fantasía creado por los ortodoxos, que impide, conforme a la teoría cuantitativa del dinero, la posiblidad de aumentar el volumen de dinero sin que al mismo tiempo, no sólo aumenten los precios sino que incluso se reduzcan éstos, es lógico que no se acepte, o se considere imposible esta última posibilidad.

    Paco, yo creo que es en la propiedad de los medios de producción y en el controlo del buen funcionamento de los mercados que debe ser hecho algo para cristianizar las economias, como defiende el distributismo. No en la politica monetaria. Pero jamás olvidando que en contexto de economia abierta, lo que pasa fuera no dejará de pasar dientro. Por eso es tan dificil cambiar de paradigma economico.
    La filosofía que subyace a la doctrina distributista es una filosofía sana. El problema es que ni Chesterton ni Belloc ni los demás distributistas se preocuparon (como sí hizo, por el contrario, Douglas) en realizar un análisis minucioso y técnico del problema financiero que subyace al problema económico y social asociado a la Revolución Industrial.
    Última edición por Martin Ant; 15/02/2014 a las 17:41
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  6. #6
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    Re: Respuesta: ¿ Que es el crédito social?

    Libros antiguos y de colección en IberLibro
    ..................................................................................¿QUÉ ES EL CRÉDITO SOCIAL?

    El Crédito Social asume que la Sociedad es primariamente metafísica, y debe tener en cuenta las relaciones orgánicas de su prototipo.



    .............................................................................................FILOSOFÍA
    ..................................................................................................|

    .............................................................................................POLÍTICA
    ..................................................._____________________________|___________________________
    ..................................................|..........................................................................................|
    ............................................ECONOMÍA ........................................................................ADMINISTRACIÓN
    .........................._______________|______________............................................_______________|______________
    .........................|...............................................|..........................................|...............................................|
    ....
    ..........CONTROL.DE LA.PRODUCCIÓN............CONTABILIDAD........................JERARQUÍA..............................MECANISMOS
    .............POR.EL.CONSUMIDOR.........................ÍNTEGRA........................................................................DE.DISOCIACIÓN




    OBJETIVO: Estabilidad Social mediante la integración de medios y fines.

    INCOMPATIBLES: Colectivismo, Materialismo Dialéctico, Totalitarismo, Filosofía y Política Judeo-Masónica.

    La democracia de urnas encarna a todos éstos.



    C. H. Douglas [Firmado]

    Febrero, 1951




    Texto original visto en: THE SOCIAL CREDITER, Vol. 26, Nº. 4, Sábado 24 de Marzo de 1951. Página 5.

    Fuente: SOCIAL CREDIT.AU
    Última edición por Martin Ant; 13/01/2015 a las 13:29
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