Graccurris da forma al pasado romano

El yacimiento alfareño incorpora cuatro fragmentos al exiguo catálogo de esculturas romanas en La Rioja





Fuente: E. PASCUAL | LA RIOJA



La escultura romana en La Rioja se reduce a breves hallazgos en cuatro localidades: Libia (Herramélluri), Vareia (Varea), Calagurris (Calahorra) y Graccurris (Alfaro). La Venus de Hemarrélluri; la cabeza de Silvano; un león o una Venus en Vareia; el mayor volumen en cantidad y calidad con que cuenta Calagurris -con una decena de objetos más escultura menor-, y una cabeza de mármol y una estatuilla de bronce de Mercurio de Graccurris formaban hasta ahora el catálogo de escultura en La Rioja.


A ellos se suman ahora tres fragmentos en mármol y una figurilla en plomo halladas en los yacimientos de las eras de San Martín en Alfaro, donde se ubicó Graccurris, el segundo asentamiento romano en la península tras Híspalis. «Los restos escultóricos son verdaderamente escasos por la falta de excavación en La Rioja y por la falta de hallazgos en los existentes, por lo que estos fragmentos son un grupo importantes para nuestro ámbito», valoró el arqueólogo alfareño José Manuel Torrecilla en la noche de este viernes en la tercera y última conferencia de los XXI Encuentros con la Historia de Alfaro, compartida con su colega Antonio Aguirre.


El cambio de la religiosidad en los siglos siguientes o la facilidad de reciclar el mármol en cal para construir viviendas en unas épocas de grandes dificultades económicas provocaron la destrucción de la escultura romana en La Rioja y su reutilización. Como ejemplo de ello, Torrecilla señaló a Tricio, importante núcleo romano en el que no se ha hallado un solo resto de escultura.


El Museo de La Rioja guarda las dos figuras aparecidas en Graccurris hasta 1993, la cabeza en mármol de 6,5 centímetros y el dios Mercurio en bronce de 8 aparecidos en el entorno rural, en las muchas villas que rodearon la ciudad. Entre las novedades, el fragmento de mano es de un tamaño el doble del natural, por lo que sería una escultura oficial de tres metros de un emperador divinizado o de un dios que sujetaba un báculo o un pergamino y que podría ser la principal del templo de Graccurris. Igualmente, la cabeza en mármol, probablemente de un relieve, y el fragmento del ropaje son de gran calidad y cuidada elaboración. La figurilla en plomo de un soldado fue una ofrenda hallada en la piscina.




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