Cádiz: El singular mosaico romano del Monasterio de Santa María

Es un pavimento en ‘opus sectile’ que pudo pertenecer a una rica domus. Se está restaurando para su contemplación ‘in situ’

Estado inicial del mosaico, cuando fue localizado hace más de un año y medio.
Fuente: VIRGINIA LEÓN > Cádiz | Diario de Jerez
22 de octubre de 2016

Un mosaico romano “único” en Cádiz ha sido documentado en una de las dependencias del Monasterio de Santa María. Apareció hace más de un año, como narró este periódico en una visita a las decadentes estancias monacales, pero es ahora cuando los trabajos de restauración que actualmente realiza el equipo que integran Pilar Morillo y Álvaro Domínguez han sacado a la luz que se trata de un pavimento de época romana realizado en opus sectile, que es una técnica artística romana digna de opulentos bolsillos de la época. Parece que la variedad y calidad de los materiales empleados lo hacían muy costoso. De este modo, en el lugar donde se encuentra el Monasterio, un día pudo erigirse un edificio público o una domus (casa romana) perteneciente a un rico patricio.
Así lo confirma Antonio Ramos, historiador y vicepresidente de la Asociación de Amigos de Santa María -entidad que está sufragando la restauración-, quien señala la singularidad de estas teselas integradas por trozos geométricos de mármol de colores y gran riqueza decorativa. “Es excepcional, pues hasta ahora no ha aparecido otro igual en Cádiz, como han asegurado varios arqueólogos”. Sí se han documentado mosaicos similares en Sicilia, Itálica y Córdoba, al que se une éste ubicado junto al Teatro Romano, lo que constata la existencia de la neápolis de Gades en pleno barrio de Santa María.
Lo interesante ahora es determinar las diferentes procedencias de estos los materiales, “que solían venir de todo el Mediterráneo”, puntualiza Ramos, así como la cronología exacta, que probablemente coincidía con la época de máximo esplendor de Gades.
De las labores de restauración habla Álvaro Domínguez, que describe el procedimiento que han seguido en esta “intervención de urgencia” llevada a cabo para preservar los restos que han aparecido a 80 cm de la cota normal del suelo. “Ante el peligro de su desaparición y para su puesta en valor se ha hecho una extracción y se ha realizado una cama nueva, que es el soporte donde irá ubicado para su contemplación”. Así, para ejecutar este delicado trabajo dividieron en dos piezas el mosaico de dos metros de largo por uno y medio de ancho, aunque señala que “faltan piezas, pues continúa debajo de un muro de carga del monasterio”. Además, algunas se encuentran en mal estado, “aunque siguen manteniendo su forma”.

Estado actual del mosaico, en pleno proceso de restauración.
Actualmente se encuentran en pleno proceso de desalado, tras lo que se procederá a la limpieza de la cara vista del mármol y su ubicación “tal y como estaba” en el soporte realizado para, finalmente, conferirle un toque final y así luzca lo más parecido a como estuvo en su momento, a base de algún tipo de encerado. Como curiosidad, Domínguez señala que el reverso de estas piezas de mármol -las hay en color blanco, amarillo, rojo y negro- se muestran algunos reaprovechamientos que han tenido. Una de ellas formaba parte de la cornisa de un edificio.
Una vez concluyan los trabajos de restauración, Antonio Ramos asevera que el objetivo es “mostrarlo a través de visitas guiadas como parte del valioso patrimonio del Monasterio de Santa María”. Un conjunto que podrá verse “in situ”, casi con toda probabilidad, “pues los técnicos aconsejan no moverlo mucho”. Con este paso se pretende dar un nuevo impulso a la recuperación de esta valiosa joya del siglo XVI, actualmente en estado casi ruinoso.

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