Re: Saludos desde Méjico
Hola, bienvenido.
A mí, particularmente, la letra "x" me encanta. Creo que en mi primer mensaje en este foro escribí "Don Quixote". Aquí también se utiliza el término "chaval" y es muy castizo. Este año tengo una alumna mestiza y es muy guapa, por no hablar de una vecina que tiene un abuelo chino, dos negros y uno blanco, una verdadera "miss" (lo malo es que se lo tienen un poco creído las dos). Por lo que respecta a la televisión, comparto contigo la apreciación de que aparecen menos bellezas hispanas (americanas y españolas) de lo que sería deseable aunque también veo lo siguiente: la mayoría padece anorexia; lleva varias operaciones innecesarias a sus espaldas, bustos, etcétera; dientes de cerámica; sustancias paralizadoras de los músculos de la cara (veneno de serpiente incluido); tacones que no les permiten dar un paso y les destrozan el raquis; kilos de cemento -también conocido como "maquillaje"-; pestañas postizas; peluca; ropa dos o tres tallas menor a la que les corresponde (es un eufemismo); cada dos por tres, aparecen con una "copa" o pronuncian la frase interrogativa cargada de sabiduría: ¿tomamos una copa? y otras peores que por vergüenza callo. Todo esto orquestado con coches de lujo, mansiones "ad hoc", mesas de despacho como barcos...
Lo peor de todo esto es que los incautos se creen que todo este entramado de cartón-piedra es real. Por aquí se nos vende la moto de las playas paradisíacas y también nos inducen al sueño de imposibles, así como a pedir un préstamo para poder visitar esos lugares aunque no podamos llegar a fin de mes.
Por lo que respecta al resentimiento, por lo que dices, constato una vez más que el mundo está plagado de resentidos. Sólo se diferencian en que cada uno lo exterioriza a su manera. Como dice un viejo sacerdote: "Roguemos para no caer en la tentación de la tristeza".
Bueno, no quisiera despedirme de ti sin confesarte que a mí también me gustaría visitar esa maravilla de país norteamericano que es México.
"Solo Dios sabe hacer de los venenos remedio".
Francisco de Quevedo
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