Soy miembro del foro desde agosto, en esta ocasión sólo deciros que aunque la época que nos ha tocado a vivir es muy difícil, no por ello hay que desmoralizarse. La decadencia de nuestro pueblo en primer lugar viene por la pérdida de nuestros valores religiosos (si bien esto es ya generalizado en la mayor parte del orbe católico). En segundo lugar, esa decadencia fue refrendada con la aprobación de la Constitución de 1978, que sembró los vientos que ahora estamos recogiendo en forma de tempestades.
No obstante, sabemos que "cielo y tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán". Son palabras de vida eterna! , pero además Nuestro Señor dijo al padre Francisco Hoyos "Reinaré a pesar de mis enemigos, y en España más que en ninguna otra parte". Su bendita Madre además nos lo confirma asegurándonos el triunfo de su Inmaculado Corazón!. Estad seguros que ese triunfo significará el fin de esta putrefacta democracia liberal.
¡Sumsum Corda!