El asombro
El asombro ante una realidad es algo necesario para transformarla y algo que en estos tiempos falta mucho por estas tierras. Falta ver lo que está tan cerca que se pierde: que el mundo no es natural sino naturalmente construido por los seres humanos, es decir, falta dejar de ver como natural lo impuesto, como necesario lo establecido, como destino lo reproducido, como justo lo indigno y como normal lo patológico para vislumbrar las posibilidades de construir un mundo distinto.
Historizar
Historizar, desnaturalizar y decifrar una realidad para entender que nuestra situación de opresión no es fortuita, sino que se mantiene a partir de mecanismos de control sofisticados donde hoy se distinguen de manera clara los mecanismos de control del Mercado sumados a los mecanismos de control del Estado.
Giro de la mirada
Reconocer al Otro como la base de un nosotros y la posibilidad de la vida en común, unica posibilidad real de sobrevivir y enfrentar esa violencia que se reproduce en sus formas manifiestas y también sutiles en la pobreza, en el servirse del Otro como medio, como instrumento o en su aniquilación sitemática mas o menos encubierta, mas o menos descubierta; violencia que sigue el credo del capitalismo de lucrar a partir del sufrimiento del otro en el trabajo, en el desempleo o en la soledad impersonal del consumismo.
Imaginar
Recuperar la utopía no como el ideal imposible sino como el real necesario, como la necesidad imperiosa de imaginar y construir mundos posibles, o como dicen los zapatistas, un mundo donde quepan muchos mundos.
Leí una vez que Argentina y Uruguay no son mejores ni peores que España, sólo más jóvenes.
Me gustó esa teoría y entonces inventé un truco para descubrir la edad de los países basándome en el 'sistema perro'.
Desde chicos nos explicaron que para saber si un perro era joven o viejo había que multiplicar su edad biológica por 7.
En el caso de los países hay que dividir su edad histórica entre 14 para saber su correspondencia humana. ¿Confuso?
En este artículo pongo algunos ejemplos reveladores.
Argentina nació en 1816, por lo tanto ya tiene 190 años. Si lo dividimos entre 14, Argentina tiene 'humanamente' alrededor de 13 años y medio, o sea, está en la edad del pavo.
Uruguay nació en 1825, por lo tanto tendría unos 13 años.
Son rebeldes, pajeros, no tienen memoria, contestan sin pensar y están llenos de acné (¿será por eso que le dicen el granero del mundo a la ARGENTINA?)
Casi todos los países de América Latina tienen la misma edad y, como pasa siempre en esos casos, forman pandillas.
La pandilla del Mercosur son cuatro adolescentes que tienen un conjunto de rock. Ensayan en un garaje, hacen mucho ruido y jamás han sacado un disco.
Venezuela, que ya tiene tetitas, está a punto de unirse a ellos para hacer los coros. En realidad, como la mayoría de las chicas de su edad, quiere tener sexo, en este caso con Brasil, que tiene 14 años y el miembro grande.
México también es adolescente, pero con ascendente indígena. Por eso se ríe poco y no fuma ni un inofensivo porro, como el resto de sus amiguitos, sino que mastica peyote, y se junta con Estados Unidos, un retrasado mental de 17, que se dedica a atacar a los chicos hambrientos de 6 añitos en otros continentes.
En el otro extremo está la China milenaria. Si dividimos sus 1,200 años por 14 obtenemos una señora de 85, conservadora, con olor a pipí de gato, que se la pasa comiendo arroz porque no tiene -por ahora- para comprarse una dentadura postiza. La China tiene un nieto de 8 años, Taiwán, que le hace la vida imposible.
Está divorciada desde hace rato de Japón, un viejo cascarrabias, que se juntó con Filipinas, una jovencita pendeja, que siempre está dispuesta a cualquier aberración a cambio de dinero.
Después, están los países que acaban de cumplir la mayoría de edad y salen a pasear en el BMW del padre.
Por ejemplo, Australia y Canadá, típicos países que crecieron al amparo de papá Inglaterra y mamá Francia, con una educación estricta y concheta, y que ahora se hacen los locos.
Australia es una pendeja de poco más de 18 años, que hace topless y tiene sexo con Sudáfrica; mientras que Canadá es un chico gay emancipado, que en cualquier momento adopta al bebé Groenlandia para formar una de esas familias alternativas que están de moda.
Francia es una separada de 36 años, más puta que las gallinas, pero muy respetada en el ámbito profesional. Tiene un hijo de apenas 6 años: Mónaco, que va camino de ser puto o bailarín... o ambas cosas. Es amante esporádica de Alemania, camionero rico que está casado con Austria, que sabe que es cornuda, pero no le importa.
Italia es viuda desde hace mucho tiempo. Vive cuidando a San Marino y al Vaticano, dos hijos católicos idénticos a los mellizos de los Flanders. Estuvo casada en segundas nupcias con Alemania (duraron poco: tuvieron a Suiza), pero ahora no quiere saber nada con los hombres.
A Italia le gustaría ser una mujer como Bélgica: abogada, independiente, que usa pantalón y habla de política de tú a tú con los hombres (Bélgica también fantasea a veces con saber preparar espaguettis).
España es la mujer más linda de Europa (posiblemente Francia le haga sombra, pero pierde espontaneidad por usar tanto perfume). Anda mucho en tetas y va casi siempre borracha. Generalmente se deja follar por Inglaterra y Después hace la denuncia.
España tiene hijos por todas partes (casi todos de 13 años), que viven lejos. Los quiere mucho, pero le molesta que, cuando tienen hambre, pasen una temporada en su casa y le abran la nevera.
Otro que tiene hijos desperdigados es Inglaterra. Sale en barco por la noche, se tira a las pendejas y a los nueve meses aparece una isla nueva en alguna parte del mundo. Pero no se desentiende de ella. En general las islas viven con la madre, pero Inglaterra les da de comer. Escocia e Irlanda, los hermanos de Inglaterra que viven en el piso de arriba, se pasan la vida borrachos y ni siquiera saben jugar al fútbol. Son la vergüenza de la familia.
Suecia y Noruega son dos lesbianas de casi 40 años, que están buenas de cuerpo, a pesar de la edad, pero no le dan bola a nadie. Cojen y trabajan, pues son licenciadas en algo. A veces hacen trío con Holanda (cuando necesitan porro); otras, le histeriquean a Finlandia, que es un tipo medio andrógino de 30 años, que vive solo en un ático sin amueblar y se la pasa hablando por el móvil con Corea.
Corea (la del sur) vive pendiente de su hermana esquizoide. Son mellizas, pero la del norte tomó líquido amniótico cuando salió del útero y quedó estúpida. Se pasó la infancia usando pistolas y ahora, que vive sola, es capaz de cualquier cosa.
Estados Unidos, el retrasadito de 17, la vigila mucho, no por miedo, sino porque le quiere quitar sus pistolas.
Israel es un intelectual de 62 años que tuvo una vida de mierda. Hace unos años, Alemania, el camionero, no lo vio y se lo llevó por delante. Desde ese día Israel se puso como loco.
Ahora, en vez de leer libros, se lo pasa en la terraza tirándole piedras a Palestina, que es una chica que está lavando la ropa en la casa de al lado.
Irán e Iraq eran dos primos de 16 que robaban motos y vendían los repuestos, hasta que un día le robaron un repuesto a la motoneta de Estados Unidos y se les acabó el negocio. Ahora se están comiendo los mocos.
El mundo estaba bien así, hasta que un día Rusia se juntó (sin casarse) con la Perestroika y tuvieron como docena y media de hijos. Todos raros, algunos mongólicos, otros esquizofrénicos.
Hace una semana, y gracias a un despelote con tiros y muertos, los habitantes serios del mundo descubrimos que hay un país que se llama Kabardino-Balkaria.
Un país con bandera, presidente, himno, flora, fauna...y ¡hasta gente!
A mí me da un poco de miedo que aparezcan países de corta edad, así, de repente. Que nos enteremos de costado y que, incluso, tengamos que poner cara de que ya sabíamos, para no quedar como ignorantes
Y yo me pregunto:
Nuestra madre abandonica y lejana nos va a reconocer y demostrar la patria potestad?
titopintoscolonia@gmail.com
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