Y las tácticas que emplean algunos para demostrar que Valencia y Cataluña nunca jamás tuvieron nada que ver, parecen más bien una herramienta para la desunión territorial de España. Pretender que no tenemos nada que ver unos con otros es una sobrada mucho mayor que los antihistóricos países catalanes.

Llamadlo como queráis o no lo llaméis, pero que los catalanes y los valencianos hablan dos versiones de lo mismo es una obviedad.
Obviedad que no debería dar ningún problema, y durante siglos no lo hizo. Pero luego llegó la democracia y su necesidad de lenguas oficiales y ya no sabemos ni qué hablamos, ¡qué maravilla!.