El brazo de Sir Nelson
No hace falta que os diga quién es Horatio Nelson (Aunque de lo de Horatio acabo de enterarme…). El Almirante que lideraba la flota inglesa en la famosa Batalla de Trafalgar en la que se enfrentaba a una armada franco-española (ligeramente mayor) y que, por cierto, ganó. Una gran victoria para Inglaterra sí. Nelson perdió la vida en el enfrentamiento, pero España le había costado ya otras perdidas a ese señorito inglés.
En julio de 1797 dirigió un ataque a la isla canaria de Santa Cruz de Tenerife. Canarias apenas disponía de soldados profesionales así que los defensores eran, en su mayoría, milicias formadas por los propios vecinos del lugar.
El día 25, aprovechando la protección de la noche, intentó una incursión sorpresa pero fueron descubiertos por las tropas españolas, que estaban ojo avizor desde hacía días. Pocos botes lograron desembarcar, entre ellos estaba el que ocupaba el almirante, que llegó ya sin medio brazo. Antes de tomar tierra recibió un cañonazo por parte de la artillería isleña que le destrozo el brazo derecho.
La batalla continuó y los canarios les dieron una buena tunda a los invasores, que tuvieron que negociar su rendición.
Según Nelson, que poseía una fuerza de 4.000 hombres para la batalla, los defensores eran más de 8.000 mil. Una vez más se demuestra la costumbre inglesa de camuflar sus derrotas. Los españoles no eran más de 1.700 y, como ya he dicho, ni siquiera eran soldados profesionales.
Esta vez Sir Nelson no fue el héroe, este papel le correspondería al encargado de la defensa de la isla, el Teniente General Gutiérrez. Esta entrada va por él.
El arma que le “arrancó” el miembro al almirante fue el Cañón Tigre. Conservado desde entonces en perfectas condiciones y que se puede visitar en el museo del castillo de San Cristobal, en Santa Cruz de Tenerife.
LA GUARIDA DE VIRIATO
La Batalla de Tenerife, donde Nelson perdió un brazo
por José Carlos Mena | Nov 25, 2022
El almirante Nelson
Todos conocemos a Horatio Nelson, (o eso creo) el famoso almirante británico, triunfador nato que tiene una monumento dedicado en Londres, en el centro de la plaza de Trafalgar, la batalla que lo encumbró, obteniendo la victoria sobre la escuadra combinada franco-española, pero donde también encontró la muerte, a causa de las graves heridas sufridas.
No voy a negar la pericia y la maestría del marino inglés en sus victorias navales, aunque creo que su fama ha sido exagerada gracias a la propaganda y a las novelas de Patrick O´Brian. Pero también quiero destacar que con los españoles se dio de bruces en varias ocasiones pues fueron su piedra en el zapato, la causa de sus heridas traumáticas y, por descontado, de su muerte.
Es cierto que nosotros, empeñados en aligerar por la borda lo positivo y engrandecer lo dañino, olvidamos a aquellos héroes que defendieron la patria con su sangre y su vida. Es cierto que nos quedamos con las derrotas más que con las victorias, a diferencia de los británicos que enaltecen las victorias y hacen desaparecer las caídas en batallas. Y han sido varias, y con los españoles más.
Inglaterra derrotada
Ya no se acuerdan de Fernando Sánchez de Tovar, el héroe que hizo temblar Inglaterra; ni de Blas de Lezo y su victoria en Cartagena de Indias; ni de Bernardo de Gálvez en Pensacola, ni de Luis de Córdova apresando el convoy; ni del Capitán Cuellar, ni de la gesta del Glorioso ni de las derrotas del mismísimo Nelson. Sí, Nelson fue derrotado en tres ocasiones por los españoles (casualmente tales derrotas son borradas de la historiografía británica para no manchar la reputación del mito) Hoy me quiero detener en una de esas derrotas y, por consiguiente, victoria española.
Las islas Canarias siempre fueron y botín deseado para los ingleses, piratas y corsarios por antonomasia, que sin “casus belis” aparente, aprovechaban cualquier ocasión para intentar con hacer con una de las islas, para, desde allí, someter al resto. Estoy también lo intentarían en Cuba, Puerto Rico y Cartagena de Indias. VA en la naturaleza británica, ansiosos por tener las posesiones españolas.
Es cierto que la flota inglesa venció a la española en el cabo de San Vicente y en las Antillas, con la consiguiente pérdida de la Isla Trinidad, pero a partir de la enconada defensa de San Juan de Puerto Rico, algo cambió y se puso toda la carne en el asador para contrarrestar el dominio británico de los mares. Carlos IV viendo el cariz de la situación encomendó al almirante Mazarredo la preparación de la flota.
Rumbo a las Canarias
En Abril de 1797, el almirante Mazarredo acudió a Cádiz para llevar a cabo el cometido encargado por lo que rehabilitó la flota para defenderse de las acometidas británicas. El 4 de abril de 1797 Nelson intentó un desembarco en Rota pero fue repelido por la imponente línea de fuego, dispuesta por Mazarredo, así como por la versatilidad y rapidez de las lanchas cañoneras. Ante aquel frenazo, cambió de rumbo y se dirigió, junto con 4 navíos y 3 fragatas, a las Canarias con intensiones aviesas.
La fortuna quiso que el velamen inglés fue divisado con antelación, entre el 21 y el 22 de julio, por lo que, a las órdenes del general D. Antonio Gutiérrez de Otero, las milicias Canarias (el pueblo llano) prepararon a conciencia la defensa de Santa Cruz de Tenerife. Apenas eran unos 1700 milicianos.
Nelson realizó dos intentos de desembarcar a su tropa y tomar por sorpresa fortalezas de defensa de la ciudad. Todo fu infructuoso por el denuedo y la fiereza de los defensores. Desesperado y decidido a tomar Tenerife, el 25 de julio de 1797, junto con 500 hombres y su segundo, Andrews, se embarcó en pequeñas lanchas para intentar tomar tierra. Bajo un terrible fue enemigo, lloviendo plomo y sufriendo una herida en el brazo izquierdo, aquellos 500 hombres consiguieron tomar tierra pero, amén de alguna que otra escaramuza, fueron acorralados como ratones. Al final pidieron parlamento, se rindieron con honores y Nelson había perdido el brazo izquierdo y la batalla. Tenerife había resistido.
Nelson pierde un brazo
Sí, Nelson perdió la batalla de Tenerife, defendida valientemente por los milicianos y por el general D. Antonio Gutiérrez de Otero. Y no solo perdió el combate sino, que debido a las heridas, perdió su brazo en el intento de tomar la ciudad. Los soldados de nuevo embarcados, los heridos graves atendidos en los hospitales de Tenerife y la deshora en sus rostros de los capitanes. Y sobre todo el juramento del almirante inglés de no poner jamás un pie en las Islas Canarias.
Para conocer más sobre esta y otras derrotas de la flota inglesa, para conocer más sobre la defensa y victoria de los españoles, te aconsejo el siguiente libro: “Inglaterra Derrotada” de Álvaro Van de Brule Arandia.
https://sonrisasenelcamino.es/la-bat...rdio-un-brazo/
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