Ayer fue entrevistado don Pacopepe Fernández de la Cigoña en Intereconomía en el programa de Gonzalo Altozano. La verdad es que la entrevista fue bastante corta, sosa e insulsa (no se hizo mención de la HSSPX, del que Pacopepe es gran conocedor, ni tampoco -lo cual ya es delito- de los Amigos de la Ciudad Católica ni de la revista Verbo).
Uno de los temas tratados fue el de las órdenes religiosas y su crisis, particularmente en el caso español. Pacopepe insistía en que él no creía que esto tuviera nada que ver con el pastoral Concilio Vaticano II ni con las reformas que se hicieron en su nombre. Pero lo cierto es que es difícil no llegar a la conclusión contraria. Fíjemonos, por ejemplo, en lo que opinaba el fraile capuchino Pio de Pietrelcina:
Reacciones frente al “aggiornamento” de los franciscanos
El Padre Pío ya había expresado su descontento frente a los cambios introducidos por el Concilio Vaticano II cuando el cardenal Bacci fue a verlo a San Giovanni Rotondo. “¡Terminad con el concilio de una vez!¡Por piedad, terminádlo pronto!”, le había dicho al cardenal.
Cuando el encargado de la Orden franciscana fue a San Giovanni Rotondo para pedirle oraciones al Padre para los “Nuevos Capítulos”el padre se enojó mucho. Apenas oyó el padre la palabra “nuevos capítulos” se puso a gritar: “¿Qué están combinando en Roma? ¡Ustedes quieren cambiar la regla de San Francisco! En el juicio final San Francisco no nos reconocerá como hijos suyos.” Y frente a la explicación de que los jóvenes no querían saber de nada con la tonsura ni con el hábito, el padre gritó: “¡Echádlos fuera! ¡Ellos se creen que le hacen un favor a San Francisco entrando en su Orden cuando en realidad es San Francisco quien les hace un gran don!”.
Material extraído de: “La voce del Padre Pío”, “Padre Pío de Pietrelcina” de Yves ChironVisto en STAT VERITAS
Aquí dejo a continuación un artículo que resume bien el estado actual de las órdenes religiosas asentadas en nuestro territorio. A diferencia de la opinión personal del que escribe el siguiente artículo que reproduzco, yo sí pienso que las adaptaciones y modificaciones conciliares de las reglas preconciliares de los fundadores están en el origen de la paulatina destrucción de las órdenes religiosas; y que por tanto, es preciso volver a la regla del Fundador de la orden tal y como fue promulgada, sin adaptaciones de ningún tipo posconciliares o en nombre del Concilio, como señalaba San Pío en las frases antes reproducidas.
Dígase lo mismo en lo que se refiere a la recuperación del rito de la Misa de siempre frente al nuevo rito inventado por Bugnini con la ayuda de "pastores" protestantes, más conocido como Novus Ordo.
Reestructuración y unificación de Provincias para REVITALIZAR la vida religiosa
La crisis de la vida religiosa, que afecta a numerosos Institutos Religiosos en España, está obligando a los mismos a reestructurar sus presencias y unificar Provincias religiosas. Esta crisis viene marcada por: el envejecimiento y defunción de sus miembros, la falta de vocaciones nuevas y la crisis de identidad. Ya no se pueden mantener abiertas tantas casas, seguir adelante con tantos apostolados, debido a que los efectivos cada vez son menos y con más dificultades debido a su edad avanzada. ¿Qué sentido tiene una casa religiosa con dos o tres religiosos? ¿Qué clase de vida comunitaria se puede tener en tales casos?...
Esta crisis que afecta significativamente a las presencias, en algunos casos centenarias, puede sin embargo conllevar una consecuencia deseada y a todas luces urgente y necesaria: revisar la calidad de la vida religiosa que hasta ese momento se ha estado llevando. No se trata de cerrar casas, concentrar religiosos y primar obras apostólicas propias del carisma de cada Instituto. No. Se trata más bien de revitalizar una vida religiosa adormecida y aburguesada, poco o nada significativa para el mundo de hoy y para la juventud; una vida religiosa que se entregó sin reservas a los brazos del “mundo”, adoptando costumbres y modos de ser, estar y actuar en la Iglesia que bien poco tiene que ver con lo que ella desea de sus hijos consagrados, y con las intenciones de los Fundadores. Si la cuestión se centra exclusivamente en reestructurar y unificar, el futuro está anunciado: la más que posible extinción del Instituto en nuestro país, y mientras todo tiende a esto, la vegetación de sus miembros, incapaces de generar nueva vida, de contagiar a otros la alegría de estar consagrados al divino servicio.
Revitalizar consiste, en primer lugar, en denunciar los errores cometidos que en parte han conducido a la situación de decadencia presente, ya que ésta no puede sólo imputarse a la baja tasa de natalidad y a la secularización de la sociedad. ¡La secularización ha penetrado en conventos y casas religiosas! ¡Ellos mismos contribuyeron, en los convulsos años 70 y los que les siguieron, a acelerar el proceso secularizador! Y esto ha secado el espíritu y el apostolado de muchos religiosos, al perder de vista el centro en torno al cual debe girar todo: Cristo en su Iglesia.
Revitalizar consiste, en segundo lugar, en, abandonando todo aquello impropio del estado religioso, adoptar una actitud serena que recoja y recupere todo lo bueno de la tradición y que ha sido abandonado, trayéndolo al presente y proyectándolo al futuro. Sus tres pilares fundamentales son la unión con Dios (vida de oración), la unión con los Hermanos (vida de comunidad-fraternidad) y la donación de sí mismos para que el Reino crezca (apostolado propio de cada Instituto). Y ello de una manera seria, en fidelidad a la Iglesia y al paso de la Iglesia.
Además, a todas luces es palpable que los jóvenes (o no tan jóvenes) que se acercan hoy a las comunidades religiosas con inquietudes vocacionales, salvando las diferencias particulares de cada persona, muestran rasgos comunes que los diferencian de generaciones inmediatamente postconciliares (con prejuicios e ideologías obsoletas). Y los Institutos Religiosos son conscientes de esto. En sus manos está aceptar esta novedad o rechazarla como hacen algunos. Entre estos rasgos comunes destacan: una manifestación fuerte de la identidad vocacional (porque ser dominico no es lo mismo que ser jesuita); deseos de una vida religiosa orante y fraterna auténticas (no de palabra o sólo con reflejo en textos legislativos); una vida de pobreza, castidad y obediencia reales; una comunión afectiva y efectiva con la Iglesia y su Magisterio; una sensibilidad litúrgica fiel a la Tradición (habiéndose revelado hasta la saciedad la ineficacia, la absurdez y el daño de las insoportables experimentaciones litúrgicas); un amor por la salvación de las almas, en especial de los más pobres de nuestra sociedad (sin reducirlos exclusivamente al factor socioeconómico: los pobres también son los alejados de Dios, los heridos por hombres y mujeres de Iglesia, los escandalizados, los jóvenes descarriados sin esperanzas ni valores...); el amor por las tradiciones y costumbres buenas de sus Institutos; el deseo y la valentía de vestir el hábito religioso, etc.
Se trata al fin de al cabo de vivir una vida religiosa significativa (testimonio), poniendo todo el esfuerzo personal y la confianza en Dios para superar la mediocridad y la desilusión, el agotamiento de las fuerzas, las desilusiones y cansancios de expectativas no realizadas... Algunos Institutos ya vienen trabajando en esta cuestión crucial para su supervivencia, acogiendo y bendiciendo los proyectos ilusionantes de sus religiosos más jóvenes que buscan volver a la centralidad de Dios en sus vidas, en compañía de los Hermanos y por la salvación de las almas. Otros siguen mirando para otro lado, esperando esa primavera anunciada hasta la saciedad y que nunca llegará, y es que teniendo ojos no ven, teniendo oídos no oyen... petrificados en sus posiciones, sosteniendo un modelo de vida religiosa que no es atractivo ni contagioso... achacando sus males a la sociedad secularizada de la que forman parte. Y a otros, francamente, esta cuestión, ni les va ni les viene.
Por su historia gloriosa de testimonio y servicio, de entrega generosa a la Iglesia y a los hombres y mujeres, hacemos relación de algunos Institutos Religiosos que han comenzado este proceso de reestructuración-unificación-revitalización, o ya lo han ejecutado y se encuentran caminando:
* Compañía de Jesús: Sus cinco Provincias españolas (Aragón, Bética, Castilla, Loyola y Tarraconense) se unificarán en una sola en 2014.
* Orden de Hermanos Menores Capuchinos: En 2011 se unificaron en una sola entidad las Provincias de Andalucía, Castilla, Navarra-Cantabria-Aragón y Valencia.
* Orden de Hermanos Descalzos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo: Unificarán en 2014 sus Provincias de Navarra, Burgos, Castilla, Andalucía, Aragón-Valencia, Cataluña y Portugal.
Profesos temporales de España (Asís, abril de 2012)
“Toda la dinámica que nuestras Provincias han emprendido (el proceso en sí), las miles de horas ya dedicadas por muchos Hermanos, las realidades que ya se van materializando (en forma de equipos, la Fraternidad de Acogida Vocacional, documentos varios...), no sirven de nada, o de muy poco, si no ponemos cada uno lo mejor de nosotros mismos, si no apostamos todos por generar el ámbito idóneo para que el franciscanismo -el tesoro carismático que inmerecidamente tenemos en nuestras manos- pueda seguir alimentando nuestra vida e iluminando a los hombres a los que alcanza nuestra misión. Sólo habrá pasión por el Evangelio, por Dios, por la humanidad, por lo franciscano, si la tenemos nosotros”.
* Orden de Hermanos Menores OFM: En 2015 se unificarán en una única entidad las Provincias de Castilla, Bética, Granada, Valencia-Aragón, Cataluña, Cartagena-Murcia y la Custodia de San Francisco Solano. Han decidido no unirse las Provincias de Aránzazu y Santiago.
- Blog que informa sobre el proceso e iniciativas (blog)
-Promoción de la vocación franciscana (blog)
“No se trata sólo de un simple plan estratégico de viabilidad, sino de una mejora de vida dominicana, que dé lugar a comunidades plenas dominicanas: místicas, de estudio y predicación. Para que el proyecto salga adelante es necesario superar miedos: el miedo a confiar en Dios, miedo a que todo cambie para que todo siga igual, el miedo al individualismo, el miedo a equivocarnos...”
* Ordende Predicadores: En 2016 se unificarán las Provincias de España, Aragón, Bética, Portugal y Vicariato del Rosario.
-Orden de Predicadores en España (web)
Dios bendiga estas iniciativas e ilumine sus caminos.
Fuente: DIVINAS VOCACIONES RELIGIOSAS Divinas Vocaciones Religiosas: Reestructuración y unificación de Provincias para REVITALIZAR la vida religiosa
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores